–¡Pero Benjamin! Mira lo que has hecho – le dijo la reina a su hijo, moviéndose hacia un lado para no mancharse con el liquido en la copa de Ben, o peor aún, cortarse con los vidrios del vaso roto.–¿Te encuentras bien? – Vivian se puso delante del príncipe, interceptando su mirada que se dirigía exclusivamente a Catalina y a Taylor juntos.–Si, estoy bien – respondió con rabia, al tiempo en que veia como Taylor paseaba a Catalina alrededor del salón.Cuando Taylor le pidió permiso para asistir como invitado aquella noche, Benjamin jamas supuso que seria para llevar a Catalina, de haberlo sabido, jamas lo habría permitido, en ese momento lo que menos queria era verla a ella sonriéndole y mirándolo con tanta ternura ¡Ella tendría que estar mirándolo a él, no a su guardaespaldas!–Me disculpan, tengo que ir a limpiarme la mano – Benjamin salió del salón, su respiración estaba agitada, la adrenalina le estaba corriendo por sus venas y para mas desgracia, los cortes en su mano le estaban
El príncipe se quedó petrificado con la actitud arrogante de Catalina, quien en ese momento se dirigía hacia Taylor, dispuesta a no volver a juntarse con Benjamin más aquella noche, por desgracia, el príncipe tenía otras ideas en mente, no pensaba dejarla marchar sin hablar seriamente. Aquel truco barato que ella usó mientras bailaron solo era una forma de evadir aquella charla que debían tener, y él no lo iba a permitir.–¡Catalina! – dijo con voz firme y fuerte, pero ella no se inmutó y continúo caminando a traves del salón.Benjamin adelantó el paso, la agarró con fuerza del antebrazo y a}la obligó a caminar en dirección contraria a Taylor. El guardaespaldas vio con el ceño fruncido la forma en que Benjamin arrastraba lejos a la chica, pero prefirió no formar una tormenta de un vaso con agua.–¡Te acabo de decir que no me agarres asi! – ella se soltó con violencia, justo cuando entraron en una de las innumerables habitaciones que tenia la mansión.–Y yo te dije que no voy a dejar q
–Benjamin, ¡Tenemos que buscar a Vivian! – gritó Alise, preocupada por su nuera.–Yo me encargaré de ella – dijo Taylor, quien no iba a permitir que el príncipe arriesgara su vida, sin importar si se trataba de su esposa y su futuro hijo.Taylor se comunicó mediante el aparato que cargaba en la oreja y lo mantenía conectado con el resto del equipo de seguridad, preguntó por Vivian y otro de los hombres del equipo dijo que ya tenia asegurada a la chica.–¿Qué demonios vamos a hacer? – le preguntó Benjamin, que estaba tratando de pensar con claridad para actuar de la mejor forma.–Iremos al bunker, por aquí – a medida que caminaban se oían mas ruidos provenientes de afuera.En el salón principal, el candelabro cayó al suelo, rompiendo los miles de cristales en un montón de pedazos pequeños, los parlamentarios continuaban corriendo, mientras los equipos de seguridad de cada uno de ellos intentaban protegerlos, era un caos lo que estaba sucediendo afuera, y el problema era que nadie estab
Afuera en el salón principal el bullicio cesó, las personas salieron de la mansión y se resguardaron, el equipo de seguridad se encargó de controlar las llamas que provocó la explosión y ya se estaba haciendo un análisis de los daños que dejó aquel atentado. –Dense prisa, ¡A la camilla! – ordenó uno de los paramédicos que se encargaría de llevar a la reina al hospital.Después de que hubo un poco de paz, Taylor sacó a todos del bunker y los llevó fuera de la mansión, en donde cada uno de ellos presenciaban como se encargaban de llevarse a Alise, quien todavía no recuperó el sentido.–¿Quién nos acompañará? – preguntó el paramédico, después de haber subido a la mujer a la ambulancia.La primera que saltó para ir con Alise fue Vivian, pero naturalmente Benjamin se lo impidió y él tomo su lugar, no sin antes solicitarle a Taylor que llevara a Vivian hasta el hospital.Catalina vio como se alejaba la ambulancia mientras respiraba hondo y desviaba su atención momentanemanete a la mansión
