Eagle estaba agotado, no podía negarlo. Había cumplido con su palabra de usar todo el paquete, por lo tanto, si, habían sido cinco veces, lo que no todas de golpe o la que no aguantaría sería Scarlet. Para él no era algo fuera de lo común dado su condición médica. Pero no quería forzarla demasiado, bueno si lo que había hecho no entraba en demasiado, no sabía que sería.
Lo habían hecho otra vez después de la primera vez y la había dejado descansar después de limpiar su cuerpo. Él había bajado a preparar la cena donde Rufus lo recibió con su plato en la boca. Eran como las siete de la tarde y él ya tenía hambre, y pensaba que se habían olvidado de él. Sus orejas bajas daban a entender que estaba en soledad. Aunque eso no fue traba para que el Golden le estuviera ladrando mientras Eagle cocinaba. Había preparado algo ligero para Scarlet y para él pero nutritivo ya que él aún tenía intenciones de seguir la maratón. Esperó que Rufus comiera e hiciera sus necesidades en la teQuedarse a dormir en casa de Scarlet se convirtió en parte de la rutina de Eagle. Si volvía a su casa uno a dos días a su casa en la semana era mucho. Al principio le preocupó que a la mujer le molestara que él estuviera tanto tiempo en su casa pero al cabo de los días se dio cuenta que a ella le gustaba su compañía ya que a pesar de casi ya vivir con ella, él le daba su espacio. Además de que mantenían su posición de empleado y empleador al menos en el horario laboral aunque ahora se sumaban algunos besos, roces y hasta cierto punto una que otra sección de sexo.Y aunque su vida sexual se había estabilizado si ella volvía agotada del trabajo simplemente se recostaab con ella abrazándola y dejaba que ella durmiendo tranquilamente. Sabía que cuando ella tuviera tiempo le dejaría hacer lo que quisiera a la hora de sumirse en el placer.Otro que
Tener a tus suegros delante no es una experiencia agradable para nadie sobre todo si es la primera vez que los ves y tu pareja no está a tu lado. Solo que Eagle no se esperó que una de esas personas era una antigua personalidad en el mundo del modelaje que él conocía por las revistas. Al abrir la puerta la conmoción había sido grande.Y más cuando aquellas dos personas lo recorrieron de arriba abajo con sus miradas.-Buenas- la hermosa mujer que compartía rasgos similares con Scarlet lo saludó con una sonrisa- ¿Esta acaso no es la casa de mi hija?-Eagle tragó en seco. Sabes que estás en problema cuando te saludan así.-Buenas tardes, ella está en camino del trabajo hacia acá, pasen para que la esperen- Eagle les abrió la puerta y ambos pasaron.La atmósfera se sentía pesada y deseaba que Scarlet acabara de llegar porque no tení
Bajo control. Para nada. A Scarlet le palpitaba la sien molesta con sus padres.-Vayan a la sala. Hablaré con ustedes son ahora- soltó todo el aire de sus pulmones. Conociendo a sus padres no sabía porque no se había imaginado esta escena. Demonios, ellos la volvían loca realmente.-Oye jovencita, no nos hables así- Antoine dijo más no sonaba molesto. Más bien, al igual que su madre, él tenía una sonrisa pícara en su rostro.-Ustedes dos- Scarlet apretó los labios- No han cambiado nada. No sé para que inician los papeles de divorcio casi todos los años si mira cómo se llevan. Son iguales los dos-Sus dos padres se miraron y sonrieron.-Quizás es por eso- Ariadna sonrió y caminó hacia su esposo- Es porque somos iguales que tenemos tantos problemas--pero de algún modo siempre nos arreglamos ¿verdad esposa?-Y ahí estaban de nuevo. Scarlet no sabía cuántas veces había visto escena antes.-Ustedes dos, a la sala, ahora- les dijo ya por cansancio. Por suerte las
Los padres de Scarlet habían ido un día antes dado que el mismo día de su cumpleaños le había salido un compromiso de trabajo en la otra parte del mundo que no podían rechazar. Solo que como era ellos nunca avisaban cuando hacían la cosas. Así que después de la cena le dieron su regalo a su hija y se fueron a dormir temprano en uno de los cuartos de invitados del segundo piso ya que en la mañana tendrían que levantarse para que les diera tiempo a coger el avión.Ellos le habían traído un enorme ramo de rosas, tan grande que por poco ninguno de los búcaros de la casa le hubiera servido. Típico de su madre, solo que siempre se le olvidaba que a Scarlet le gustaban las rosas blancas, no las rojas pero su madre era así, nunca lo podía cambiar. En cambio su padre le había regalado un celular nuevo de último modelos en los que estaba trabajando en esos momentos, que era hermoso pero sumamente sofisticado. Sus padres siempre habían sido extravagantes con los regalos y siempre buscaban c
