Patrick observó con detenimiento a Kiara, había estado inusualmente callada durante el viaje y las pocas horas que llevaban en la Isla no había sido distinto. Podía imaginar la razón de su distracción. Sabía que era Harrison el dueño de sus pensamientos.—Te dije que lo invitaras, Kiara —le dijo, sentándose en la tumbona, a la orilla de la piscina.Kiara negó.—Son unas vacaciones familiares —dijo.Patrick elevó una ceja y con un movimiento de cabeza señaló en dirección de Marcelo y Alessandra.—Ale es parte de la familia, Pat —se quejó.—Sí y no.Kiara elevó una ceja de manera interrogativa.—Alessandra no está en calidad de familia en este momento, ¿no te has dado cuenta de la manera en que ve a Marcelo? Me temo que hay interés y que no son familiares —explicó Patrick—. Además, Harrison es parte de la familia, ya sea por tu lado o por el mío.Kiara suspiró.—De todas maneras, no hay mucho que pueda hacer, estamos a doce horas de distancia —murmuró.Patrick iba a refutarle, pero en e
«¡Sorpresa!»Kiara estaba en shock, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no pudo moverse.—¿Harrison? —preguntó emocionada, su corazón se aceleró y no tenía nada que ver con el esfuerzo físico que recién había hecho. Era él la causa de los latidos erráticos de su corazón.Harrison asintió y cerró la distancia entre ellos cuando se dio cuenta de que Kiara estaba demasiado impresionada para avanzar en su dirección. Él no tuvo ningún reparo en abrazarla, no le importó quedar empapado, todo lo que quería era sentirla junto a su cuerpo y olvidarse de esas pocas horas que estuvieron separados.—¿Cómo? —dijo—. ¿Cómo llegaste? —preguntó.Harrison le dio un beso en la frente.—Salí casi detrás de ti —le confesó.Kiara miró a Patrick y él le sonrió.—No podía permitir que se separaran justo en este momento. La distancia no siempre es buena —dijo.Kiara tragó el nudo que se le formó en la garganta.—¡Eres el mejor hermano del mundo, Pat! —gritó, haciendo que Marcelo carraspeara.—De nada, Kiar
«Una nueva oportunidad para volver a amar»Patrick cerró la poca distancia que había entre los dos, sus labios se rozaron en una suave caricia que hizo a Meghan cerrar los ojos, fue un breve instante que se permitió sentir el calor de Patrick antes de alejarse.—Entiendo que no quieras cerrarte a una nueva oportunidad, Patrick. De hecho, me parece maravilloso que no te estanques, pero no quiero ser el clavo que saca otro clavo, tu ruptura aún es reciente.—Meghan.—Eres un hombre maravilloso, Patrick. Muy especial y de verdad, no quiero cambiar el concepto que tengo de ti, por algo pasajero.—No puedes asegurar que será pasajero, Meghan —Patrick tomó su mano y le dio un ligero apretón.—Tienes que dejar que tu herida sane para poder ofrecerme tu corazón u ofrecérselo a alguien más. Deja que el tiempo haga su trabajo, Patrick.Él la soltó.—Meghan…—Si el destino lo quiere, Pat, será. No hay prisa —susurró Meghan acercándose a él y dándole un rápido beso en la mejilla. Ella le acarició
Kiara no podía responder, entre la preocupación que había sentido al no encontrar a Harrison por ninguna parte, la sorpresa de ver a sus padres y luego de verlo a él, arrodillado, proponiéndole matrimonio delante de toda su familia, su capacidad de hablar se había esfumado. Sin embargo, sentía la emoción de la felicidad golpear su pecho con fuerza.—No puedes hacerme esto —murmuró.Harrison esperó.—¡Dios, Harrison! Casi muero de la preocupación imaginándome lo peor —dijo, acercándose a él, sus ojos estaban clavados como puñales en el rostro de Harrison.—No has respondido mi pregunta, cariño —le recordó, sin perder la sonrisa y sin moverse, esperando una respuesta.—Te amo, Harrison, te amo con todas las fuerzas de mi ser. Y sí, sí acepto ser tu esposa, tu amiga y tu amante.Los aplausos y los vítores de la familia no se hicieron esperar, Kate y Ricardo miraron a su hija con orgullo. Cuando Harrison les había llamado, invitándolos a terminar las vacaciones en Hawái, no tenían ni idea
