—¿Estás preparada para volver a casa? —gruño, empujando mi tazón de cereal fuera de mi vista.

—No ¿Y tú? 

Justin camina hacia mí y toma mi tazón de cereal.

—Tampoco —responde dándose la vuelta.

Observo los músculos de su espalda tensarse por los movimientos que hace al lavar el tazón. Recuerdos de la noche anterior vienen a mí, pero los envió de vuelta al fondo obscuro de mi cabeza. No es momento de pensar en sexo.

—Es que… no sé cómo serán las cosas ahora que estamos casados —giro mi alianza en mi dedo— probablemente piensen que estoy embarazada