Zaria Ivanov.Unos hombres armados y tatuados me enseñaron todas las instalaciones, me enseñaban las puertas donde ‘’posiblemente puedes huir, pero no podrás porque hay guardias ahí’’, también me dijeron muy claramente; ‘’te pondremos una bala en la frente si lo intentas’’.Quedo claro para mí cuando le dispararon a aquel hombre.El lugar era algo oscuro, tenía iluminación roja y violeta, carteles de neón en todos lados, varios cubículos donde entraban mujeres acompañadas por hombres que las miraban como si fuesen un pollo recién horneado.Tengo muchísimo miedo, pero no quiero morir.Los dos tipos me llevaron al último lugar por enseñarme; El camerino de chicas.Al entrar observo a un montón de piernas delgadas, desnudas, en tacones altos y con mucho maquillaje.Todas se me quedan viendo, el silencio invade el lugar.—Nuevo juguete, ya saben que hacer— dice uno de los guardias mientras me empuja al centro y cierra la puerta.Yo tropiezo con una de ellas, me sujeta y me aparta.—No inv
Zaria IvanovMeses después. 2017El miedo ya no existe en mi pecho, cada noche salgo a bailar imaginando mis recitales de ballet. Nunca pensé que el ballet fuese mi arma para sentirme libre en un club nocturno, sin embargo, cuando las luces se apagan y estoy en una cama rodeada de mujeres con sueños rotos, me doy cuenta que soy una prisionera más.Asher debe estarse olvidando de mí; olvidando de cómo nos besábamos a esta hora, como nos contábamos nuestros planes para estar juntos.Lo extraño con todo mí ser, y siento odio por mi madre. Si mi padre hubiese estado vivo y fuese mi madre la que hubiese muerto en ese accidente de auto yo estaría feliz ahora. No llorando con un delineado corrido por mi mejilla.Tratando de mantenerme cuerda en un lugar como este.Recibiendo acosos de todos los hombres, bailando casi desnuda dentro de una jaula.Lo bueno es que ningún hombre me toca, me siento ‘’segura’’, como si fuera un pedazo de carne jugoso en una vitrina enorme y todos pudieran verme d
Asher Miller. 2020, Las vegas.Estuve de pie en el acto de grado de la academia de oficiales junto a otros de mis compañeros.El director de la academia; el señor Dallas dio la charla conmemorativa, nos felicitó por nuestro desempeño y nuestra formación.Debió ser un momento feliz, si no fuese por el hecho de que en los asientos de los familiares son mis sillas las que estaban vacías.Mi padre muerto y mi madre se negó a ‘’celebrar’’ que su único hijo siga los peligrosos pasos de su padre.No importó nada de lo que me dijo en su momento, no cambie de opinión.Tuve que mudarme de casa a Las Vegas apenas pude, la tensión con mi madre crecía cada vez más y enlistarme fue la mejor decisión del mundo. Es una forma de sentirme conectado con mi padre, es lo que él hubiese querido.Me gradué con honores y el mayor promedio de la academia, pase todas las pruebas con éxito, siempre teniendo en mente los consejos de mi padre. Él fue mi mejor maestro.Zaria Ivanov, nunca la olvidé, al contrario,
Zaria Ivanov.20 de Junio, 2014. L.A.Lo mejor de viajar en auto es tener el asiento al lado de la ventana y poder mirar el paisaje, observar cómo se desplaza con rapidez y cambia de forma constante lo que estás viendo, haciendo que sea más difícil memorizar o recordar lo que acabas de ver.Ojala así funcionara la vida.Estoy por ser llevada a un hogar temporal, con una familia que, luego de leer mí expediente a pesar de que soy adolescente, decidió aceptarme.En el asiento del copiloto está sentada Jane cuyo apellido no recuerdo; una agente de servicios sociales y el chofer es otro agente llamado Scott.—Ya casi llegamos, Zaria.— dice, mientras me da una sonrisa de medio lado.Yo intento imaginar cómo serán los señores de esa nueva casa a donde voy, ¿serán amables? ¿Serán estrictos? ¿Los señores serán agresivos conmigo cuando nadie los vigile? Debo admitir que tengo un poco de miedo. Es primera vez que una familia decide aceptar a una adolescente como yo de quince años, la mayoría de
