PREMONICIÓN DE ZAKIA Y ALESSANDRO:Todas las promociones están interconectadas actuando de manera colectiva para los miembros de la convocatoria.Zakia había presenciado la muerte de su cuñada y su hermano con el corazón completamente destruido.—Alfa Zakia…Los machos se apresuraron a arrodillárse frente a ella haciendo más real su pérdida.—¡Apaguen el fuego, la casa de la manada sigue ardiendo! —aquella fue su primera orden aunque sonó temblorosa.Arrancó las lágrimas de sus ojos mirando con frialdad prefabricada a los lobos que quedaban.Su hermano había logrado acabar con los híbridos que habían penetrado su manada pero la amenaza de ataque seguía viva ya que la batalla contra el Este seguía en pleno apogeo. Si ellos lograban escaparse entonces vendrían otra vez y aunque tenía el corazón roto por la pérdida de su hermano mayor debía mantenerse fuerte por la responsabilidad que él le había dejado.Ahora era la Alfa de la manada del Sur y su deber era protegerlos.—Quiero que nos d
Zakia juró que jamás había visto a Alessandro de esa manera, como si hubiera perdido por un instante el control de todo, él. Quien siempre parecía tenerlo todo en orden.—¿N-nunca te es-escucharé llamarme por mi nombre otra vez? —murmuró ella en medio del dolor, estaba delirando mientras él la acostaba sobre su vientre rasgándole la ropa para poder ver su herida—. Desde que te besé hace años c-comenzaste a llamarme cachorra…—No hables. Lo arreglaré…—Es como si estuvieras tratando de convencerte a ti mismo de que era más pequeña que tú —siguió balbuceando la hembra como si no lo hubiera escuchado. Sus ojos estaban brillosos—. ¿E-era eso? —preguntó arrastrando las palabras—. ¿Te asustaba lo que sentías por mí? ¿Me amabas?Él apretó la mandíbula al escuchar sus palabras, pero su desesperación por salvarla era aún mayor.La sangre de los Alfas podía salvar a los Omegas pero no a otros Alfas, sin embargo, no le importaba. Necesitaba que ella estuviera bien e intentaría todo por hacerla v
RECUERDO DE DEVANIE Y DANA HACE TRES AÑOS ATRÁS—¿Por qué debo ocultar mi aroma, mami?Dana peinó el pelo de su niña con cuidado viendo como ella jugueteaba con la muñeca en su regazo.—Lo Omega no somos lobos normales mi amor, según la historia aunque alguno podemos transformarnos en lobos como los Alfas, Betas, Gammas y Deltas no somos iguales. Nadie sabe de dónde venimos, todos creen que la Diosa Luna nos trajo aquí desde el mundo humano pero aunque somos lobos no somos de la misma especie que los demás. Por eso tenemos nuestra propia manada…—¡El Oeste! —gritó Devanie riéndose con dulzura.—Así es, mi amor.—Y los Omegas no pueden enamorarse de los Alfa, escuché a mi tía Zakia decir eso.—Sí, la sangre de los Alfas es poderosa como la de los Omegas.—Osea que un si tienes un novio Omega no pasa nada malo —dedujo Devanie perdida en sus pensamientos, Dana se agobió al ver lo mayor que parecía—. O si tienes un novio, Beta, Gamma o Delta.“En cuanto a reproducción no.”Pensó Dana, per
Dana no podía transformarse debido a lo cansada que estaba pero se todas manera no dejó de luchar.De pronto se vio rodeada por cinco híbridos monstruosos, todos parecían aterradores pero ella no flaqueó. Uno de ellos mordió entre la unión de su hombro y cuello ocasionando que gritara sintiendo sus párpados pesados.La sangre caía a borbotones al suelo.Dana una vez más usó sus garras para deshacerse de dos de ellos pero el tercero tiró de su pelo exponiendo su cuello sangrantes.—¿Dónde está ella?—Mátame, maldito. Jamás lo sabrás. Dile s ti Alfa que nunca va a tenerla. Mi cachorra jamás se irá al Bosque oscuro.Vio la muerte reflejada en sus ojos pero no se estremeció. Iba a morir por sus cachorros y esa sería una muerte digna.De repente un rugido bestial se extendió erizándole la piel porque ella sabía quien pertenecía.Su compañero, su amor, su Kian.El Alfa saltó sobre el macho mientras Dana sentía que se estaba mareando.—¡Mamá!Sus ojos se abrieron de golpe al escuchar la voz
—Pero siempre hay una manera de cambiar el destino.Estas palabras solo las escucharon el Alfa del Este y Dana.—La manada del Este y del Oeste tienen que unirse para esto.Alessandro se giró a ver a Dana con los ojos entrecerrados. A su lado estaba Zakia irradiando calor, la muestra que seguía viva. Ella y Clara eran lo único que le importaba y haría todo por mantenerlas a salvo.Kian se tensó al lado de Dana sintiendo la furia arder en sus venas. No le estaba gustando nada el giro de los acontecimientos. Sabía que algo malo estaba sucediendo en medio de aquel silencio ensordecedor, pero de pronto se vio azotado por otra visión como los demás.—¿A qué te refieres? —preguntó Dana por medio del link en el que solo estaban ellos tres.La sacerdotisa, Alessandro y ella.—No pueden decir nada al Alfa Kian, él se siente posesivo por la Gobernante Dana pero la única manera de que ese futuro cercano no suceda es que haya un pacto de sangre entre ustedes dos.—No hay manera —rugió Alessandro—.