«También me gustaría ser tu cuñada»Las palabras de Daisy tomaron por sorpresa a Meghan, ella miró a Paul y luego a su amiga.—¿De qué me he perdido? ¿Qué es lo que ha pasado en mi ausencia? —preguntó.Daisy la tomó de la mano y la llevó al sillón.—Siéntate —dijo, mientras Paul se paraba a su lado.—Dios, estoy sorprendida. ¿Cómo fue que pasó? Tú odiabas a Paul —dijo.Daisy miró a Paul.—Me gustó desde mucho antes, Meg, nunca te dije nada porque no quería que te molestaras conmigo por fijarme en tu hermano, pero luego… —Daisy hizo una pausa—, luego las cosas cambiaron y las acciones de Paul fueron decepcionándome cada vez más.Paul bajó la cabeza, pero Daisy le tomó el mentón y le hizo verla.—No tenía esperanzas y me molestaba cada vez que te ponía en peligro. Sentí que todo lo que sentía por él iba convirtiéndose en odio, pero solo me estuve engañando para no sufrir al verlo destruirse.—Daisy.—Déjame continuar, Paul —le pidió cuando él pretendió interrumpirla.—Cuando supe que es
Meghan se tensó al sentir la cálida boca de Patrick sobre la suya, su corazón se aceleró cuando la punta de su lengua le acarició el labio. Ella intentó resistirse, pero no lo consiguió y abrió la boca para concederle permiso.Patrick suspiró y la tomó de la nuca para acercarla más a su cuerpo, sus lenguas se enredaron en un apasionado beso que los hizo temblar de pies a cabeza, fue como una descarga eléctrica que removió todo en ellos.Meghan, con algo de timidez, enredó los dedos en los cabellos cortos de Patrick y se pegó a su boca, lamentablemente el beso se interrumpió por la falta de aire. Cuando se separaron, las mejillas de Meghan estaban rojas y sus labios tenían el color del cerezo.—Lo siento —masculló Patrick y eso fue como un baldazo de agua fría para Meghan—. Lamento haberte besado sin tu permiso, Meg, pero no me arrepiento —susurró, acariciando con la yema de los dedos las mejillas de la joven.Meghan lo miró al escucharlo, por un momento había creído que la escena de l
«También invitaré a Meghan»Los planes de Patrick se vinieron abajo cuando, apenas estaban naciendo, él no esperaba una invitación para Meghan de parte de su madre, eso lo cambiaba todo. ¡Todo!—¿Llevarte a Meghan? —preguntó, sin poder ocultar la sorpresa y el malestar en su voz.Kate asintió.Patrick tomó las muletas, se impulsó y se puso de pie.—No puedes llevarte a Meghan, mamá —dijo.—¿Por qué no puedo? ¿Quién dice que no?Él buscó rápidamente una respuesta, una respuesta válida y que hiciera desistir a su madre de querer llevársela a Grecia.—Meghan está estudiando, mamá. Ya ha solicitado permiso para el viaje a Hawái, no me parece que siga perdiendo más días de estudio…Kate sonrió.—¿Es eso lo que te preocupa? —preguntó y Patrick asintió.—No podemos hacer planes por ella y decidir llevarla a todos lados sin primero preguntarle —insistió.—Por Dios, cariño, solo dije que pensaba invitarla, que ella acepte venir es una decisión que solo ella puede tomar.Patrick se sintió un to
Meghan sintió de nuevo aquel cosquilleo atravesarle el cuerpo y erizarle la piel. La sensación era tan buena que fácilmente podía convertirse en una adicta de sus labios.—Pat, van a vernos —murmuró cuando él liberó su boca.—No importa, Meghan, no me importa si nos ve el mundo entero.Ella se alejó lo suficiente para enfrentar su mirada.—Aún no creo que haya pasado el tiempo suficiente, Pat.Él estiró la mano y atrapó la muñeca de Meghan.—Sé que es difícil para ti confiar en mis sentimientos y que sientas que todo es muy apresurado, Meghan, pero no es así. Lo que sentía por Astrid fue mermando poco a poco, sucedió antes de que tú llegaras a mi vida.—Antes de que tú me trajeras, querrás decir —refutó Meghan.Patrick le sonrió.—Antes de traerte a mi vida —rectificó él.—¿Cómo puedes estar tan seguro, Pat? ¿Por qué no te diste cuenta antes de que tus sentimientos por ella ya no eran los mismos? —le cuestionó, ella no se apartó del toque de Patrick y tampoco se resistió cuando él tir