La noche caía sobre Houston cuando Yasmany salió sigilosamente de la mansión Blackwood. Vestido con ropa oscura y llevando una mochila con algunas provisiones, se movía con la agilidad y sigilo que había aprendido en las calles años atrás.Su destino: la biblioteca pública de Houston. Sabía que era un lugar poco probable para encontrar respuestas sobre dragones y poderes místicos, pero era un comienzo. Además, necesitaba alejarse de la mansión, de las miradas inquisitivas de Eleanor y la preocupación en los ojos de Caroline.Mientras caminaba por las calles nocturnas, Yasmany no pudo evitar notar cómo la ciudad parecía diferente ahora. Las sombras parecían más profundas, las luces más brillantes. Era como si sus sentidos se hubieran agudizado, permitiéndole percibir cosas que antes pasaban desapercibidas.Al llegar a la biblioteca, se dirigió directamente a la sección de mitología y folklore. Pasó horas revisando libros sobre dragones, leyendas antiguas y poderes místicos. Aunque la m
El amanecer encontró a Yasmany en el jardín trasero de la mansión Blackwood, su cuerpo tenso con anticipación. Las palabras del Dr. Cortez resonaban en su mente: "Aprender. Entrenar. Descubrir quién eres realmente y qué puedes hacer."Respiró profundamente, cerrando los ojos y centrándose en el calor que siempre parecía arder en su interior. Esta vez, en lugar de reprimirlo, lo abrazó, dejando que el fuego interno se expandiera por todo su cuerpo.Cuando abrió los ojos, sus manos estaban envueltas en llamas doradas. Yasmany las observó con asombro, notando que el fuego no quemaba su piel. Con un movimiento de su muñeca, las llamas danzaron, formando patrones en el aire."Increíble," susurró para sí mismo.Animado por este éxito, Yasmany comenzó a experimentar. Descubrió que podía controlar la intensidad del fuego, desde un suave resplandor hasta una llamarada feroz. Podía darle forma, crear bolas de fuego e incluso hacer que las llamas "saltaran" de una mano a otra.Estaba tan absorto
La noche de Houston envolvía la ciudad en un manto de luces brillantes y sombras profundas mientras Yasmany y Caroline se deslizaban por las calles en el elegante coche de los Blackwood. El silencio entre ellos estaba cargado de tensión y preguntas no formuladas."¿Estás seguro de esto?" preguntó Caroline finalmente, rompiendo el silencio.Yasmany asintió, sus ojos fijos en el camino. "Necesitamos respuestas, Caroline. Y no podemos confiar en tu madre para obtenerlas."Caroline suspiró, recostándose en su asiento. "Nunca pensé que diría esto, pero tienes razón. Mi madre... siempre ha tenido sus propios planes. Pero Yasmany, ¿confías realmente en este profesor?""No," admitió Yasmany. "Pero ahora mismo, es la única pista que tenemos."El coche se detuvo frente a un modesto edificio de apartamentos en las afueras de la ciudad. Yasmany y Caroline intercambiaron una mirada antes de salir del vehículo.En el tercer piso, Yasmany tocó la puerta del apartamento 3B. Después de un momento, la
El túnel oscuro parecía interminable mientras Yasmany, Caroline y el Dr. Cortez corrían, sus pasos resonando en la estrecha pasarela. El aire estaba cargado de humedad y el olor a moho, pero Yasmany apenas lo notaba. Su mente estaba enfocada en una cosa: el poder que fluía por sus venas."¡Por aquí!" gritó el Dr. Cortez, girando bruscamente a la izquierda. Emergieron en lo que parecía ser un antiguo sótano, lleno de cajas polvorientas y muebles cubiertos con sábanas. El profesor se dirigió rápidamente a una pared, palpando los ladrillos hasta que uno cedió bajo su toque. Un panel se deslizó, revelando una pequeña habitación oculta."Entren," instó. "Estaremos seguros aquí por ahora."Una vez dentro, el Dr. Cortez cerró el panel y encendió una tenue luz. La habitación era pequeña pero estaba bien equipada: había una mesa con varios monitores, estanterías llenas de libros y lo que parecía ser equipo de comunicación.Caroline miró a su alrededor con asombro. "¿Qué es este lugar?""Mi ce