A la mañana siguiente supieron que sus padres se habían enterado de todo pues al menos a Eagle lo habían mirado de arriba abajo acusadoramente y antes de irse Antoine le había susurrado.-Si la dejas embarazada como mínimo te casas con ella- había mirado a su hija por encima del hombro- Y cómo mínimo quiero tres nietos-Y se habían ido dejándolo confundido ¿Lo habían aceptado? Al parecer sí. Era como decía Scarlet, no los podía entender.-Al fin- Scarlet exhaló dejándose caer en el sofá. Eagle se sentó al lado de ella y le pasó el brazo por encima del hombro atrayéndola hacia él.-No vas a creer que fue lo que me dijo tu padre-Ella negó con la cabeza,-De él puedo esperar cualquier cosa. Déjame averiguar, que no te quiere a mi lado, que tienes que trabajar duro, que seas un empresario millonario para que puedas casarte conmigo en un futuro.Eagle se carcajeó.-Casi- le besó la sien- Más bien, me dijo que si te dejo embarazada me tengo que casar contigo
Eagle se detuvo delante de la puerta del edifico donde trabajaba Scarlet. Ese día ella le había dicho que fuera temprano para firmar el contrato. El libro ya estaba listo y ese día lo pasarían por correo para que entrara en los que participarían en el concurso de la novela del año. Scarlet estaba tan convencida que el ganaría que él no podía replicarle. A su lado Rufus le lamió la mano. Lo había tenido que traer con él pues el perro se negaba a quedarse tranquilo en su casa.Entró y al momento fue el centro de atención. Había mucho personal en el primer piso y parte de este lo estaba enfocaron su mirada en él. Escuchó por una persona que al parecer la bola de que él estaba en una relación con su superior, dígame Scarlet, se había extendido. Y todo se confirmó cuando se acercó a la recepción. Las mujeres lo miraron y sonrieron pero no coqueteado como la primera vez. O estaban advertidas o ….estaban advertidas.Pronto escuchó es singular sonido de los tacones de Scarlet
Scarlet comió la cena que Eagle le había preparado dejando al menos la mitad. Realmente no podía dejar pasar un bocado más. Las náuseas estaban directamente en su garganta aunque lo disimulaba. Si él se daba cuenta de su estado era muy probable que no fuera a resolver sus problemas.Eagle recogió la mesa y fregó los platos antes de recoger algunas cosas.-me quedaré esta noche en mi casa. Quiero organizar algunas cosas. Si vuelve a sentirse mal me avisa- se acercó a ella y la abrazó antes de darle un beso en la mejilla- Realmente sino fuera porque tengo que llevar esos documentos me quedaría aquí- en sus ojos estaba viva la llama de la preocupación.-Estoy bien, ya no tengo ningún dolor- ella le sonrió y le dio un beso rápido en los labios. Mañana paso a buscarte si quieres para llevarte a la universidad y después te traigo. No tengo que entrar tan temprano a mi trabajo-Eagle alzó una ceja.-Bueno, si va a recogerme podemos pasar un rato en mi casa antes de empezar l
Que te despertaras desnudo con una mujer desnuda a tu lado y con tu pareja actual parada en el medio de tu apartamento y sin poder dar una justificación sobre lo que ocurría era una muy mala situación. Una que Eagle no podía explicar. Y tenía que pensar rápido. Los ojos de Scarlet se iban entrecerrando y su ceño frunciéndose.-Si lo que querías era tiempo para estar con otra mujer me lo hubieras dicho y hubiéramos roto. No tenías que caer tan bajo de engañarme como si fuera una imbécil- ella soltó con voz baja y grave.Eagle negó levantándose de la cama y rodeando su cadera con la sábana sin importarle la mujer dormida en la cama se acercó a Scarlet pero esta retrocedió evitando su contacto.-No me toques- ella le gruñó, sus ojos lo fulminaba y él pudo ver dolor por debajo de la rabia.-Scarlet no te engañé. No sé qué hace ella aquí-Ella soltó un jadeo--Además me vez cara de imbécil. ¿Qué más puedo pensar cuando entro y veo esto? No soy tan ilus