Narrador. Sala de recepción de la casa de la manada Blue Moon, Condado de Wicklow, Irlanda del Sur, hoy. Las hermanas caminaban seguras con paso firme, con la misma sonrisa fría y descarada que habían visto mostrar a la m*****a B, ni siquiera pestañeaban, mientras veían como la cara de la mojada
Narrador. Sala penal del mundo de los lobos, Condado de Wicklow, Irlanda del Sur, hoy. Ailshe miró a su hermana Camile, y esta le devolvió la mirada, para luego abrazarse las dos a dos lobos idénticos, que las acompañaban, en pocos segundos comenzaría el juicio contra Brenda, tras miles y miles
Narrador. Penllergare Valley Woods, Gales, territorio de la manada River Lake, hoy. Nada más entrar en la cocina de la casa de la manada para solicitar los menús para los invitados que vendrían la ceremonia de los matrimonios de la Alfa y la Beta mañana, Camille tuvo que llevarse la mano para cu
Por fin está terminado, creía que nunca lo conseguiría, sobre todos con tantos contratiempos de salud que he tenido, pero finalmente lo he acabado, espero que lo hayáis disfrutado, y si no espero que paséis un rato agradable leyéndolo. Como siempre os dejo la nueva novela que está en proyecto, en
Irina Krytow. Krasnoyarsk, meseta de Siberia Central, hace dos años. Esa noche me acosté emocionada, como cada noche mi padre, la beta de la manada Krasnaya Luna, vino a arroparme, y a desearme que mañana fuera el mejor de mis días, había tomado esa costumbre desde que se lo había prometió a mi ma
Irina Krytow. La Sierra de la Culebra, España, hoy en día. Miré por última vez como el Alfa Ramírez, jefe de la manda, Sierra Blanca, moría a manos de del Alfa Malcon McDonald, del clan escoces, Green Mountains, mientras yo sentía el dolor que sentían toda la manada española, al ver morir a su Al
Desmond Darkness. Mientras clavaba mis colmillos en su cuello, supe que la vida del Alfa de la manada Dunkles Feuer, había acabado, hacia semanas que ese maldito y estúpido Alfa, le había retado, él quería conseguir el título de Rey de los Alfas, el idiota sólo porque podía mírame, a los ojos como
Irina Bykow. - “Decididamente, Malcon McDonald estaba totalmente loco.”- pensé mientras miraba a las afueras del Castillo de los McDonald, miles de clanes se apostaban, a la espera de asaltarlo para cobrarse su botín. Pronto se corrió el rumor de que Malcon se quería saltar todas las indicaciones