Meghan sintió de nuevo aquel cosquilleo atravesarle el cuerpo y erizarle la piel. La sensación era tan buena que fácilmente podía convertirse en una adicta de sus labios.—Pat, van a vernos —murmuró cuando él liberó su boca.—No importa, Meghan, no me importa si nos ve el mundo entero.Ella se alejó lo suficiente para enfrentar su mirada.—Aún no creo que haya pasado el tiempo suficiente, Pat.Él estiró la mano y atrapó la muñeca de Meghan.—Sé que es difícil para ti confiar en mis sentimientos y que sientas que todo es muy apresurado, Meghan, pero no es así. Lo que sentía por Astrid fue mermando poco a poco, sucedió antes de que tú llegaras a mi vida.—Antes de que tú me trajeras, querrás decir —refutó Meghan.Patrick le sonrió.—Antes de traerte a mi vida —rectificó él.—¿Cómo puedes estar tan seguro, Pat? ¿Por qué no te diste cuenta antes de que tus sentimientos por ella ya no eran los mismos? —le cuestionó, ella no se apartó del toque de Patrick y tampoco se resistió cuando él tir
«¡Patrick!»Harrison había corrido a la oficina de su mejor amigo apenas la secretaria le había informado que Patrick estaba en el edificio.—¡Patrick! —gritó, abriendo la puerta, mirando el asiento vacío. Harrison frunció el ceño, al dar un paso al frente giró el rostro para encontrarse a Patrick y Meghan.—¿Qué hacen? —preguntó, al ver a Meghan atando las correas de Patrick.—No puedo agacharme sin estrellarme —dijo, justificando la posición en la que Meghan estaba. Cuando habían escuchado que Harrison lo llamaba, ella se había deslizado de su cuerpo y arrodillado delante él.Harrison enarcó la ceja al darse cuenta de que Patrick le mentía, no tenía que ser un genio para saber que había interrumpido algo. Meghan y Patrick tenían los labios rojos y ligeramente hinchados, la camisa de su amigo se veía arrugada.—Ya veo —musitó.Meghan tragó el nudo en su garganta y se puso de pie.—Hola, Harrison —saludó, sus mejillas estaban rosadas, lo que confirmaba la sospecha del hombre.—Hola, M
«¡Yo!»Patrick había visto la oportunidad y la había aprovechado, no podía darse el lujo de perderse el viaje a Grecia y no estaba loco como para insistirle a su madre para que dejara a Meghan en la ciudad con el árabe interesado en ella; era un peligro que no necesitaba correr ahora que estaba conquistándola. —¿Tú? —preguntó Ricardo con desconcierto.—Sí, yo. Has preguntado quién de los dos puede acompañarlas y es evidente que aún no estoy listo para regresar al trabajo —alegó.Meghan lo miró sorprendida, pues recientemente había tenido enterrada la nariz entre documentos, hasta se había saltado el almuerzo… ¿tendría Hasin algo que ver en su repentina decisión de viajar a Grecia en vez de quedarse en la oficina? El corazón de Meghan se agitó ante la posibilidad de que Patrick estuviese celoso de Hasin.Marcelo fingió ahogarse, ganándose la mirada asesina de su hermano.—Tienes razón, no estás listo para volver al trabajo; sin embargo, el viaje a Grecia puede no ser la mejor idea, hi
Tan pronto cómo Meghan escuchó su nombre y vio venir a Hasin, se detuvo de inmediato y no trató de abandonar la piscina, por lo que pudo sentir el momento exacto en el qué Patrick se sumergió en el agua y nadó hasta llegar a su lado. Su cuerpo se estremeció ante la cercanía del calor masculino, sobre todo, porque la excitación de Patrick no había desaparecido.—¿Qué hace él aquí? —le susurró al oído, bañando la piel de Meghan con su calor, haciendo que los vellos de su nuca se erizaran y un escalofrío le recorriera la columna vertebral.—No lo sé —murmuró ella casi sin voz.Patrick estuvo a punto de gruñir, pero entonces Hasin se hizo escuchar.—Lamento llegar de improviso, Meghan —se disculpó, apartando la mirada del agua para darles privacidad. Antes que nada, era un caballero.—¿Ha sucedido algo? —preguntó Meghan con preocupación. Había estado conversando con Hasin apenas unos minutos atrás y él no le dijo nada sobre visitarla. Así que, algo tuvo que obligarlo a venir hasta la mans
