Asher Miller.Hace tiempo que no me reía tanto, me duelen las mejillas de tanto sonreír, ese entumecimiento me hace sentir muy afortunado de haber conocido a Zaria.Tiene un sentido del humor muy parecido al mío así que es inevitable tener largas conversaciones que parecen no tener final y tampoco queremos que lo tenga.—¿Cuándo usarás el cupo?—Estaba pensando ir la semana que viene, ¿me acompañas?—Por supuesto, luego podríamos ir al cine… nunca he besado a alguien en las filas de atrás— coloco su mano en su entrepierna y le beso el cuello.—Asher, ¿no tienes miedo de que nos vean? — resistiéndose.—Son las dos de la madrugada Zari, no hay nada que temer— continuo besándole el cuello.—Asher—Baja su voz, volviéndola tan irresistible y seductora— yo salto desde su cuello hasta sus labios, haciéndola callar, mordiendo un poco su labio inferior en medio del beso.—¿Quieres que pare? —susurre.—No— en medio de jadeosMe subí encima de ella, continuando con mis besos en sus labios, luego
Zaria Ivanov.¿Cómo se puede pasar de la felicidad a la tragedia en cuestión de segundos? Nunca entenderé la ironía de la vida, como te regala un poco de alegría y dicha en tu corazón y luego procede a apuñalarte con un filo hirviendo justo en el pecho. Sin darte tiempo tan siquiera de procesar.Ahí estaba yo, de pie junto a Asher, y los Miller, quienes se han encargado de arreglar poco a poco mi corazón roto, de ponerle color a mi mundo gris. Frente a la mujer que se encargó de destrozarlo, de hacerme sentir miserable y poca cosa.— ¿Mamá? — deje salir con lo poco de aliento que me quedaba del asombro.¿En serio está abriendo sus brazos hacia mí? ¿Qué le hace pensar que le quiero dar un abrazo?Se ve como mi madre; una versión desgastada y enferma de ella, pero no la siento como mi madre.— ¿Qué haces aquí?—Vine por ti.Sus ojos se ven opacos, sin ningún ápice de amor.—No quiero irme.—Eso no lo decides tú.—¿Por qué mejor no tomamos un poco de café y lo hablamos con calma? — sugie
Asher MillerMe siento de manos atadas al ver como Zaria es llevada con fuerza en contra de su voluntad, quería correr para defenderla, pero sentí la mano firme de mi padre en mi hombro.— ¿Por qué se la lleva? ¿Puede hacerlo? — cuestione desesperado.Mi madre saco su teléfono y comenzó a llamar a la de servicios sociales.—No podemos hacer nada, Asher, ella es su madre— inquirió mi padre.—Debe haber una forma…—No la hay, así es la ley.—La ley es una mierda— retire de un jalón la mano de mi padre y subí las escaleras, ignorando el llamado de mi padre.Quiero golpear cosas, quiero golpear todo lo que se me ponga en frente, quiero salvar a Zaria, me siento un inútil por no poder hacer nada.¿Cómo pude quedarme paralizado mientras veía como se marchaba? ¿A dónde se fueron? Esto me está haciendo hervir la sangre a un nivel que jamás había experimentado.Me siento igual de furioso que cuando Markus la estaba besando sin su consentimiento.Baje las escaleras nuevamente para saber qué har
Zaria Ivanov.Nueva York.Me encuentro caminando rumbo a Los Ángeles, sé que es un camino muy largo, pero encontraré la solución para llegar hasta allá; no importa si debo pedir aventón, limosna o trabajar limpiando autos a desconocidos por un par de dólares.Tengo que llegar de cualquier forma hasta Los Ángeles, debo llegar con los Miller, debo volver con Asher.Mientras camino no puedo evitar recordar el rostro de mi madre, como la encontré tendida en el suelo, retiro con mis dedos las lágrimas que se asoman, no quiero llorar y mucho menos en la calle. Está haciendo frio, casi anochece por completo y no tengo idea de cuánto tiempo me llevará llegar a los Miller.Muchos pensamientos vienen a mi mente, todos negativos. Es difícil mantenerse positiva cuando un golpe tras otro te recuerdan que la vida es cuesta arriba.Llevo a penas quince minutos caminando, cuando se acercan unas luces de un auto; yo me hago aun lado montándome en la acera de la calle para no estorbar, pero el auto baj
