- Según el recuento de votos, el nuevo presidente elegido del Grupo C&B es el Sr. Duncan Cameron - anunció el secretario Jack, luego de que todos los presentes hicieran valer su voluntad.El lado de Duncan estaba eufórico, felicitándolo y dando miradas de suficiencia al lado de Matthew, donde se veía a los directivos visiblemente preocupados.Incluso más de uno pensando en la mala decisión que había tomado, al apoyar al nieto de Angus.Ahora serían aplastados sin piedad por el lado ganador.Matt tenía el ceño fruncido visiblemente, no sabía que había prometido Duncan a los demás socios para obtener el apoyo suficiente, como para no solo hacerle la competencia, sino ganarle, por la mínima, pero una victoria al fin al cabo.Lo había subestimado y aquí estaba el resultado.Todo, por lo que su abuelo había trabajado arduamente, sería destruido en las manos de ese incompetente.- Lo siento Matthew, en realidad, hasta a mí me sorprendió, no me quiero ni imaginar las concesiones que hará Dun
Callum y Ailsa miraban asombrados todo el hermoso paisaje. Matt se divertía con ellos.Parecía que él era el que había vivido toda su vida en Escocia y ellos de verdad acababan de llegar de los Estados Unidos, así de metidos estaban en su papel.Salieron temprano en la mañana, porque tampoco quería darles tiempo a sus queridos parientes de tramar nada.Desayunaron en el camino y luego siguieron su recorrido de horas, hasta el pueblo apartado, donde vivía la Sra. MacLeod.Matt estacionó el auto en las afueras de una alta reja que le impedía el paso. Se bajó del auto y Ailsa vio como conversaba durante un tiempo con un señor mayor, que salió a recibirlo de una pequeña caseta de seguridad.Después de mucho ir y venir, al final los dejó pasar y Matthew se preguntó que, si este solo había sido el primero obstáculo, no se imaginaba las negociaciones con la Sra. MacLeod.A través de kilómetros de cultivos y árboles, como un bosque encantado, llegaron a una finca antigua, muy bien conservada
- No te prometo nada definitivo, pero puedo asegurarte, que hablaré con Morag sobre tus asuntos en la empresa- le dijo Catriona a Matt, sentados en el salón, después de que cenaron, bromearon un rato y Ailsa y Callum, subieron a descansar.- Se lo agradezco mucho, no sabe lo que significa para mí- agradeció Matt evidentemente emocionado.- No he dicho que vaya a decir que sí, solo dije que le hablaré del tema, así que no te emociones todavía, ni me des las gracias- lo interrumpió Catriona, porque a pesar de que los quería ayudar, Morag tenía su propio carácter.- Ya con eso es suficiente para darle las gracias- aseguró- Lo hago por tu familia, tienes una linda familia, cuídalos mucho y pórtate bien con tu esposa que tiene el corazón de oro y ya no las hacen así.Y claro que Matthew sabía que Ailsa era especial.Era increíble, única y él no era tan ciego, como para no darse cuenta de eso.Subió las escaleras hacia la habitación matrimonial que le habían preparado y entró con una botel
Al otro día, cuando abrió los ojos con cansancio, la somnolencia se le quitó de golpe a Ailsa, al recordar todas las locuras que una copa de vino le habían hecho hacer anoche.Porque fue claramente la copa de vino y nada más.Ella era una mujer tímida y recatada, pero cuando Matt se despertara, podía dar fe, de que eso era un engaño total.Lo tenía a él, enredado como pulpo, abrazándola desde su espalda, pero a diferencia de otras mañanas, cierta parte de su cuerpo también se encontraba dormida, porque si después del campeonato y las exigencias de ayer de la pelirroja, todavía tenía una erección matutina, entonces era un enfermo sexual sin cura, o la tenía de goma.¿Cómo salía de esta situación tan embarazosa y delicada? ¿Cómo reaccionaría Matt, cuando se despertara?Esta vez no podía huir como la primera vez, esta vez si se tendrían que ver las caras y a Ailsa, le dolía el corazón de solo pensar en su rechazo y su arrepentimiento.Pero lo que ella no sabía, era que Matt no estaba pas
