–¡Tendrá que casarse por la iglesia! – reclamó otro parlamentario – ningun rey de Bratva se subirá al poder sin antes haber recibido la bendición de Dios.Vivian sonrío emocionada, lo que más deseaba era terminar de oficializar aquella unión con Benjamin. –Benjamin no tendrá problemas en hacerlo – dijo Alise.El príncipe tragó saliva y asintió con la cabeza, aceptando las condiciones.–Lo mantendremos vigilado, aceptará enfrentarse a constantes sesiones en donde podremos estudiar su gestión – sentenció otro hombre.–Estamos dispuestos a todo eso – anunció Ben.–Tengo una última condición – soltaron – el matrimonio y la posesión de Benjamin como rey tendrá que llevarse a cabo antes de que comience el segundo calendario de Bratva.–¡Pero, eso es en un mes! – recordó Alise.–Ese tiempo deberá bastar.La reina y Benjamin no tenían de otra mas que cumplir con las condiciones, asi que aceptaron, aun cuando era muy poco tiempo para hacer los arreglos que ambos eventos necesitaban.–¡Nos ca
Vivian estaba correteando a su esposo por toda la mansión, suplicándole para que hicieran un viaje corto a algun lugar en el que pudieran descansar, pero la palabra “descanso” no estaba dentro del vocabulario de Benjamin por ese entonces.–¡Por favor! Serán solo un par de días, ambos lo necesitamos.–Lo que necesitamos es ponernos al mando de esta isla, dejar de comportarnos como un par de críos y hacernos cargo a las responsabilidades que decidimos tomar – Benjamin la enfrentó – cuando aceptaste toda esta locura del matrimonio aceptaste implícitamente las responsabilidades que esto conlleva, durante mucho tiempo has estado jugando a la señora Daisy, pero es momento de que hagas mucho mas que cargar las bolsas de las tiendas de ropa a las que vas – le gruñó.Vivian se quedó pasmada por la actitud de Benjamin y la forma de hablarle, la mujer se sintió indignada y entonces lo miró con dolor.–¿En qué momento cambiaste tanto? Benjamin, siempre me trataste como a la niña de tus ojos, incl
–No permitas que lo maten, ese hombre es la pieza maestra en todo esto, algo extraño está sucediendo, Taylor, y nosotros tendremos que hacernos cargo, no quiero que mi madre pueda sufrir una recaída. –¿Vamos a ocultarle que estaban planeando asesinarla?–Si – respondió con severidad – debemos hacernos cargo.Taylor asintió con la cabeza – ¿Hay algo más que quieras que haga ahora? – preguntó.–No, creo que ambos debemos descansar un poco, ya no puedo pensar con claridad – el príncipe bufó y entonces se fue hacia la habitación matrimonial dispuesto a dormir un poco. Cuando llegó se dio cuenta de que Vivian no estaba allí, y la verdad era que le alegraba no tener que lidiar con ella sintiéndose tan cansado.Entre mas pasaba el tiempo, más difícil se volvía convivir con Vivian, y en realidad el príncipe no entendía en qué momento las cosas habían cambiado tanto, Vivian siempre fue una mujer complaciente, alguien dulce y que no daba problemas, pero últimamente parecia otra persona, ansio
Catalina estaba preparando unos huevos para desayunar, desde que trabajaba en la cafetería, Rose se había encargado de enseñarle algunos truquitos para que la chica pudiera valerse por si misma. Catalina sabia a la perfección como hacer aquellos huevos, tenia la receta en su cabeza y podia recitarla de memoria, incluso se sentia capaz de darle instrucciones a otra persona para que los hiciera, pero esa mañana ella andaba tan nerviosa y alterada que en lugar de ponerles sal, les echó una buena cantidad de azúcar, además de eso, confundió el orégano con la espinaca, lo que había dado como resultado una mezcla asquerosa.–¿Qué estás haciendo? – le preguntó Taylor, quien salió del baño perfectamente vestido con su traje.–Huevos, pero huele extraño – ella se acercó la taza donde los estaba batiendo y notó aquel olor dulzón que jamas habia sentido en aquella mezcla en particular.La chica miró sobre la encimera y entonces de dio cuenta del frasco de Azúcar.–¡Esto ha quedado mal! – soltó c
