Cuando estaba entrando note que Daniel cerraba sus ojos, pensé que iba a dormir, pero los aparatos empezaron a sonar y las enfermeras corrieron empujándonos, para que lo fueran a checar.
Él empezó a retorcerse, le estaba dando una convulsión, sus hermanas se quedaron en la puerta con cara de susto y los cuerpos paralizados.
Yo corrí donde estaba él, pensaba que tal vez si podía tocarlo el aguantaría y se calmaría.
Tal vez si yo le decía la verdad que él quería saber, tal vez si tan solo hubiera durado un poco más junto a él y no dejarlo solo, me hubiera dado cuenta que estaba a punto de pasarle esto, tenía miedo a que no aguantara y muriera, me sentía culpable.
Había visto sus ojos suplicantes, con la mirada me rogaba que no me fuera, no logre ver que tenía miedo, estaba en shock de lo que había recordado, tenía miedo de él mismo y probablemente de mí, pero quería que me quedara a su lado y no pude cumplirle su
—Hola, ¿cómo estás? Mucho tiempo sin verte, quien diría que te encontraría aquí—sonó una voz a mi espalda, sabia claramente de quien era.— ¿Qué haces tú aquí? ¿Cómo me encontraste?—voltee a mirarlo, pero no encontré a la persona que yo imaginaba, en cambio vi a una persona con cabello chino, ojos color cafés y tez clara— ¿Quién eres?—no pude ocultar mi rostro de incertidumbre.— ¿Acaso no me reconoces?—me dijo tomando una pose para que lo observara mejor, pero no lo conocía. El me miro primero con emoción pero cuando vio que no tenía idea, volvió a su pose original y se acercó a mí, tanto que podía oler su aliento— Tal vez si refresco tu memoria con algún nombre, puedas recordarme—me decía aun sin alejarse de mi rostro.—Dime ¿quién eres?—le decía intentando alejarme de él, pero cuando lo hice el tomo mi mano.—Veo que no quieres jugar, pero lo pondré fácil, soy el novio de tu rival en amores—lo dijo con una sonrisa blanca como las nubes.—
Estaba en mi cama, mirando hacia el techo, recordaba todo lo que había pasado el día de hoy.No podía creer que Daniel fuera a estar muerto dentro de 2 días y no podía creer que Ivan hubiera podido regresar del lugar a donde lo envié y robarle un recuerdo a él.“Jamás lo recuperaras” fueron sus últimas palabras, mi pensamiento no paraba de dar vueltas para encontrarle un significado, pero no lograba encontrarlo, así que decidí algo que prometí jamás volver a hacer, regresar a un recuerdo.Cerré mis ojos y me desconecte del mundo terrenal y entre en mi mente, siempre había sido doloroso tener que volver a ver todos los errores que había cometido pero, los que eran más difíciles de soportar eran los que habían sido momentos felices que después terminaron en lo contrario y ahora tenía que entrar uno.En mi mente existían demasiados recuerdos y todos con una persona distinta o con un momento específico, cada uno era una puerta de un color distinto o con varios co
Era ya muy tarde cuando salí de mi recuerdo, sabia donde se encontraba Daniel, pero no podía ni sabía cómo llegar ahí, mucho menos como sacarlo.Me quede tumbada mirando el techo blanco, buscando entre las líneas del cemento que algo me diera la idea de cómo podía hacerlo. Mi cabeza daba vueltas, quería saberlo ya, quería descubrir la forma de cómo salvarlo, pero por más que pensaba no encontraba ninguna forma, tal vez el único que podía sacarlo era Lis, él tenía ese poder y solo el sabia como contrarrestarlo.—Maldición—decía mientras golpeaba el colchón— ¿Por qué tuve que meterme con él? Jamás hubiera pensado que su obsesión por mi iba a llegar tan lejos de encerrar a Daniel en la oscuridad de los recuerdos—me decía a mí misma mientras seguía pensando en cómo solucionar todo.Mientras pasaban los minutos rápidamente, haciendo valida la ley de la relatividad de Einstein, el tono del whatsapp sonó avisándome que había llegado un mensaje, pero le quite importa
