Los padres de Scarlet habían ido un día antes dado que el mismo día de su cumpleaños le había salido un compromiso de trabajo en la otra parte del mundo que no podían rechazar. Solo que como era ellos nunca avisaban cuando hacían la cosas. Así que después de la cena le dieron su regalo a su hija y se fueron a dormir temprano en uno de los cuartos de invitados del segundo piso ya que en la mañana tendrían que levantarse para que les diera tiempo a coger el avión.
Ellos le habían traído un enorme ramo de rosas, tan grande que por poco ninguno de los búcaros de la casa le hubiera servido. Típico de su madre, solo que siempre se le olvidaba que a Scarlet le gustaban las rosas blancas, no las rojas pero su madre era así, nunca lo podía cambiar. En cambio su padre le había regalado un celular nuevo de último modelos en los que estaba trabajando en esos momentos, que era hermoso pero sumamente sofisticado. Sus padres siempre habían sido extravagantes con los regalos y siempre buscaban cA la mañana siguiente supieron que sus padres se habían enterado de todo pues al menos a Eagle lo habían mirado de arriba abajo acusadoramente y antes de irse Antoine le había susurrado.-Si la dejas embarazada como mínimo te casas con ella- había mirado a su hija por encima del hombro- Y cómo mínimo quiero tres nietos-Y se habían ido dejándolo confundido ¿Lo habían aceptado? Al parecer sí. Era como decía Scarlet, no los podía entender.-Al fin- Scarlet exhaló dejándose caer en el sofá. Eagle se sentó al lado de ella y le pasó el brazo por encima del hombro atrayéndola hacia él.-No vas a creer que fue lo que me dijo tu padre-Ella negó con la cabeza,-De él puedo esperar cualquier cosa. Déjame averiguar, que no te quiere a mi lado, que tienes que trabajar duro, que seas un empresario millonario para que puedas casarte conmigo en un futuro.Eagle se carcajeó.-Casi- le besó la sien- Más bien, me dijo que si te dejo embarazada me tengo que casar contigo
Eagle se detuvo delante de la puerta del edifico donde trabajaba Scarlet. Ese día ella le había dicho que fuera temprano para firmar el contrato. El libro ya estaba listo y ese día lo pasarían por correo para que entrara en los que participarían en el concurso de la novela del año. Scarlet estaba tan convencida que el ganaría que él no podía replicarle. A su lado Rufus le lamió la mano. Lo había tenido que traer con él pues el perro se negaba a quedarse tranquilo en su casa.Entró y al momento fue el centro de atención. Había mucho personal en el primer piso y parte de este lo estaba enfocaron su mirada en él. Escuchó por una persona que al parecer la bola de que él estaba en una relación con su superior, dígame Scarlet, se había extendido. Y todo se confirmó cuando se acercó a la recepción. Las mujeres lo miraron y sonrieron pero no coqueteado como la primera vez. O estaban advertidas o ….estaban advertidas.Pronto escuchó es singular sonido de los tacones de Scarlet
Scarlet comió la cena que Eagle le había preparado dejando al menos la mitad. Realmente no podía dejar pasar un bocado más. Las náuseas estaban directamente en su garganta aunque lo disimulaba. Si él se daba cuenta de su estado era muy probable que no fuera a resolver sus problemas.Eagle recogió la mesa y fregó los platos antes de recoger algunas cosas.-me quedaré esta noche en mi casa. Quiero organizar algunas cosas. Si vuelve a sentirse mal me avisa- se acercó a ella y la abrazó antes de darle un beso en la mejilla- Realmente sino fuera porque tengo que llevar esos documentos me quedaría aquí- en sus ojos estaba viva la llama de la preocupación.-Estoy bien, ya no tengo ningún dolor- ella le sonrió y le dio un beso rápido en los labios. Mañana paso a buscarte si quieres para llevarte a la universidad y después te traigo. No tengo que entrar tan temprano a mi trabajo-Eagle alzó una ceja.-Bueno, si va a recogerme podemos pasar un rato en mi casa antes de empezar l
