Al otro lado del mundo, en Madrid- España Bianca no dejaba de pensar en la noticia que su madre le había dado, de hecho tenía una semana que no había asistido al trabajo argumentando que se sentía mal de salud, lo cual era mentira en parte sólo que, Bianca desde ese noticia no dejaba de tener pesadillas con el rostro del asesino de su padre, con su cara, con el funeral del señor Vítale y por todo el dolor que tuvo que atravesar durante su pre adolescencia y gran parte de su adultez, ni todo los psicólogos, ni los psiquiatras a los que Alfonsina y Dante la habían llevado habrían logrado mitigar el trauma tan grande de haber presenciado el asesinato de su propio padre. Eran las 9 am y Alfonsina se encontraba tomando el desayuno en la cocina, Dante entro casi danzando por la puerta, por la manera tan particular en su forma de andar, saludando a Alfonsina como de costumbre-‘‘¡Buenos días, hermosa!’’- le decía mientras le daba un rápido beso en los labios y se sentaba a esperar que la seño
Habían transcurrido quince días desde que Felipe había traído a Susana a Santo Domingo desde Punta Cana y Felipe pensó que el ambiente familiar, las buenas costumbres y un cambio radical harían que Susana eventualmente entrara en razón y pudiese volver a ser la niña cariñosa, risueña y feliz que era antes, pero a veces las cosas no salen como uno espera. Susana no sólo estaba más rebelde que nunca, sino qué no respetaba a Felipe, ni a Teresa, Felipe estaba empezando a perder la paciencia y también se sentía increíblemente apenado con Teresa del mal comportamiento de Susana. Felipe monitoreaba a Susana las 24 horas del día para que no se metiera en problemas, pero Susana odiaba esto ya que ella sentía que Felipe no tenía ninguna autoridad sobre ella. Una mañana bien temprano, Susana se levantó y decidió que debía salir a respirar aire fresco, porque ya no soportaba aquel encierro, ni tampoco que Felipe quisiera controlarla todo el día, Susana bajó las escaleras esa mañana dieron las 9 a
Felipe se encontraba devastado por tener que haber dejado a Susana en aquel centro de rehabilitación, sentía que toda la situación se le había salido de las manos y que la tasa de porcentaje para que Susana pudiese volver a ser un adulto funcional, era muy baja, él estaba aterrado de que Susana se convirtiera en lo que alguna vez fue su madre, una persona irreverente, insensible y que nunca pudiese salir del hueco en el que estaba. Las siguientes noches de Felipe fueron una tortura, peor que cuando estaba en la cárcel, no podía dormir pensando en sí a Susana le faltaba algo, se llegase a sentir sola o si tan solo necesitaba un abrazo, pero Susana estaba en proceso de desintoxicación y es un proceso realmente duro para la persona que lo padece, así que mientras ella estuviese desintoxicándose Felipe no podría tener contacto con ella, tendrían que pasar algunas semanas para que él fuese a visitarla.Eran las 2pm aproximadamente de un soleado domingo, Felipe se encontraba podando el césp
Bianca había aterrizado en Santo Domingo después de un largo viaje desde Madrid- España, apenas aterrizó sintió el calor que solo el caribe tenía para ofrecer y sin poder evitarlo se sintió como en casa otra vez, aunque después de doce años sin visitar el viejo negocio donde su padre fue asesinado a sangre fría, sentía nervios y ansiedad por tener que pisar de nuevo aquel establecimiento. Tomó un taxi que la dejaría en frente de aquel viejo negocio, no quiso detenerse a descansar en el hotel que había reservado, ya que las ansias de querer cobrar la muerte de su padre la consumían por dentro. Llegó a aquel lugar y estaba deshecho, tenía algunas ventanas rotas y por dentro había sido vandalizado .Bianca al entrar supo que había que hacer muchísimo trabajo de remodelación, se detuvo un momento para observar de frente aquella puerta, por donde el asesino de su padre había entrado y la había encontrado a ella totalmente indefensa para luego amordazarla, pero aquello era casi como una pelí