Trate de comunicarme con el mentalmente, pero no contesto, volví a intentarlo varios minutos, pero su voz ya no volvía a sonar dentro de mi cabeza.— ¿Me estoy volviendo loca?—decía con voz quebrada mientras sentía que mis ojos se llenaban de lagrima.“No, no lo estás”Su voz era clara y parecía que retumbaba en mi cerebro.— ¿En dónde estás?—le decía casi gritando, no quería que no me volviera a oír si solo le hablaba con mi pensamiento.Pero de nuevo su voz se esfumo y no me contesto, entonces decidí de nuevo volver a entrar a mis recuerdos, tenía una idea de dónde podía encontrarlo.Me recosté sobre mi colchón nuevamente y me esforcé por entrar de nuevo en ese laberinto lleno de puertas de color, ahora cuando lo intentaba por primera vez sentí un dolor intenso que llegaba desde la punta de la cabeza a mi nuca.“No lo hagas”Volvía a escucharlo y me decía que parara, pero no podía hacerlo, tenía que buscar la forma de salvarlo, tenía
Era temprano por la mañana y el clima no era muy cálido, al parecer el día de hoy habría mucho más frio de lo habitual, corría un aire casi congelante y en el cielo no se apreciaba ni la luna ni las estrellas, el cielo aun parecía una boca de lobo dispuesta a comerse a quien pudiera distraerse. Sentí como me caían unas cuantas gotas de agua en la chamarra negra que llevaba puesta.Caminaba directo hacia la avenida para tomar unos de los 2 transportes que me llevarían a la escuela, iba con diez minutos de retardo, pero en realidad no tenía pensado entrar a la clase de Física, ya llevaba con este cuatro retardos, y el profesor nos había dicho que a los tres no nos dejaría entrar a tomar clase y que sería mejor que nos pusiéramos a estudiar porque nos vería en el ETS, así que yo ya estaba resignado en esa materia, solo salía temprano de casa
—Estoy bien, gracias—le agradecí sin despegar mis ojos de su cabellera blanca.—En verdad espero que estés bien—me dijo con una ligera sonrisa que apenas se podía apreciar.Ella tomo asiento en la butaca enfrente de mí, así que pude admirar y examinar todo su cabello tratando de encontrar su raíz para verificar si ese era su color natural o si se lo había teñido, pero al parecer era natural. Este le llegaba hasta la mitad de su espalda y al observarlo se notaba que lo cuidaba demasiado, ya que era brilloso, bien cepillado y con las puntas a la misma altura, después de verlo unos minutos caí en cuenta que esta chica era el estudiante transferido y no un hombre como habían dicho Karina y sus amigas.Sin quitar la mirada de su hermoso cabello blanco, le toque el hombro para decir las palabras más tontas que jamás pude haber dicho.—L
Ha pasado cerca de un mes desde que Suki y yo nos conocimos y me asombre de su hermoso cabello. Desde ese momento cada día que he pasado a su lado ha sido maravilloso y he vivido experiencias que jamás podría olvidar.Cada tarde cuando tenemos que despedirnos siento que mi corazón late rápidamente y me entristezco, es una sensación que jamás había sentido por alguien y creo que me he dado cuenta que empiezo a sentir algo por ella, algo que pensé que jamás podría sentir.Todas las mañanas despierto con emoción, con ganas de llegar a la escuela y verla. Muchas veces no hemos entrado a clases para seguir platicando por cualquier cosa y así darnos todos los días sentados viendo a todos pasar y reír por alguna anécdota tonta. Las pesadillas han cedido y en su lugar aparecieron hermosos sueños a su lado, en donde podía acariciar su blanco cabel
No tarde más de diez minutos en llegar a donde tenía que bajar, durante ese tiempo que tardo el transporte seguía pensando en lo que me había dicho Miguel.Me sentía confundido por tantas cosas que habían pasado, mis emociones aún estaban al cien y seguía sin poder pensar con claridad.Iba a paso lento, tratando de que el dolor de estómago que me ocasionaba el estar tan nervioso y emocionado, se calmara un poco. Cuando llegue a mi casa, apenas había abierto la puerta una voz sonó de adentro.—Hola, por fin llegas, ¿no crees que es demasiada tarde?—era la voz de mi hermana mayor, Karla.—Me entretuve con Miguel, el profesor lo mantuvo más de lo acostumbrado, por lo que escuche copio toda su tarea de un compañero y la dejo hasta con el mismo nombre, así que, lo descubrió y tuvo que hablar con él y yo lo esper