Que te despertaras desnudo con una mujer desnuda a tu lado y con tu pareja actual parada en el medio de tu apartamento y sin poder dar una justificación sobre lo que ocurría era una muy mala situación. Una que Eagle no podía explicar. Y tenía que pensar rápido. Los ojos de Scarlet se iban entrecerrando y su ceño frunciéndose.-Si lo que querías era tiempo para estar con otra mujer me lo hubieras dicho y hubiéramos roto. No tenías que caer tan bajo de engañarme como si fuera una imbécil- ella soltó con voz baja y grave.Eagle negó levantándose de la cama y rodeando su cadera con la sábana sin importarle la mujer dormida en la cama se acercó a Scarlet pero esta retrocedió evitando su contacto.-No me toques- ella le gruñó, sus ojos lo fulminaba y él pudo ver dolor por debajo de la rabia.-Scarlet no te engañé. No sé qué hace ella aquí-Ella soltó un jadeo--Además me vez cara de imbécil. ¿Qué más puedo pensar cuando entro y veo esto? No soy tan ilus
Por más que insistió Scarlet no le respondió ninguna de las llamadas que le hizo en esos tres días. Y Eagle estaba tan ansioso que si seguía así se quedaría sin uñas en los diez dedos de sus manos. Incluso le había mandado fotos de su cuerpo con la evidencia de ninguna marca en su piel con tal de que ella creyera que realmente no había tenido sexo con esa mujer. Ella las había visto en algún momento más no le había respondido.-Scarlet- apretó el teléfono en sus manos mientras su cabeza se estrechaba contra estas, echado hacia adelante.Allí en la sala de la casa de ella apenas había sonido. Solo los pasos de Rufus de un lado a otro que no había insistido en jugar como haría otras veces dado que había notado el estado de ánimo de su cuidado. Como resultado se había subido al mueble y se acostó a su lado recostando la cabeza en su muslo. Una forma de confortarlo modo Rufus.Eagle le acarició la cabeza con una media sonrisa. Al menos no estaba completamente sol
Eagle sostenía el cuerpo inconsciente de Scarlet en sus brazos y podía jurar que estaba temblando, pero no debía entrar en pánico. Primero debía encargarse de la mujer. A su lado sintió como Rufus la olía y se removía incómodo. No debía entender bien la situación, pero de que sabía que algo estaba mal, lo sabía.El problema era que no podía encargarse del perro y de la mujer a la vez. En el hospital no aceptaban mascotas, entonces… solo le vino a la mente Alex. Él podía ayudarlo ahora y definitivamente necesitaba esa ayuda. Porque necesitaba moverse rápido. Scarlet parecía sufrir de dolor.Buscó como pudo el celular y marcó el número de su amigo.-Hola Eagle que ocu…--Alex, manda una manda una ambulancia. Scarlet se desmayó--Oye, oye cálmate primero. Acaso no fue de cansanci
A pesar de que Scarlet estaba en el hospital todavía Eagle no podía mantener a Rufus todo el tiempo dentro de la oficina de Alex o regañarían a este precisamente porque cuando entraron la sala era un desastre de esponja de Rufus haber mordido y destrozado los cojines. Eagle se imaginó que eso pasaría cuando su mente se enfrío y solo pudo mirar a su amigo que le temblaban las cejas.-Tú y el perro desaparezcan de una maldita vez- les gritó e Eagle se fue rápido llevándose a Rufus cargado siendo mirado por todas las personas del lugar. Rufus aún tenía esponja regada por todo el pelaje.Aunque no se quería ir no podía hacer mucho. Scarlet estaría inconsciente hasta el otro día por los medicamentos y él solo estaría allí de observador. Por lo que al menos se encargaría de Rufus que se seguro pronto pediría comida. Para su sorpresa Rufus estuvo renuente a irse lloando y poniéndose tieso una vez lo bajó al suelo, sabiendo que su dueña estaba en aquel lugar y no esperándolo en
En serio que era una historia chiché, totalmente. De esas que había leído una y otra vez y que no precisamente le gustaban. Pero siguió escuchando a Eagle, estaba segura que eso no era todo de la historia. Además, él estaba tenso, el pobre estaba sufriendo. Le dio un poco de lástima torturarlo tanto, pero dado que había insistido mucho en volver con ella quería ver que tanto más se esforzaría.-Nosotros dos estudiamos juntos desde el kínder, éramos muy unidos, más bien yo era el que la cuidaba pues era muy tímida--¿Tímida? Si como no- Scarlet no pudo evitar decir. Vaya timidez cuando pudo entrar en su cama como dios la trajo al mundo.Eagle hizo una mueca tensándose más. Creía que iba por mal camino. Scarlet intentó ocultar las ganas de reír.-Cuando teníamos cerca de 15 años ella se me declaró. Yo para ese momento ya estaba teniendo problemas con mi lívido y desde hacía mucho no era virgen. Creo que ella estaba desesperada por no perderme a pesar de que nun