Irina. - “¡Abrázame!”- le gruñí de dolor a Desmond, al sentir que la zona donde él me tocaba era la que menos me dolía. A diferencia de antes, esta vez mi compañero no dudó, y pronto me vi sujeta entre sus brazos mientras yo colocaba mi mano, sobre el cuerpo herido del Beta, para extraer todas
- “Bueno eso lo vamos a hablar, ahora.”- creí oírle decir, pero sinceramente no estoy segura, cerré mis ojos y me dejé llevar por la sensación qué sentía estar cerca de él. - “¿Que nos ocurre Bella?”- le pregunté, mientras mi cuerpo se sentía agotado, Me sentía protegida y en calma. - “Creo que,
Narrador. Penllergare Valley Woods, Gales, territorio de la manada River Lake, esa noche. El gruñido alto y sonoro de furia de la Alfa Brenda Watson, se oyó fuerte y claro en la casa del Alfa, mientras de un fuerte empujón arrojaba fuera de su habitación a su último amante. - “Sal de aquí, in
Esto lejos de amedrentar a la loba, creo una necesidad, casi una obsesión, de convertirlo en su pareja, y a partir de aquí comparaba a todos los hombres con los que se acostaba con su rey Alfa, provocando que claramente los primeros salieran muy desfavorecidos. Justamente esto era lo que le había
Ava McDonald. Ver allí a mi mate sufriendo, solo me confirmó lo que había sentido previamente, aunque Elijah y yo no hubiéramos cerrado el círculo completamente de nuestra unión, nuestros lobos, espiritualmente, sí lo habían hecho. Durante el ataque, mientras yo me encontraba tirada en la colina
Ava McDonald. - “Elijah… ¿cómo estás?... ¿cómo está la herida? … ¡Déjame ver!”- me dije recorriendo su cuerpo con mis manos, mientras él gruñía de dolor al notar que le tocaba la zona herida, que aún no se había recuperado del todo. - “¡Aahh!... ¿Podrías quedarte quietita sobre mi regazo? o es m
Irina.- “¿Cómo te encuentras? ¿ El ritmo es muy alto? ¿Quieres descansar?”- la voz lobuna del Alfa sonó en mi cabeza mientras corríamos por los bosques que separaban Inglaterra de Gales.Sólo habíamos tenido un breve parón de una noche, para que se recuperara el Beta Elijah, él había amanecido, al
Comencé a reírme al imaginarme a esa omega pequeña de pelo grisáceo y blanco, amenazando a ese gran Beta marrón color chocolate, e intentando golpear el gran cuerpo musculado de su pareja, un David contra Goliat en toda regla.Aunque yo no las tenía todas conmigo, desde que Ava había conocido a su m