Felipe se despertó bien temprano, ya que no había logrado dormir en toda la noche, pensando en cualquier eventualidad que se pudiese presentar durante el asalto, la ansiedad, los nervios y la culpa lo consumían por dentro, estaba tan ansioso que ni siquiera podía sostener la taza donde bebía café. Felipe se dirigió a la habitación de Susana, la despertó para llevarla a escuela, Susana alegremente se despertó, pero noto que su hermano estaba muy agitado y era algo raro en él ya que Felipe era un persona bastante serena- ‘‘Feli, ¿Estás bien?’’- Pregunto Susana mientras esta se sentaba en la mesa esperando que Felipe le sirviera el desayuno- ‘‘¡Si cariño, estoy bien!’’ respondió Felipe sirviéndole unos huevos revueltos a Susana, mientras Felipe pasaba el desayuno del sartén a el plato Susana noto que su hermano se había mordido las uñas de las manos hasta la cutícula-‘‘¿Por qué preguntas, cariño?’’- agrego Felipe dibujando una media sonrisa algo fingida en su rostro –‘‘Bueno, te comiste l
Aquel disparo sacudió los oídos del todo el barrio. El señor Giuseppe yacía en suelo de la entrada de su local boca abajo y la sangre empezó a emanar rápidamente a borbotones, cosa que hizo que ambos amigos se paralizaran de miedo –‘‘¡¿Qué hiciste, imbécil?!’’- exclamo Felipe quitándose la máscara y empujando a Santos –‘‘Cálmate ¿sí?, hay que irnos ahora ¿Dónde pusiste la bolsa?’’- contestó Santos sereno y calmado lo que confundió por completo a Felipe, ya que Santos no parecía sorprendido que aquella arma si estuviera cargada después de todo, cuando este le había prometido a Felipe que las armas no tenían balas –‘‘¡Santos, tú me dijiste que las armas no estaban cargadas!’’- respondió Felipe entre angustia y confusión, porque aunque sabía la respuesta obvia, también comprendía que su ‘‘amigo’’ lo había engañado –‘‘hermano, entiende que no me podía exponer así’’- contesto Santos –‘‘¡Eres una m*****a basura, mentiroso!’’- replico Felipe tomando a Santos del cuello y pegándolo contra la l
Luego de ser arrestado Felipe fue trasladado a la penitenciaria de la ciudad de santo Domingo, donde la señora Alfonsina viuda de Vítale interpuso la demanda por el homicidio de su esposo. El asunto es que, aunque Felipe había estado en el lugar de los hechos, el arma que el cargaba nunca fue detonada ni tampoco tenía balas, se supo que había un cómplice, pero nadie en el barrio pudo dar testimonio de quien se trataba y Felipe tampoco quería decir su nombre porque no era un soplón, además Felipe sabía que aunque implicara a Santos éste donde quiera que estuviese jamás seria encontrado, sabia esconderse muy bien y ya Felipe se había ganado el repudio y el odio de todos los de su barrio, así que en realidad el no puso tanta resistencia, ni emitió alguna queja, el solo acepto la culpabilidad de la que se le estaba acusando, ni siquiera solicito un abogado de oficio, porque sabía que tendría que acudir a juicio y Felipe no quería hacerle pasar por más cosas a la familia Vítale haciendo que
Eran las 9 am del año 2016 en la penitenciaria de Santo Domingo, una tormenta amenazaba con azotar las costas de esta ciudad turística. La lluvia no se hizo esperar y empezó torrencialmente a precipitarse en todas las superficies, los rayos y truenos retumbaban y hacían estremecer cualquier lugar. Felipe despertó agitado por el ruido de la tormenta lo que hizo que saliera de su litera casi dando un vuelco, faltaban sólo 24 horas para su liberación y este joven que ahora contaba con 30 años de edad, simplemente no podía creer que su larga espera ya había llegado a su fin.-‘‘Despierte señor Antonio, ya es hora de ir a desayunar’’- le decía Felipe a Antonio, quien había sido su compañero de celda por 12 largos años, el señor Antonio se encontraba en la litera superior y poco a poco se fue incorporando para lograr estirarse y bostezar –‘’Mañana es el gran día, hijo’’- le contesto a Felipe esbozándole un gran sonrisa –‘‘Así es’’ – contesto Felipe devolviéndole la sonrisa. En esos años Fel
