Irina. Mientras éramos llevabas al lugar donde debíamos colocar para el viaje hacia el lugar que, a partir de ahora mi hogar, al lugar donde estaría mi manada, lo sentí, el nerviosismo, pero no sólo del lobo que nos acompañó, sino que, en general, en toda la manada. No los sentía como antes, era c
Desmond Darkness. Desde donde estaba podía ver a toda la manada, aunque mi atención estuviera especialmente en el grupo central de la manada, donde, las dos únicas hembras que había se encontraban ubicadas entre el grupo de lobos más fuertes. Me hubiera encantado tener a mi luna a mi lado, y se
Mientras miraba a mi Luna, desde la distancia, me di cuenta de que algo le pasaba, su olor que hasta ahora era el mismo deliciosos, e intoxicante de siempre, se entremezclaban con el olor que da el miedo, la angustia y la tensión, sabía que, por la distancia, habría problemas de que me pudiera comun
Ava McDonald. Cuando noté que Bella, se echaba en el suelo, con la cabeza sobre sus patas delanteras, mientras su respiración se hacía tranquila y sus ojos se cerraban, supe que la inteligente loba Bella, había tomado el control. Mi primer instinto, cuando Irina detectó el peligro, fue, como ya lo
- “Espero que no estes muy lejos, porque no creo que aguantemos mucho, Elijah, vamos a ser atacados por la manada Red Eyes, con su Alfa al frente.”- le dije mentalmente a mi compañero. Me parecía hasta absurdo, que al segundo día de conocer a quién sería mi pareja, tuviera que perderla tan rápidam
Irina Bykow. - “Corre Gamma, yo no puedo, estoy herida, corre.”- la voz alterada y nerviosa de Ava me despertó de mi trance, más bien fue Bella la que se activó. Justo para ver a la loca de Elora salir corriendo perseguida por un grupo enorme de lobos. -” ¿Qué demonios está pasando...?”- pregun
Elijah. Tras derribar al Alfa que pretendía apresar a mi compañera, vi como su cuerpo rodaba hacia el borde de los árboles, y sin pensarlo fui tras él. Al principio, él me miró y supo que la lucha no sería fácil, no me importaba que fuera un Alfa, no era el primero al que me enfrentaba, y derrotaba
Pronto, ante el primer intento de puñetazo por su parte, lo pude esquivar fácilmente, lo que no esperaba que fuera un maldito tramposo, de alguna parte sin saber de dónde, salió una pequeña navaja de plata, que de un solo movimiento se me clavó en el costado, haciendo que aullara de dolor. Justo en