Isla no podía creer lo que su esposo le estaba ladrando por teléfono. La acusaba por su incapacidad, como si ella tuviese la culpa de que las votaciones no hayan ido a su favor.Quién se iba a imaginar que Matt tendría esa carta escondida. Que la indiferente Morag, iba a salir de su reclusión solo para darle todo su apoyo.Con sus votos, ya no era necesario ni siquiera hacer un recuento, era obvio que Matthew Campbell sería en nuevo presidente de la compañía C&B y aunque todavía estaba a prueba durante 3 meses, eso no le daba ningún consuelo a Isla, que ya estaba temblando solo de imaginarse cuando Duncan regresara hoy a casa.- ¡M4ldito, m4ldito!- gritaba como loca, arrojando al suelo, toda la comida, ya organizada encima de las mesas de catering que iba a utilizar en su recepción de celebración.Pero esto no se iba a quedar así, no podía desquitarse con su sobrino, pero sí podía hacerlo con la estúpida e inocente de su mujer.Isla se recompuso de su ira como pudo, le pidió a una do
- Sra. Smith, yo no soy la anfitriona de esta reunión, considéreme una invitada más, solo hice las llamadas, pero debo agregar que estoy profundamente apenada- comenzó a justificarse Isla, falsamente, ante una de las esposas de los accionistas a favor de Duncan– Mire, ella es la anfitriona de la reunión.Señaló a Emily, en cuanto la vio salir del castillo, hacia el jardín y sonrió por dentro, complacida y con malicia al ver el vulgar vestidito que traía puesto, a una reunión donde todas iban con exclusividad de la cabeza a los pies.- ¿Usted es la Sra. Campbell, la esposa de Matthew Campbell? - preguntó una de las invitadas con altanería de repente, al ver acercase a Ailsa.Ailsa estaba sudando frío, por qué había tantas personas y todas mujeres, además mirándola con cara de asesinato. ¿Dónde estaba el servicio de camareros que contrató y por qué todos habían llegado antes de la hora acordada?- Sí, yo soy la esposa de Matthew Campbell, mi nombre es Emily Campbell y es un placer rec
Morag entró en el jardín del castillo Campbell como si fuera su propia casa.Sin indagar mucho, solo con la situación vergonzosa que presenció al entrar, sabía lo que pretendían estas odiosas señoras contra la inocente pelirroja, que estaba segura, era la esposa de Matthew Campbell.- ¿Quién te crees que ere…? ¿Morag?- se autointerrumpió la señora canosa, cuando se fue a girar para reprender a la nueva entrometida y se encontró de frente con la heredera de los MacLeod.- ¿Morag, la loca de los MacLeod?- preguntó incrédula su hija, la que le había tirado al suelo la comida a Ailsa.Luego se asustó un poco, porque se dio cuenta de que se le había ido la palabra “loca” en su oración asombrada.Había escuchado hablar de esta poderosa mujer en la alta sociedad, pero nunca la había visto.Como los comentarios eran que se había vuelto loca, ella se pensaba que era una vieja decrépita y no esta hermosa y digna mujer, que caminaba hacia ellas.¿Y qué si era bella y la había escuchado?Su padre
Isla no durmió en toda la noche y cuando se levantó en la mañana, miró con preocupación, como se le había acabado su base facial encubridora.La necesitaba con urgencia y no podía salir así a ver a nadie.Así que, casi huyendo del castillo, con unos lentes de sol grandes y oscuros. Fue a las tiendas especializadas a comprar lo que necesitaba.Podía haberla pedido por internet, pero sentía que no era lo suficientemente rápido, nadie podía conocer su vergüenza.Solo que nunca se imaginó que después de haber solucionado el que creyó sería el mayor percance del día, cuando llegó al castillo, se encontraría con el problema real.- Baja las cosas del auto con cuidado, que hay pastelería para Moira- le ordenó a uno de los hombres del personal, pero este se quedó en su sitio parado como si con él no fuera.- ¿Acaso eres sordo o ya no quieres tu empleo? - le preguntó con prepotencia.Había algo en el ambiente desde que se bajó del auto, que no le gustaba para nada.Siempre salía alguna doncel