–¿Está despierta? – preguntó Benjamin al médico, una vez que regresó al hospital. Habia pasado poco menos de veinticuatro horas desde que la reina ingresó al hospital monarca, la tarde anterior, Benjamin no tuvo la fortaleza para volver a aquel lugar que tanto detestaba, asi que se quedó en la mansión, en su oficina, que era uno de los pocos lugares de la casa que no quedaron bajo escombros.–Si, puede entrar a verla – respondió el hombre.Ben respiró profundo y entonces se dirigió hacia la habitación, una vez allí abrió la puerta y su madre lo recibió con una sonrisa pálida y triste.–¿Cómo te sientes, mamá? – le preguntó él.–Estoy mejor – a pesar de su respuesta, la mujer se veia bastante débil, hasta ese momento, Benjamin no fue consciente de lo vieja que se estaba volviendo su madre.–¿Cómo estás tu? – cuestionó ella, estirando su mano para que él la agarrara.–Bien – asintió con la cabeza – ayer mientras tu dormías fui a casa, me di una ducha, me cambié la ropa y tuve tiempo d
Taylor sabia de que se trataba aquella conversación, una parte de si lo veia venir, él sabia que no todo era tan bueno como él lo esperaba y las palabras que ella soltaría a continuación se lo demostrarían.–Claro – el hombre se sentó en el sofá al lado de ella. Catalina respiró profundo, se pasó las manos por el rostro y por último se abrazó el cuerpo, de repente le dieron escalofríos.–Lo que pasó aquella noche – dijo refiriéndome al beso – es algo de lo que no me arrepiento, creo que ambos queríamos hacerlo y si algo he aprendido en esta vida es que es mejor no quedarse con las ganas de nada – ella lo miró momentáneamente, él estaba asintiendo con la cabeza – pero no puede volver a suceder.Taylor respiró profundo, aquellas palabras le cayeron como un balde de agua fria, aunque lo irónico fue que, aquello era algo que él sabia que iba a escuchar.–Eres un hombre increíble, Taylor y mereces a alguien que te ame con tanta intensidad que no dudes de eso. Mereces un amor completo y e
–¡Tendrá que casarse por la iglesia! – reclamó otro parlamentario – ningun rey de Bratva se subirá al poder sin antes haber recibido la bendición de Dios.Vivian sonrío emocionada, lo que más deseaba era terminar de oficializar aquella unión con Benjamin. –Benjamin no tendrá problemas en hacerlo – dijo Alise.El príncipe tragó saliva y asintió con la cabeza, aceptando las condiciones.–Lo mantendremos vigilado, aceptará enfrentarse a constantes sesiones en donde podremos estudiar su gestión – sentenció otro hombre.–Estamos dispuestos a todo eso – anunció Ben.–Tengo una última condición – soltaron – el matrimonio y la posesión de Benjamin como rey tendrá que llevarse a cabo antes de que comience el segundo calendario de Bratva.–¡Pero, eso es en un mes! – recordó Alise.–Ese tiempo deberá bastar.La reina y Benjamin no tenían de otra mas que cumplir con las condiciones, asi que aceptaron, aun cuando era muy poco tiempo para hacer los arreglos que ambos eventos necesitaban.–¡Nos ca
Vivian estaba correteando a su esposo por toda la mansión, suplicándole para que hicieran un viaje corto a algun lugar en el que pudieran descansar, pero la palabra “descanso” no estaba dentro del vocabulario de Benjamin por ese entonces.–¡Por favor! Serán solo un par de días, ambos lo necesitamos.–Lo que necesitamos es ponernos al mando de esta isla, dejar de comportarnos como un par de críos y hacernos cargo a las responsabilidades que decidimos tomar – Benjamin la enfrentó – cuando aceptaste toda esta locura del matrimonio aceptaste implícitamente las responsabilidades que esto conlleva, durante mucho tiempo has estado jugando a la señora Daisy, pero es momento de que hagas mucho mas que cargar las bolsas de las tiendas de ropa a las que vas – le gruñó.Vivian se quedó pasmada por la actitud de Benjamin y la forma de hablarle, la mujer se sintió indignada y entonces lo miró con dolor.–¿En qué momento cambiaste tanto? Benjamin, siempre me trataste como a la niña de tus ojos, incl