Asher Miller.20 de Junio, 2014. L.A.—Saca las galletas del horno, David— ordena mi ansiosa madre.Yo me acerco a la cocina, preguntando el motivo de su afán en limpiar, ordenar y cocinar todo al mismo tiempo.—Vendrá una visita de servicios social— dijo mi padre.—Oh no— ya sé lo que eso significa, otra persona a quedarse en casa. Odio cuando hacen esto sin consultarme.—Pensé que hablarían conmigo primero, ese era el trato. — refute. Ya habíamos hablado anteriormente de que ser hogar temporal era agotador, no solo para ellos, si no para mí.—Bueno, jovencito, ese no es modo de hablarle a tus padres— me regaña mi padre.—Lo siento, pero pensé que ya no traerían a más niños— insistí.—Este es un caso especial, no es un niño, es alguien que necesita amor y comprensión, así que la vas a tratar bien y apoyaras con una sonrisa hermosa en tu rostro— advierte mi madre.— ¡No es justo! No quiero compartir mis cosas de nuevo, el ultimo niño me rompió mis juguetes— exclame.—Asher, basta, — g
Zaria Ivanov.Que Asher me entregue un sándwich y unas disculpas fueron una forma bonita de empezar el día, no me considero rencorosa, mi madre me enseño a personar repetidas veces, a creer en las segundas oportunidades.Justo ahora creo en ella, sé que se recuperará y vendrá por mí. A cumplir las tantas promesas que me hizo.Sin embargo, cuando la señora Miller, es decir, Adelina mencionó la playa no pude evitar pensar en mi familia. Esa tambien era nuestra tradición.Es inevitable sentir un vacío en mi pecho.—Sé que no tienes traje de baño— me sonrió—pasaremos por una tienda a comprarte uno nuevo.—No es necesario señora Adelina, estoy bien— con vergüenza.—Ay no te preocupes, Zarina. No es nada.—Es Zaria, mi nombre es Zaria. — no me gusta que digan mal mi nombre.—Lo siento— se ríe— soy mala con los nombres, Zaria.Adelina me acompaño hasta mi cuarto y luego me dio privacidad para que me acomodara.En el auto voy sentada junto a Asher, David va manejando y Adelina leyendo una rev
Zaria Ivanov.Me he acostumbrado de una forma increíble a esta casa, a estas personas, Jane tenía razón; los Miller son geniales. En especial Asher, aunque el primer día actuó como todo un idiota, en tanto más paso el tiempo con él, más me doy cuenta que es igual que yo.Que tenemos los mismos deseos por cumplir nuestras metas, que tenemos las mismas ganas de crecer y también tenemos miedo de fallar.Logré entrar al mismo colegio que Asher, estamos cursando las mismas clases. Para muchos podría ser incomodo tener que ir al colegio con una extraña que además vive en tu casa, pero con Asher lo más incómodo se vuelve normal.—No te preocupes, mis amigos son igual de cool que yo— insiste Asher mientras que yo camino más lento a medida que nos acercamos al instituto.Mi respiración se agita, al igual que los latidos de mi corazón. Mis ojos me advierten que si menciono cualquier palabra, lloraré, así que solo me quedo en silencio, paralizada del miedo.Un colegio nuevo es algo que nunca hab
Asher Miller.Llegando al patio se acerca a mí Sabrina Harper, una chica que conozco desde el kínder, íbamos juntos a natación.Me sorprendió verla en esa fiesta, no vamos en el mismo instituto.—¿Qué haces aquí? — pregunte.Ella tambalea y con un pequeño traspiés choca cayendo en mis brazos. La sostuve para que no siguiera de largo al suelo.—Asher— murmura con la lengua pastosa.Yo la sujeto con fuerza.—Estas muy ebria— y le coloco su mano en mi hombro, dándole un último vistazo a Zaria, la cual se encuentra en el patio.Subo con cuidado las escaleras sujetando a Sabrina y llevándola a uno de los cuartos de la casa.—Quiero confesarte algo, Asher— continuaba diciendo con dificultad.—Me lo dirás otro día, ahorita estas muy, muy ebria— la acosté con cuidado en la cama y antes de irme ella tomo mi mano.—Asher, nunca había tenido el valor para decirte lo que siento por ti— Oh no…— desde que somos niños te me hiciste el más guapo de la clase.—Sabrina, basta— intente detenerla, no me