Habían pasado semanas desde que Bianca había abierto convocatorias para recibir curriculums en su nuevo súper mercado, pero a ella solo le interesaba que Felipe fuese, más este nunca se apareció en dicho lugar, lo cual a Bianca le parecía extraño e inusual. -‘‘Bianca, mi vida, ¿Cómo estás?, ¿Cómo va el plan?’’- Preguntó Alfonsina que se encontraba hablando por video llamada con Bianca-‘‘Hola mamá, bueno no tan bien’’- contestó Bianca con voz apagada –‘‘¿Por qué? ¿Qué sucede?’’- interrogó Alfonsina –‘‘Pues Felipe no ha ido al súper mercado a entregar su curriculum’’- respondió Bianca-‘‘Hija, te noto algo tensa, a puesto que desde que llegaste a esa ciudad, no has salido a divertirte ni un día’’- reclamó Alfonsina-‘‘Pues no mamá, ¿con que tiempo? , He estado ocupada remodelando el súper mercado’’- increpó Bianca-‘‘Bueno, pero el súper mercado ya está remodelado y hoy es sábado. No todo es trabajo, hija’’- recalcó Alfonsina –‘‘Bueno quizá si tienes razón, mamá’’- contesto Bianca pensativ
Camino al hotel, en el taxi, Bianca sentía latir su corazón a través de su pecho, sentía que todo su cuerpo se estremecía, Bianca era una mujer que sabía controlar sus emociones, pero aquel encuentro la dejó totalmente descolocada, nerviosa, ansiosa y sentía que todo su cuerpo temblaba, nunca antes le había pasado algo similar y sentía que estaba a punto de sufrir un infarto. Quizá pudo haber sido por el hecho de estar frente a frente con el asesino de su padre, después de doce años o quizá porque Felipe resultó ser aún más encantador de lo que ella esperaba. Al llegar al hotel, Bianca sólo quería darse una ducha fría y recostarse para calmarse un poco> Se dijo así misma, mientras abría la ducha y el agua recorría lentamente su desnudo cuerpo, aquel baño de agua helada hizo que sus ideas se acomodaran un poco, se sentó al pie de su cama todavía en bata de baño y no paraba de pensar en el rostro y
Habían pasado ya muchas semanas desde que Felipe había dejado a Susana en aquel lugar de rehabilitación, el proceso de desintoxicación de esta fue especialmente difícil debido a todos los años que ella llevaba consumiendo, luego de ser desintoxicada el psicólogo evaluó a Susana llegando a la conclusión de que esta tenía heridas de abandonó y de maltrato, Margaret y Felipe habían decepcionado a Susana a tal punto que esta no tenía la capacidad de confiar en nadie, ni en ella misma, así que con ayuda del psicólogo estaban tratando de hacer terapia en base a todas esas heridas. Susana había salido al pequeño arroyo que estaba en los jardines del centro de rehabilitación, esta estaba intentando acoplarse a sus compañeros y mostraba mejor semblante que cuando había llegado, pero el miedo de volver a recaer estaba latente al menos para ella. Susana había exigido que no quería ningún tipo de visitas, especialmente si eran de Felipe, no quería que este se ilusionara si las cosas salían mal,
Susana salió con Enrique a darle una vuelta a la ciudad, fueron a tomar bebidas y finalmente terminaron en un bar bailando, aquello a Susana le encantó y supo que debía aprovecharlo mientras se pudiese, ya que seguramente Felipe iría en su búsqueda y que aquello probablemente se esfumaría –‘‘¡Oye! ¿Quieres ir al malecón?’’- exclamo Enrique en medio del bar, quien ya tenía algunas copas demás -‘‘¡Claro!’’- exclamo Susana. Ambos jóvenes salieron de aquel lugar carcajeándose y felices de la vida, Susana sentía que por primera vez en mucho tiempo tenía a alguien que comprendía sus heridas o al menos que se le asemejaba, Susana y Enrique llegaron al malecón y dieron la 1pm, ambos se sentaron en la arena y aquel lugar estaba repleto de turistas, así que no podían drogarse –‘‘¡Oye!, ¿sabes algo?’’- decía Enrique mientras sacaba un cigarrillo y lo encendía –‘‘Dime’’- contestó Susana quien no dejaba de contemplar el mar–‘‘Hoy fue el mejor día que he tenido en muchos años’’- respondió Enriqu