Bianca, ojos azules aperlados como el mar en el amanecer. Poder ver tus ojos es lo mas parecido a volver a nacer. Yo solo quiero que tus ojos azules como el mar, como el oceano, iluminen mi vida, iluminen mi alma.
Bianca, encontrar tus labios frente a los mios es otro universo, otra dimension, poder sentir tus besos tan tibios y embriagantes es lo mas parecido a volverse loco por eleccion.
Bianca, no desaparezcas por favor que junto a ti la felicidad jamas se habia sentido tan real, tan plena y completa.
Bianca, con tu pelo tejeria un camino que me lleve hasta donde tu estes y con tus manos escribriria lo que fuese con tal de volver a verte.
Bianca, en mi agonia yo solo en ti puedo pensar, porque encontrarte a ti es lo mas parecido a redencion que yo pude experimentar.
Bianca, gracias por aparecer en mi vida, Bianca gracias por existir.
Con amor, Felipe
En la capital de Republica Dominicana vivía Felipe Guerrero, nos situamos al año 2004 donde la economía dominicana tenía uno de los mejores auges turísticos de los países latinoamericanos, por sus distintos atractivos turísticos. Felipe 18 años, 1.74 de estatura, ojos castaños claro, cabello castaño, sonrisa cegadora y sincera. Nació un 20 de septiembre del año 1986, a muy temprana edad ya sabía que quería y que es lo que no quería. No había podido terminar sus estudios por encargarse desde muy pequeño de la crianza de su hermana menor Susana, quien amaba a Felipe más que un hermano, como un padre, ya que la cuido, amo y protegió desde que eran muy pequeños, aunque se llevaran 7 años de diferencia Felipe tomo esa responsabilidad en sus manos ya que la mujer que le dio a luz, porque ni madre se le puede llamar Margaret, nunca los cuido, las drogas, fiestas y perdición eran más importantes que cualquier otra cosa para ella. Margaret, tuvo una relación de aproximadamente 15 años con el p
Bianca Vítale oriunda de Vernazza un pueblo pequeño de Italia con unos grandes paisajes como los hay en casi toda Italia. Bianca nació un 24 de febrero de 1992 y su padre Giuseppe dice que hasta el día de hoy ese fue el día más feliz de toda su vida. Bianca nació en cuna italiana donde su familia era increíblemente numerosa y donde la comida siempre sobraba, sus padres desde que vieron esos ojos azules que la pequeña Bianca había heredado de su difunto bisabuelo Mario Vítale, supieron que Bianca sería una niña especial y también sabían que aunque estaban bien económicamente debían buscar otros horizontes para que su hija pudiese desarrollar todo su potencial, así que en 1994 el matrimonio Vítale decidió mudarse a Estados Unidos donde algunos parientes de ellos habían tenido suerte y estaban ganando buen dinero además querían que Bianca tuviera la mejor educación posible. Pero como a todos los inmigrantes, no todo lo que brilla es oro y en realidad los parientes de ellos debían trabajar
Para muchos la vida actual de Margaret era un desastre total, drogadicta, mala madre, promiscua y sin un solo ápice de respeto por sus hijos. Desafortunadamente la mayoría de las personas que sufren una adicción a cualquier tipo de sustancia intentan acallar pensamientos intrusivos que provienen de eventos traumáticos del pasado. Pues, aunque Margaret había sufrido mucho en su infancia y adolescencia temprana no justificaba el hecho de comportarse como la hacía, porque a pesar de darles un pésimo ejemplo a sus hijos, ellos no eran malos, al contrario, eran excelentes niños. Margaret nació en Santo Domingo en una familia bastante disfuncional, su madre estaba obsesionada con el padre de Margaret y lo celaba de todo y de todos, también la madre de Margaret le tenía envidia a sus hijas, tenía dos, Margaret y Elizabeth que desde muy pequeñas resaltaban por su aparente belleza y carisma, eran agradables y unas niñas llenas de vida, pero la madre de ambas por sus celos totalmente irracional
Eran las 8:00 am y como de costumbre, Felipe luego de salir de ‘‘Víveres familia Vítale’’ se dirigía rumbo a su trabajo e iba pensando en el camino > pensaba para sí mismo Felipe, pero de repente su dialogo interno fue interrumpido cuando escucho una voz que provenía de lejos –‘‘¡Hey, Felipe!’’- se escuchaba muy a la distancia, era una voz conocida, Felipe sonrió-‘‘¡Santos hermano, que gusto!, tanto tiempo sin verte’’- saludó con visible afecto a aquel personaje, que se acercó abrazando a Felipe como quien no ve a un hermano hace mucho tiempo-‘‘¿Hermano, como estas?’’- pregunto Santos sonriendo y tomando firmemente pero con cariño a Felipe de ambos brazos- ‘’ Pues estoy bien, trabajando y de padre soltero’’- respondió Felipe soltando un carcajada a lo último – ‘’Sí, eso oí. Escucha, volví por un par de meses y me gustaría que tomáramos algo estos días ¿te parece?’’- Pregunta Santos y al mismo tiempo no puede dejar de quitar la mirad