–Si vas a realizar el procedimiento hay algunas recomendaciones que deberás seguir – Paola se quitó las gafas y miró a los ojos a su amiga – deberás aliviar el estrés, tener una alimentación excelente, dormir bien – le explicó con paciencia.–¿Qué tan rápido podríamos programarlo?–En un par de semanas, hay algunas pruebas que debo hacer antes.Vivian negó con la cabeza y golpeó el suelo con su zapato de tacón.–¡Ese tiempo no me sirve, Paola! Creo que no me estás entendiendo, pero de esto depende mi cabeza – soltó exasperada.Paola levantó los hombros con resignación – no puedo hacer nada mas por ti.–¿Y a ti que demonios te pasa? Desde que llegué aquí no has hecho más que gruñir y hacer gestos.Paola suspiró, Vivian era su amiga desde hacía mucho tiempo, pero el amor que sentia hacia ella no era tan grande como para estar arriesgando su carrera profesional de esa forma, si alguien se llegaba a enterar, ella tambien estaría perjudicada.–Tu misma lo has dicho hace un rato, te estas
Taylor vio el cuerpo descompensado de la chica, la atrapó en el aire justo antes de que impactara contra el suelo de mármol de su apartamento, el hombre tenía el ceño fruncido mientras veia como poco a poco el color se iba de las mejillas de Catalina. –¡Muñeca de cristal! – dijo, llamándola por su acostumbrado apodo – ¿Qué te pasa? – le preguntó, pero, aunque ella había comenzado a abrir los ojos, no tenía la suficiente fuerza como para responder.Él la acomodó en el sofá, levantó sus piernas y esperó hasta que ella reaccionara.Para Catalina, él mundo giraba demasiado lento o muy deprisa, en realidad no alcanzaba a descifrar cuál de las dos sensaciones estaba experimentando, lo único de lo que estaba segura era de que se trataba de algo malo. Aquella foto, aquel hombre italiano, solo significaban una cosa, la habían encontrado y tarde o temprano darían con su paradero.–¿Estás mejor?–Si, no sé qué me pasó – ella mintió, igual a como habia estado haciendo antes – creo que me descom
–Solo llamo para decirte que no me esperes despierta, estas dos noches me quedaré con la familia real. La coronación es pronto y no puedo…. – se excusó Taylor.–Te entiendo – ella lo interrumpió – soy una niña grande, puedo cuidarme sola, Taylor – le respondió, tratando de que el hombre se tranquilizara.–Si necesitas algo, no importa lo que sea o la hora en que lo necesites, tu solo dímelo, ¿De acuerdo? Este celular se convertirá en otro órgano vital para mí.Catalina soltó una carcajada y miró la maleta que estaba hecha a un lado de la habitación, sin duda alguna iba a extrañar a Taylor una vez que abandonara aquel país.–Catalina, ¿Crees que haya alguna posibilidad de que me acompañes el dia de la coronación?–No – respondió sin titubear – no tengo nada que hacer allí, no soy bienvenida con la familia real y lo he entendido a las malas.–Bien – Taylor no pensaba discutir eso con la mujer, él sabia que ella tenia razón, aun asi no perdía nada intentando persuadirla de acompañarlo –
Catalina salió del hospital en cuanto tuvo los papeles en su mano, dentro del hospital nadie sospechó nada de ella, ni siquiera el guardia que nunca llegó con el médico. La mujer caminó por los pasillos como si no estuviera escondiendo dentro de su blazer, el papel que se encargaría de hacer que el príncipe de Bratva fuera libre de los engaños de Vivian. Ella salió por las puertas principales y se despidió de los hombres que permanecían vigilando el perímetro, cuando estuvo afuera, soltó el aire que había estado conteniendo y reviso una vez mas las hojas que tenía escondidas, de alguna forma no podia creer que eso fuera cierto.La chica sacó su celular para llamar a Taylor y decidir que hacer, pero el hombre no respondió, el guardaespaldas estaba para entonces en una junta a puerta cerrada con su equipó de seguridad.–¡Responde! – le pidió ella al aparato – que bueno que tendrías el celular como si fuera otro órgano… – soltó con sarcasmo, recordando las palabras de Taylor cuando se fu