Afuera en el salón principal el bullicio cesó, las personas salieron de la mansión y se resguardaron, el equipo de seguridad se encargó de controlar las llamas que provocó la explosión y ya se estaba haciendo un análisis de los daños que dejó aquel atentado. –Dense prisa, ¡A la camilla! – ordenó uno de los paramédicos que se encargaría de llevar a la reina al hospital.Después de que hubo un poco de paz, Taylor sacó a todos del bunker y los llevó fuera de la mansión, en donde cada uno de ellos presenciaban como se encargaban de llevarse a Alise, quien todavía no recuperó el sentido.–¿Quién nos acompañará? – preguntó el paramédico, después de haber subido a la mujer a la ambulancia.La primera que saltó para ir con Alise fue Vivian, pero naturalmente Benjamin se lo impidió y él tomo su lugar, no sin antes solicitarle a Taylor que llevara a Vivian hasta el hospital.Catalina vio como se alejaba la ambulancia mientras respiraba hondo y desviaba su atención momentanemanete a la mansión
–¿Está despierta? – preguntó Benjamin al médico, una vez que regresó al hospital. Habia pasado poco menos de veinticuatro horas desde que la reina ingresó al hospital monarca, la tarde anterior, Benjamin no tuvo la fortaleza para volver a aquel lugar que tanto detestaba, asi que se quedó en la mansión, en su oficina, que era uno de los pocos lugares de la casa que no quedaron bajo escombros.–Si, puede entrar a verla – respondió el hombre.Ben respiró profundo y entonces se dirigió hacia la habitación, una vez allí abrió la puerta y su madre lo recibió con una sonrisa pálida y triste.–¿Cómo te sientes, mamá? – le preguntó él.–Estoy mejor – a pesar de su respuesta, la mujer se veia bastante débil, hasta ese momento, Benjamin no fue consciente de lo vieja que se estaba volviendo su madre.–¿Cómo estás tu? – cuestionó ella, estirando su mano para que él la agarrara.–Bien – asintió con la cabeza – ayer mientras tu dormías fui a casa, me di una ducha, me cambié la ropa y tuve tiempo d
Taylor sabia de que se trataba aquella conversación, una parte de si lo veia venir, él sabia que no todo era tan bueno como él lo esperaba y las palabras que ella soltaría a continuación se lo demostrarían.–Claro – el hombre se sentó en el sofá al lado de ella. Catalina respiró profundo, se pasó las manos por el rostro y por último se abrazó el cuerpo, de repente le dieron escalofríos.–Lo que pasó aquella noche – dijo refiriéndome al beso – es algo de lo que no me arrepiento, creo que ambos queríamos hacerlo y si algo he aprendido en esta vida es que es mejor no quedarse con las ganas de nada – ella lo miró momentáneamente, él estaba asintiendo con la cabeza – pero no puede volver a suceder.Taylor respiró profundo, aquellas palabras le cayeron como un balde de agua fria, aunque lo irónico fue que, aquello era algo que él sabia que iba a escuchar.–Eres un hombre increíble, Taylor y mereces a alguien que te ame con tanta intensidad que no dudes de eso. Mereces un amor completo y e
–¡Tendrá que casarse por la iglesia! – reclamó otro parlamentario – ningun rey de Bratva se subirá al poder sin antes haber recibido la bendición de Dios.Vivian sonrío emocionada, lo que más deseaba era terminar de oficializar aquella unión con Benjamin. –Benjamin no tendrá problemas en hacerlo – dijo Alise.El príncipe tragó saliva y asintió con la cabeza, aceptando las condiciones.–Lo mantendremos vigilado, aceptará enfrentarse a constantes sesiones en donde podremos estudiar su gestión – sentenció otro hombre.–Estamos dispuestos a todo eso – anunció Ben.–Tengo una última condición – soltaron – el matrimonio y la posesión de Benjamin como rey tendrá que llevarse a cabo antes de que comience el segundo calendario de Bratva.–¡Pero, eso es en un mes! – recordó Alise.–Ese tiempo deberá bastar.La reina y Benjamin no tenían de otra mas que cumplir con las condiciones, asi que aceptaron, aun cuando era muy poco tiempo para hacer los arreglos que ambos eventos necesitaban.–¡Nos ca