Después de aquel episodio realmente desafortunado la otra noche, donde Margaret había agredido a esa niña que Felipe desconocía, pero cuya mirada asustada y ojos realmente azules no sacaba de su cabeza la idea de que quería disculparse con aquella niña, sentía esa responsabilidad, pero después de ser despedido injustamente no tenía otra cosa en mente que ver donde podría buscar dinero o a quien le podría pedir prestado mientras encontraba un nuevo empleo. Mientras tanto los problemas para nuestro valiente Felipe no dejaban de llegar ya que después del incidente ocurrido la otra noche Margaret había desaparecido, Felipe se despertó el siguiente día para hacerle el desayuno a su hermana encontrando que su madre se había llevado la mayoría de sus cosas, aunque quedo desconcertado no sintió ni tristeza, ni dolor y aunque era la primera vez que Margaret se iba tanto tiempo llevándose sus cosas, tampoco le tomo mucha relevancia > pensó
Felipe decidió levantarse de su silla e ir a despejarse un poco antes que Susana regresara de la escuela ya que no quería que lo viese en ese estado, iría a tomarse un café para bajarse un poco la borrachera, ya que se había acabado media botella. Llegando a una cafetería del barrio vio que Santos estaba sentado tomándose un café en una de las mesas, así que decidió acercarse a platicar, ya que aunque no le tenía las mejores de voluntades a Santos, Felipe se sentía muy solo y de todas maneras Santos era su amigo desde que ambos eran muy pequeños- ‘‘Bueno por fin se nos cumplió ese café, viejo amigo’’- le dijo Felipe a Santos poniendo su mano en el hombro de este ya que Santos se encontraba sentado de espaldas-‘‘¡Felipe hermano, ¿cómo has estado?!’’- respondió con una gran sonrisa y bastante entusiasmo -‘‘Quisiera decir que bien, pero bueno…’’ – contesto Felipe desanimado, sacando una silla y sentándose en frente de Santos-‘‘¿y esa cara, Felipe? ¿Todo bien?’’– Contesto Santos haciéndol
Felipe se dirigió el siguiente día en la mañana al hogar de Santos luego de dejar a Susana frente al autobús escolar- ‘‘Adiós mi cielo, que hoy tengas un excelente día ¿vale?’’- le dijo Felipe a Susana mientras esta subía lentamente las escaleras del autobús –‘‘¿No me van a alejar de ti? ¿cierto, Feli?’’- pregunto Susana con voz apagada- ‘‘Júralo’’- agrego ésta mientras se detuvo en el último escalón mirando fijamente a su hermano –‘‘Te lo juro, ahora ve’’- contesto Felipe realmente seguro y firme en su respuesta, porque esa es la imagen que quería siempre darle a su hermana, que el siempre cumpliría las promesas que le hiciera a Susana, quería que ella supiera que siempre podría confiar en su hermano. De camino a casa de Santos, Felipe evito a toda costa pasar por el frente del negocio de los Vítale se sentía tan asqueado de sí mismo que hasta dudo en ir a donde su amigo, pero la necesidad tiene cara de perro, así que, aunque miles de dudas lo embargaran en ese momento, debía seguir e
Felipe se despertó bien temprano, ya que no había logrado dormir en toda la noche, pensando en cualquier eventualidad que se pudiese presentar durante el asalto, la ansiedad, los nervios y la culpa lo consumían por dentro, estaba tan ansioso que ni siquiera podía sostener la taza donde bebía café. Felipe se dirigió a la habitación de Susana, la despertó para llevarla a escuela, Susana alegremente se despertó, pero noto que su hermano estaba muy agitado y era algo raro en él ya que Felipe era un persona bastante serena- ‘‘Feli, ¿Estás bien?’’- Pregunto Susana mientras esta se sentaba en la mesa esperando que Felipe le sirviera el desayuno- ‘‘¡Si cariño, estoy bien!’’ respondió Felipe sirviéndole unos huevos revueltos a Susana, mientras Felipe pasaba el desayuno del sartén a el plato Susana noto que su hermano se había mordido las uñas de las manos hasta la cutícula-‘‘¿Por qué preguntas, cariño?’’- agrego Felipe dibujando una media sonrisa algo fingida en su rostro –‘‘Bueno, te comiste l