Kian la había sacado del lugar casi a rastras y ella sencillamente se había dejado llevar.Aquella situación era terriblemente angustiosa, Dana sentía que un valde de agua fría le había caído encima de repente después de ver aquella premonición, su corazón latía cada vez con más fuerza rememorando lo que la sacerdotisa le había dicho, había una esperanza frágil pero al mismo tiempo dolorosa y no quería pensar en ello pero si llegaba el momento, ¿Qué iba a hacer? Mientras el peligro asechara a sus hijos estaba segura de hacer cualquier locura por ellos y también por Kian, porque él también moriría si ella no tomaba acción.Una sombra asechaba el rostro de Dana cuando Kian la miró, notando que en aquel silencio autoimpuesto había algo oculto.Él quería evitarle todas aquellas emociones que estaban emergiendo dentro de ella. A pesar de la urgencia del momento necesitaba hacer algo para que su hembra no se volviera loca pensando en cómo solucionarlo.Las cosas habían cambiado para los dos
—Nunca había estado aquí a esta hora, no habría imaginado que hubieran luciérnagas —murmuró embelesada Dana.El viento azotaba su cabello enviándolo en distintas direcciones mientras que su aroma comenzaba a hacerse presente penetrando las fosas nasales de Kian quien enseguida se tensó.Sus ojos se dirigieron a ella bebiendo la embriagadora imagen de su compañera.Aquellos cuatro años solo habían reafirmado la belleza de Dana pero no era eso lo único que lo atraía de ella sino su espíritu incansable, la fuerza que poseía siempre que quería alcanzar sus objetivos y que ese nuevo objetivo fuera querer proteger a sus cachorros no tenía precio.—Esto es tan precioso.—Es lo que vi cuando me quedé aquí todos estos día. Era relajante por tiempos, luego empezaba a echarte de menos y a pensar en lo mucho que quería ser parte de la vida de mis cachorros y la tuya.Dana enseguida dirigió su mirada a Kian experimentando esa sensación de anhelo hacia él.—¿Por qué decidiste quedarte aquí y no vol
Los ojos de Kian estaban perdidos en la lujuria de tener a su compañera apretada contra su cuerpo completamente desnuda y a su merced.Dana podía decir lo que quisiera, sin embargo, él podía oler su deseo a kilómetros de distancia.Sabía sobre su necesidad de ser marcada por su macho, más aún estando en aquel celo constante.—Te daré todo lo que quieras, compañera. No tienes que negarte. Ya no es un secreto para nadie cuanto nos deseamos. Cuando nos queremos el uno al otro y no se trata de los cachorros que ya tenemos. Esto es por nosotros, por nuestro vínculo no completado.—Kian... esto no es posible ahora. Nuestra prioridad son nuestros cachorros.Él comenzó a repartir una serie de besos a lo largo de su cuello erizándole la piel a Dana quien seguía con los brazos firmemente alrededor de su cuello.—Siempre será así. Lo sé. Pero la protección de nuestros cachorros somos nosotros. Nos haremos más fuerte si nos vinculamos. Su lengua se arrastró por la marca que hace años le había he