«Miras a Patrick de la misma manera que Kiara lo hace con Harrison, parecen corderitos a medio morir.»Meghan parpadeó por varios segundos y cuando estaba por refutarle qué eso no era así, lo cual era una mentira. Mía había cerrado los ojos, fingiendo dormir.—¿Te está dando problemas? —preguntó Patrick, estirándose para llegar a Meghan desde el sillón de atrás.—Shhh, no vayas a despertarla —le murmuró, mientras Mía se acomodaba mejor en el sillón.—¿De qué hablaban? —le preguntó.Meghan se acomodó de manera que quedó frente a Patrick.—No seas curioso, Pat, aprovechemos el viaje y descansemos —le sugirió.Patrick suspiró y volvió a su asiento, se acomodó y cerró los ojos, esperando que Mía no estuviera haciendo de las suyas con Meghan, aunque por el sonrojo en sus mejillas, podía imaginar que así había sido.Trece horas más tarde, salieron del aeropuerto Elefthérios Venizélos, en Atenas, y se dirigieron al hotel. Por órdenes de Kate, descansaron en sus habitaciones y se reunieron pa
—¡Meghan!El grito de Mía alertó a la pareja. El corazón de Meghan se agitó entre el deseo y el miedo a ser sorprendida en aquella situación junto a Patrick.—¿Qué hace aquí? —masculló Patrick con la voz agitada.—No lo sé.Nuevos golpes a la puerta les hizo estremecerse. Mía llamaba como si fuese algo urgente.—Sal, Meghan, ¡han secuestrado a Patrick! —gritó.Patrick arrugó la frente.—¡Patrick no está por ninguna parte, Meghan, se lo han llevado! —gritó con mayor desesperación.Meghan tragó el nudo formado en su garganta y empujó el cuerpo de Patrick.—Duérmete —le ordenó.—¿Qué?—Shhh —susurró Meghan, colocando un dedo sobre los labios de Patrick—. Cierra los ojos y finge dormir —le insistió.Patrick estaba dispuesto a que los descubrieran, pero la mirada asustada de Meghan le hizo obedecer.Meghan respiró profundo y una vez estuvo segura de que Patrick había hecho lo solicitado, caminó a la puerta y la abrió.—Mía.—Te has demorado una eternidad, Meg —dijo, entrando a la habitació
«Me he enamorado de ella»La confesión de Patrick hizo que el salón quedara en completo silencio, mientras él sostenía a Meghan de la cintura y pudo sentirla estremecerse ante sus palabras.—¿Qué? —preguntó Kate, recuperando la voz.—Lo que has escuchado, mamá. Me he enamorado de Meghan y no voy a seguir ocultando mis sentimientos, menos cuando este hombre está coqueteándole y en mis narices. ¡No voy a permitirlo! —expresó serio y tájate.Kate miró a Kiara, como queriendo saber si ella estaba al corriente, pero la joven vestida de novia negó. Además, no iba a echarse de cabeza, ella lo sospechaba, pero no estaba segura de lo que Patrick sentía por Meghan, hasta ahora… ¡Su hermano se había enamorado! Y tal parecía que estaba dispuesto a todo por su relación, solo tenía que ver lo posesivo y territorial que se estaba comportando.—Señor Ferreira, creo que hay una equivocación, yo no…—¡Ninguna equivocación! Está usted alagando a mi chica, invitándola a quedarse en Atenas y convertirla e
«¿Aceptas ser mi novia…?»Los ojos de Meghan se llenaron de lágrimas, en su garganta se instaló un nudo que le impedía hablar, sus labios temblaron cuando Patrick los acarició.—Meghan —le susurró, acercándose un poco para darle un corto beso, esperando a que ella le diera una respuesta.Meghan no podía encontrar su voz, así que abrió los labios y llevó las manos al cuello de Patrick, enredó los dedos entre los cortos cabellos y se pegó a él.Patrick gimió al sentir la pasión con la que Meghan lo besaba, no necesitaba respuestas, sus acciones valían más que mil palabras, él la tomó de la cintura cuando ella se le subió al regazo sin terminar el beso y encendió el deseo entre ellos.Meghan deslizó las manos del cuello de Patrick, acarició su cuello y subió a su mentón, dejando cortas caricias en él.Patrick no pudo resistir la tentación de tenerla sobre su cuerpo, liberó su boca e intercambió los papeles, extendiéndose por completo sobre el cuerpo de Meghan, mirándose a los ojos mientr