Scarlet supo que había tomado una buena decisión al contratar a Eagle después de verlo llevar a su perro por el Festival. Los dos parecían estar en su zona de confort y se comportaban uno como un niño y el otro como un cachorro. Saltaban de puesto en puesto, mirando lo que había y ella solo les seguía detrás verificando su comportamiento, aunque sin que ellos se dieran cuenta iba comprando algunas cosas que notaba que les gustaban a ambos.
Y todo fue medianamente tranquilo hasta que Rufus arrastró a su cuidador hasta uno de los puestos y Scarlet sabía que esa iba a ser difícil. Era de galletas rellenas. Rufus era enfermo a ellas. Siempre que las detectaba o le compraba o estaría llorando todo el día. Así de malcriado y antojado era. La mujer sonrió y se puso al lado de ellos. Rufus en dos patas miraba la mayoría de bocadillos que estaban puestos y babeaba.
-Deme uno de cada tipo- dijo ella sacando un billete grande. Quédese con el cambio-
Eagle la miró alzand
Su cabeza dolía. Dolía mucho y sentía su cuerpo arden en llamas. Scarlet no se sentía nada bien.Abrió los ojos donde sus párpados pesaban una tonelada. Si ayer se había acostado a dormir y estaba bien, entonces que significaba aquello. Alzó su mano y se palpó la frente, encontrando que estaba más caliente de lo habitual.-No puedo creer que tenga fiebre- resopló y viendo que apenas eran las 7 de la mañana y sábado se volvió a cubrir con la colcha para dormir.Cuando sintió que el colchón se inclinaba bajo el peso de seguro Rufus. El perro se detuvo detrás de ella y comenzó a jadear. Scarlet se giró sobre si misma lentamente sintiendo que su cuerpo pesaba una tonelada.-No te muevas mucho- le dijo al perro estirando la mano y acariciando el pelaje de su mascota. Esta bajó la cabeza y le lamió la mano soltando un gemido. Ella sonrió- Estoy enferma, quédate tranquilo aquí conmigo- su voz salió ronca y no era precisamente por haber acabado de despertar. La sentí
Eagle se pasó la mano por la cabeza corriéndose el cabello hacia atrás.-¿Qué? ¿No dormiste de mal de amores¿- frente a él Alexander se rio para después tomar un sorbo de café.-No quiero ir eso de alguien que merienda café todo el tiempo. La cafeína te está quemando el cerebro- gruñó el rubio sin mucho ánimo para después suspirar.-Oye, sé que estás deprimido por lo de ayer pero ya te pedí disculpas. Y además te puedo asegurar que no te van a molestar más. Tuvimos que aguantar a Marcia el resto de la noche pero bueno es el pago por lo que te pasó, más bien, lo que le pasó a tu novio. Que realmente es una bomba-Eagle recostó su cabeza en su mano y miró hacia la nada.-Eh amigo ese no es el rostro de alguien que tiene una novia tan linda como la tuya--Ella no es mi n
38,7…Alexander miró la temperatura en el termómetro que extrajo de debajo del brazo de la mujer y se la enseñó a Eagle.-Es alta pero no para alarmarse, además no parece estar tan grave como para internarla así que deja esa cara- el doctor le peleó a su amigo mientras preparaba la bolsa de suero. Eagle siempre se impresionaba de todo lo que llevaba en esa precisa bolsa- Cuando se termine el suero déjala dormir y que despierte por sus propios medios. Cámbiale la venda de la frente cada 20 minutos. Si su situación empeora llámame, pero solo es un pequeño resfriado-Eagle suspiró dejando caer sus hombros.-Gracias- solo pudo decirle mientras pasaba la mano por la cabeza de Rufus que estaba en dos patas sobre la cama. Sus orejas y cola baja indicaban que también estaba preocupado.-Prepara también una sopa que tenga bastantes ingredientes pero que sea fácil de digerir- Alex recogió su bolso después de atender a su paciente- Necesitará algo ligero pero sustancioso, su gar
Las manos de Eagle temblaron ante el pedido de la mujer. Estaba loca? Cómo le pediría eso a él. Si podía quitarle la ropa y caerle arriba sino fuera por su autocontrol, sus medicamentos y sus terapias. Ah claro, ella no lo sabía. No podía imaginarse que tenía a una bestia junto con ella. Pero debía controlarse.Era la mujer que le gustaba, no lo negaría a pesar que su cabeza estaba en un conflicto en ese momento. Por lo que debía controlarse. No lo quería echar a perder. Scarlet podía sentirse abrumada por él. Y él precisamente quería cuidarla. Así que reprimió sus impulsos con toda su fuerza de voluntad sonrió.-Dígame que necesita-Ella se sentó recostando su espalda al respaldar de la cama y le indicó donde estaba su ropa dentro del vestidor. Eagle agarró un piyama limpio y después de dejarlo sobre la cama buscó una toalla seca en el baño y otra que humedeció. Scarlet ya se estaba retirando la parte de arriba y él giró su rostro para que ella no se sintiera incómod