Felipe había pasado todo el día anterior durmiendo ya que, nada se comparaba a estar en una cama realmente cómoda, espaciosa, al silencio, la paz y tranquilidad que se puede llegar a experimentar con una habitación para uno mismo. El día de hoy era un día particularmente especial para Felipe, se iba a reencontrar con lo único que amaba en este mundo, con lo único por lo que no se había dado por vencido durante tantos años, su hermana Susana, quien ahora contaba con 23 años de edad, ya era toda una mujer, su mentalidad habría cambiado eso era seguro lo que causaba un poco de ansiedad e incertidumbre en Felipe, pero intentaba no desanimarse ya que confiaba en las cosas que él le había transmitido a su hermana hace años atrás.Esa mañana el sol estaba particularmente incandescente y la vista que tenía Felipe desde su ventana hacía el resto del vecindario donde vivía Teresa se veía de ensueño, niños yendo con sus padres a tomar el bus escolar, personas trotando, perros con sus dueños pase
De regreso a Santo Domingo Susana lucía un aspecto un poco demacrado, apenas si le había dicho dos palabras a Felipe durante todo el camino y se veía un poco irascible, malhumorada e indispuesta. Llegando a Santo Domingo, Felipe bajo del bus feliz de regresar a la ciudad con su hermana y este se mostraba increíblemente atento con ella, Susana en cambio se comportaba totalmente apática y maleducada con él –‘‘Ya vas a ver que Teresa y su hija te van a caer de maravilla Susi, ellas han sido muy buenas conmigo’’- decía Felipe mientras llevaba la maleta de Susana a través del terminal de pasajeros, Susana sólo se limito a verlo con cara de pocos amigos e iba detrás de él caminando lentamente –‘‘¡Hola Felipe, que gusto verte!’’- exclamo Teresa, que se encontraba parqueada en el estacionamiento del terminal esperándolos –‘‘¡Hola Teresa, gracias por venir por nosotros!’’- contesto Felipe acercándose rápidamente a donde esta se encontraba dándole un fuerte abrazo –‘‘No es nada, cariño’’- contes
Al otro lado del mundo, en Madrid- España Bianca no dejaba de pensar en la noticia que su madre le había dado, de hecho tenía una semana que no había asistido al trabajo argumentando que se sentía mal de salud, lo cual era mentira en parte sólo que, Bianca desde ese noticia no dejaba de tener pesadillas con el rostro del asesino de su padre, con su cara, con el funeral del señor Vítale y por todo el dolor que tuvo que atravesar durante su pre adolescencia y gran parte de su adultez, ni todo los psicólogos, ni los psiquiatras a los que Alfonsina y Dante la habían llevado habrían logrado mitigar el trauma tan grande de haber presenciado el asesinato de su propio padre. Eran las 9 am y Alfonsina se encontraba tomando el desayuno en la cocina, Dante entro casi danzando por la puerta, por la manera tan particular en su forma de andar, saludando a Alfonsina como de costumbre-‘‘¡Buenos días, hermosa!’’- le decía mientras le daba un rápido beso en los labios y se sentaba a esperar que la seño
Habían transcurrido quince días desde que Felipe había traído a Susana a Santo Domingo desde Punta Cana y Felipe pensó que el ambiente familiar, las buenas costumbres y un cambio radical harían que Susana eventualmente entrara en razón y pudiese volver a ser la niña cariñosa, risueña y feliz que era antes, pero a veces las cosas no salen como uno espera. Susana no sólo estaba más rebelde que nunca, sino qué no respetaba a Felipe, ni a Teresa, Felipe estaba empezando a perder la paciencia y también se sentía increíblemente apenado con Teresa del mal comportamiento de Susana. Felipe monitoreaba a Susana las 24 horas del día para que no se metiera en problemas, pero Susana odiaba esto ya que ella sentía que Felipe no tenía ninguna autoridad sobre ella. Una mañana bien temprano, Susana se levantó y decidió que debía salir a respirar aire fresco, porque ya no soportaba aquel encierro, ni tampoco que Felipe quisiera controlarla todo el día, Susana bajó las escaleras esa mañana dieron las 9 a