Asher Miller.Desde que Zaria no está me siento todas las noches frente a mi computador abriendo casi todas las redes sociales que tengo; buscando su nombre y apellido, entrando en cada perfil de ‘’Zaria Ivanov’’, decepcionándome con cada equivocación, cada rostro desconocido.Ninguna es ella.¿Cómo pudo desaparecer? Nunca hablamos sobre nuestras redes sociales, pero si quisiera contactarme ella sabría qué hacer. ¿Qué chica de diecisiete no tiene redes sociales? Es imposible, a menos que ella realmente no pueda buscarme porque no está bien.Empecé a imaginar posibles escenarios; su madre es una adicta, por su forma de actuar y vestir se nota que seguía consumiendo. Muchas cosas malas pueden pasar cuando tienes una madre drogadicta.¿Y si se quedó dormida y dejo la estufa encendida y todo se prendió en fuego? Deslice mi mano con el mouse y busque en google recientes accidentes de casas o departamentos prendidos en fuego en estados unidos. Un par de noticias, pero nada que involucre el
Zaria Ivanov.Unos hombres armados y tatuados me enseñaron todas las instalaciones, me enseñaban las puertas donde ‘’posiblemente puedes huir, pero no podrás porque hay guardias ahí’’, también me dijeron muy claramente; ‘’te pondremos una bala en la frente si lo intentas’’.Quedo claro para mí cuando le dispararon a aquel hombre.El lugar era algo oscuro, tenía iluminación roja y violeta, carteles de neón en todos lados, varios cubículos donde entraban mujeres acompañadas por hombres que las miraban como si fuesen un pollo recién horneado.Tengo muchísimo miedo, pero no quiero morir.Los dos tipos me llevaron al último lugar por enseñarme; El camerino de chicas.Al entrar observo a un montón de piernas delgadas, desnudas, en tacones altos y con mucho maquillaje.Todas se me quedan viendo, el silencio invade el lugar.—Nuevo juguete, ya saben que hacer— dice uno de los guardias mientras me empuja al centro y cierra la puerta.Yo tropiezo con una de ellas, me sujeta y me aparta.—No inv
Zaria IvanovMeses después. 2017El miedo ya no existe en mi pecho, cada noche salgo a bailar imaginando mis recitales de ballet. Nunca pensé que el ballet fuese mi arma para sentirme libre en un club nocturno, sin embargo, cuando las luces se apagan y estoy en una cama rodeada de mujeres con sueños rotos, me doy cuenta que soy una prisionera más.Asher debe estarse olvidando de mí; olvidando de cómo nos besábamos a esta hora, como nos contábamos nuestros planes para estar juntos.Lo extraño con todo mí ser, y siento odio por mi madre. Si mi padre hubiese estado vivo y fuese mi madre la que hubiese muerto en ese accidente de auto yo estaría feliz ahora. No llorando con un delineado corrido por mi mejilla.Tratando de mantenerme cuerda en un lugar como este.Recibiendo acosos de todos los hombres, bailando casi desnuda dentro de una jaula.Lo bueno es que ningún hombre me toca, me siento ‘’segura’’, como si fuera un pedazo de carne jugoso en una vitrina enorme y todos pudieran verme d
Asher Miller. 2020, Las vegas.Estuve de pie en el acto de grado de la academia de oficiales junto a otros de mis compañeros.El director de la academia; el señor Dallas dio la charla conmemorativa, nos felicitó por nuestro desempeño y nuestra formación.Debió ser un momento feliz, si no fuese por el hecho de que en los asientos de los familiares son mis sillas las que estaban vacías.Mi padre muerto y mi madre se negó a ‘’celebrar’’ que su único hijo siga los peligrosos pasos de su padre.No importó nada de lo que me dijo en su momento, no cambie de opinión.Tuve que mudarme de casa a Las Vegas apenas pude, la tensión con mi madre crecía cada vez más y enlistarme fue la mejor decisión del mundo. Es una forma de sentirme conectado con mi padre, es lo que él hubiese querido.Me gradué con honores y el mayor promedio de la academia, pase todas las pruebas con éxito, siempre teniendo en mente los consejos de mi padre. Él fue mi mejor maestro.Zaria Ivanov, nunca la olvidé, al contrario,