Vivian estaba correteando a su esposo por toda la mansión, suplicándole para que hicieran un viaje corto a algun lugar en el que pudieran descansar, pero la palabra “descanso” no estaba dentro del vocabulario de Benjamin por ese entonces.–¡Por favor! Serán solo un par de días, ambos lo necesitamos.–Lo que necesitamos es ponernos al mando de esta isla, dejar de comportarnos como un par de críos y hacernos cargo a las responsabilidades que decidimos tomar – Benjamin la enfrentó – cuando aceptaste toda esta locura del matrimonio aceptaste implícitamente las responsabilidades que esto conlleva, durante mucho tiempo has estado jugando a la señora Daisy, pero es momento de que hagas mucho mas que cargar las bolsas de las tiendas de ropa a las que vas – le gruñó.Vivian se quedó pasmada por la actitud de Benjamin y la forma de hablarle, la mujer se sintió indignada y entonces lo miró con dolor.–¿En qué momento cambiaste tanto? Benjamin, siempre me trataste como a la niña de tus ojos, incl
–No permitas que lo maten, ese hombre es la pieza maestra en todo esto, algo extraño está sucediendo, Taylor, y nosotros tendremos que hacernos cargo, no quiero que mi madre pueda sufrir una recaída. –¿Vamos a ocultarle que estaban planeando asesinarla?–Si – respondió con severidad – debemos hacernos cargo.Taylor asintió con la cabeza – ¿Hay algo más que quieras que haga ahora? – preguntó.–No, creo que ambos debemos descansar un poco, ya no puedo pensar con claridad – el príncipe bufó y entonces se fue hacia la habitación matrimonial dispuesto a dormir un poco. Cuando llegó se dio cuenta de que Vivian no estaba allí, y la verdad era que le alegraba no tener que lidiar con ella sintiéndose tan cansado.Entre mas pasaba el tiempo, más difícil se volvía convivir con Vivian, y en realidad el príncipe no entendía en qué momento las cosas habían cambiado tanto, Vivian siempre fue una mujer complaciente, alguien dulce y que no daba problemas, pero últimamente parecia otra persona, ansio
Catalina estaba preparando unos huevos para desayunar, desde que trabajaba en la cafetería, Rose se había encargado de enseñarle algunos truquitos para que la chica pudiera valerse por si misma. Catalina sabia a la perfección como hacer aquellos huevos, tenia la receta en su cabeza y podia recitarla de memoria, incluso se sentia capaz de darle instrucciones a otra persona para que los hiciera, pero esa mañana ella andaba tan nerviosa y alterada que en lugar de ponerles sal, les echó una buena cantidad de azúcar, además de eso, confundió el orégano con la espinaca, lo que había dado como resultado una mezcla asquerosa.–¿Qué estás haciendo? – le preguntó Taylor, quien salió del baño perfectamente vestido con su traje.–Huevos, pero huele extraño – ella se acercó la taza donde los estaba batiendo y notó aquel olor dulzón que jamas habia sentido en aquella mezcla en particular.La chica miró sobre la encimera y entonces de dio cuenta del frasco de Azúcar.–¡Esto ha quedado mal! – soltó c
–Si vas a realizar el procedimiento hay algunas recomendaciones que deberás seguir – Paola se quitó las gafas y miró a los ojos a su amiga – deberás aliviar el estrés, tener una alimentación excelente, dormir bien – le explicó con paciencia.–¿Qué tan rápido podríamos programarlo?–En un par de semanas, hay algunas pruebas que debo hacer antes.Vivian negó con la cabeza y golpeó el suelo con su zapato de tacón.–¡Ese tiempo no me sirve, Paola! Creo que no me estás entendiendo, pero de esto depende mi cabeza – soltó exasperada.Paola levantó los hombros con resignación – no puedo hacer nada mas por ti.–¿Y a ti que demonios te pasa? Desde que llegué aquí no has hecho más que gruñir y hacer gestos.Paola suspiró, Vivian era su amiga desde hacía mucho tiempo, pero el amor que sentia hacia ella no era tan grande como para estar arriesgando su carrera profesional de esa forma, si alguien se llegaba a enterar, ella tambien estaría perjudicada.–Tu misma lo has dicho hace un rato, te estas