Scarlet se levantó con la mente más despejada. Su cuerpo parecía que flotaba y al parecer era efecto de las medicinas porque se sentía mucho mejor que ayer. Sus recuerdos estaban algo confusos dado que su cabeza dolía bastante en aquello momentos pero todavía podía recordar algo. Como una conversación con Eagle, que él la había encontrado, que la había cuidado, qué le había pedido secarle la espalda…¿Secarle la espalda?Se sentó de golpe en la cama. Acaso le había pedido aquello. Miró hacia abajo dándose cuenta que tenía una parte superior de piyama diferente a la que tenía cuando se desmayó. Pues…al parecer sí.Sus mejillas se tiñeron de un ligero sonrojo ¿Cuánto había visto él? No podía recordarlo. Quizás se había quedado dormida. Pero si podía recordar por muy aturdida que estuviera en esos momentos la calidez de sus manos.Ahhh. Quiso gritar pero solo se dejó caer en la cama. No podía pensar. Ya no se sentía con fiebre y estaba en buen estado, pero aun así no quería
Scarlet se levantó con la mente más despejada. Su cuerpo parecía que flotaba y al parecer era efecto de las medicinas porque se sentía mucho mejor que ayer. Sus recuerdos estaban algo confusos dado que su cabeza dolía bastante en aquello momentos pero todavía podía recordar algo. Como una conversación con Eagle, que él la había encontrado, que la había cuidado, qué le había pedido secarle la espalda…¿Secarle la espalda?Se sentó de golpe en la cama. Acaso le había pedido aquello. Miró hacia abajo dándose cuenta que tenía una parte superior de piyama diferente a la que tenía cuando se desmayó. Pues…al parecer sí.Sus mejillas se tiñeron de un ligero sonrojo ¿Cuánto había visto él? No podía recordarlo. Quizás se había quedado dormida. Pero si podía recordar por muy aturdida que estuviera en esos momentos la calidez de sus manos.Ahhh. Quiso gritar pero solo se dejó caer en la cama. No podía pensar. Ya no se sentía con fiebre y estaba en buen estado, pero aun así no quería
Para Eagle encontrar un mensaje en su celular diciendo que llegaría tarde con remitente Scarlet no era extraño para él. Sabía que por su trabajo sus horarios no eran estables, razón por la que lo había contratado. Pero de alguna forma se sintió aliviado, aun no estaba preparado para enfrentarla sabiendo que ella lo volvería a atacar. Se notaba que era una mujer adaptada a salirse con la suya.Bueno, no era tan mal que ella llegara tarde. Al menos tendría la compañía de Rufus mientras estudiaba, tenía un examen pronto y tenía los libros encima. Mientras que el perro no hiciera de las suyas y no se pusiera a retozar todo bien.-Bueno amigo, seremos tu y yo solos hasta la noche- le sonrió, arrodillándose y sobándole la cabeza a Rufus- ¿Quieres dar una vuelta antes de ponernos a preparar la cena?-El perro ladró moviendo la cola y comenzó a correr hasta detenerse jadeando delante de su armario. Eagle se rio, el perro era simplemente muy inteligente.…Darla un paseo
Scarlet no odiaba ese tipo de lugares donde la gente se reunía para comer y hacer bulla, más bien, lo que le molestaba era precisamente esa gente con la que había ido. Su ambiente laboral no era desagradable pero había muchos que la miraban por encima del hombro solo por ser mujer. Les había callado la boca al ir escalando pero siempre estaban aquellos imbéciles que obviaban su rango.El problema era que en aquel lugar esos rangos no existían y todos se tomaban atribuciones de más. Sobre todo los hombres. Y dado que ella estaba soltera y su rostro era el estereotipo de hermoso siempre estaban aquellos que se metían con ella o intentaban ligar. Sobre todo los de departamentos de pisos superiores al de ella y que no solían tener contacto a menos que fuera furtivamente en los pasillos.Pero el principal problema de todo aquello era el idiota que tenía al lado de ella y que no acababa de entender que ella no tenía ninguna intención de aceptar nada de él.-Zieg, no estoy de humo