Los días se convirtieron en semanas en el refugio subterráneo del Dr. Cortez. Para Yasmany, cada hora estaba llena de descubrimientos y desafíos mientras se sumergía en el entrenamiento de los Guardianes del Fuego.Una mañana, Yasmany se encontraba en el centro de la habitación principal, sus ojos cerrados en concentración. Gotas de sudor perlaban su frente mientras luchaba por mantener una pequeña llama flotando sobre su palma extendida."Controla tu respiración," instruyó el Dr. Cortez. "El fuego responde a tus emociones, a tu voluntad. Debe ser una extensión de ti mismo."Caroline observaba desde un rincón, sus ojos nunca dejando a Yasmany. En las últimas semanas, había visto a su esposo transformarse, no solo en sus habilidades, sino en su confianza y determinación.De repente, la llama en la mano de Yasmany creció, formando la silueta de un pequeño dragón que rugía silenciosamente. Los ojos de Yasmany se abrieron, brillando con un resplandor dorado."¡Lo hice!" exclamó, una sonri
El refugio subterráneo del Dr. Cortez era un laberinto de habitaciones y pasillos, cada uno lleno de secretos y conocimientos antiguos. Yasmany había pasado semanas explorando cada rincón, absorbiendo toda la información que podía sobre los Guardianes del Fuego y su herencia.Una tarde, mientras buscaba un libro específico sobre técnicas avanzadas de control de fuego, Yasmany notó un volumen que no había visto antes. Estaba oculto detrás de otros tomos, su lomo de cuero agrietado por el tiempo.Con curiosidad, lo extrajo de la estantería. El título, escrito en caracteres chinos antiguos, brilló tenuemente bajo la luz. Yasmany frunció el ceño, sorprendido de poder entender las palabras: "El Camino del Fuego Sanador"."¿Qué tienes ahí?" preguntó Caroline, acercándose.Yasmany abrió el libro, sus ojos recorriendo las páginas con asombro creciente. "Es... increíble. Habla sobre cómo los antiguos Guardianes usaban su fuego no solo para destruir, sino para sanar."El Dr. Cortez, atraído por
El amanecer teñía el cielo de Houston con tonos dorados y anaranjados mientras Yasmany se preparaba para otra sesión de entrenamiento. Habían pasado varias semanas desde su descubrimiento del antiguo texto de los Zhang, y cada día traía nuevos desafíos y revelaciones."Concéntrate," instruyó el Dr. Cortez, su voz firme pero amable. "Visualiza el flujo de energía a través de tu cuerpo."Yasmany cerró los ojos, respirando profundamente. Podía sentir el calor familiar en su pecho, pero ahora era diferente. Ya no era un fuego incontrolable, sino una corriente de energía que fluía por sus venas, respondiendo a su voluntad.Con un movimiento fluido, extendió su mano. Una llama dorada cobró vida en su palma, danzando y cambiando de forma según sus pensamientos. Ya no era solo destrucción; era vida, era sanación.Caroline observaba desde un rincón, sus ojos brillando con una mezcla de asombro y orgullo. "Es increíble," murmuró.El Dr. Cortez asintió. "Yasmany ha progresado más rápido de lo qu
La noche caía sobre Houston, las luces de la ciudad parpadeando como estrellas caídas. Yasmany Ramos se encontraba en la azotea de un edificio abandonado en el Tercer Barrio, su mirada fija en el horizonte. El viento agitaba su cabello, trayendo consigo el aroma a asfalto caliente y el murmullo distante del tráfico."¿Estás seguro de esto?" preguntó Caroline, su voz apenas audible sobre el rugido de la ciudad.Yasmany se volvió hacia ella, sus ojos brillando con un resplandor dorado en la penumbra. "Es la única manera," respondió. "Las familias no van a ceder el poder voluntariamente. Tenemos que mostrarles que hay otra forma."El Dr. Cortez, que había estado revisando un antiguo mapa de la ciudad, se acercó a ellos. "El plan es arriesgado, Yasmany. Una vez que comencemos, no habrá vuelta atrás."Yasmany asintió, su rostro una máscara de determinación. "Lo sé. Pero Houston ha vivido demasiado tiempo bajo el yugo de las familias. Es hora de que la gente sepa la verdad."Con un gesto de