Narra William.Viernes, 14, septiembre, 2029.Miro la hora por quinta vez, mi hijo me mira sentado desde el sofá de la habitación, respiro profundo y salimos de la habitación, ya había recibido a casi todos los invitados, los mellizos caminaban de un lado a otro mientras la niñera que contratamos lo sigue a ambos para que no se ensucien.— ¿Nervioso? — pregunta el moreno con cierta burla, lo miro y ruedo los ojos — Tranquilo, todo saldrá de maravilla, mi madre estaba peor que tú esta mañana, la ansiedad que tienes no es nada — me cruzo de brazos sin creer que yo lo haya criado.— Creo que te crie con mucho odiosidad, ¿no? — se ríe a mis palabras, todos se empiezan a sentar y yo me pongo en mi puesto, Alex se va, se cierran las puertas de la iglesia por donde entrara ella. La música empieza a sonar y en eso se abren las puertas, trago saliva cuando le toca a ella entrar.El vestido le queda de maravilla, resalta las curvas y su morena piel, realmente esto 6 años sirvieron de algo para
Narra Sam.Viernes, 21, septiembre, 2029.Miramos el atardecer en el sofá que hay bajando las escaleras para ir a la paya.— ¿Recuerdas la vez que nos vimos por primera vez después de 10 años? — pregunto mirando el azul del mar con el cielo colorido por el sol que se oculta para dar la noche.— Como olvidar como me trataste, encima no eras tú — me río un poco, él me contó cómo se sintió cuando me vio ese día.(…)Volteo a mirar la puerta que aún está abierta y lo veo. Ahí está él, parado con un traje hecho a su medida el azul le queda bien justo a esos ojos verdes profundo, me volteo de manera elegante sin mostrar mis emociones en la que he trabajado todos estos 10 años por alguna vez me le atravesaba.— Tome asiento, señor Collins — le digo mirando un poco y luego a Lorena — Apaga las luces — ella asiente, veo que William se va y se sienta parece estar estupefacto de verme ahí. — Primero que nada, debo disculparme en nombre de Guillermo Russo por no presentarse, ya que tenemos agenda
Narra William.Ciudad de New York, Estados Unidos; Miércoles, 10, marzo, 2010. Universidad Columbia.Bajo del carro despidiéndome del mayordomo de mi madre, solo por ser el primer día para mí en entrar a la universidad, mi madre quiso antes de fallecer traerme pero en su lugar me trajo su mayordomo Frederick. Mis clases comenzaron hace dos semanas, por suerte estudio con Guillermo, mi mejor amigo de la primaria quien me mantiene al tanto de las clases a pesar de que yo soy el más aplicado de los dos.Empiezo a correr cuando empieza a llover de manera fuerte, no había estudiaste a la costa o eso creí cuando una morena corría al par de mí, me miró y sus ojos verdes como la aceituna me hipnotizaron en el momento que no me di cuenta en que momento acabe en el suelo y mojándome más de lo normal con la lluvia.No sentí frío por la lluvia, sentí algo cálido en mi pecho, como si mi corazón congelado empezara a derretirse después de tanto tiempo. ¿Sera el famoso “Amor a primera vista”? niego y
— Te amo… — susurro entre sus labios mientras entrelazo mis piernas con las suyas, lo escucho reír con su característica voz ronca, me acaricia la espalda abrazándome a su pecho.— Yo te amo más, Sami — murmura besándome con ternura, las sábanas nos tapa la desnudez, hacia minutos que habíamos hecho el amor en su cama y el sentir su aliento y su respiración me llena de calma — Sami… — lo escucho llamarme, abro mis ojos para mirar sus verdes ojos — ¿Qué piensas de casarnos? — pregunta sin dejar de acariciarme la piel.Sonrío emocionada por su pregunta.— Sería la mujer más feliz del mundo si me haces tu esposa — ríe, se sienta y abre un cajón, me siento tapándome con la sábana viendo lo que saca, una pequeña caja de terciopelo.— Entonces, ¿Acepta
Narra Samantha.Marsella, Francia; Martes, 29, marzo, 2022.Camino a paso apresurado, miro mi reloj de pulsera y noto que llego 10 minutos tardes a mi trabajo, entro al edificio de la constructora, al entrar al elevador me miro en el espejo de este y suspiro echando mi corto cabello hacia atrás saliendo del elevador, todos los empleados me saludan, camino hacia la oficina de la vicepresidenta de la compañía y abro la puerta después de leer las letras que decían:Vicepresidenta Samantha Abreu.Sí, yo soy la vicepresidenta de la constructora Russo, me siento en mi silla y la puerta se abre mostrando a un semental de ojos avellanas, rubio y bronceado con su traje a la medida.— Pensé que te darías el día libre, Sam — río un poco cruzándome de brazos.— No tengo tiempo para tomarme unas vacaciones, Se&nti
Narra WilliamCiudad de New York, Estados Unidos; 30, marzo, 2022Me había dispuesto a continuar con mi trabajo, estaba muy atareado y ocupado. Recordé en eso, mientras continuaba organizando los papeles de boda, desde que mi padre enfermó; él nunca permitió que me casara con Samantha. Tuve entonces que comprometerme con Maddie y dejar a un lado a Sami, me sentía culpable por aquello. Pero por supuesto, ya no podía hacer nada, todo quedaba ahora en un nuevo comienzo. Uno de tantos, que seguro tanto ella como yo no estábamos dispuestos a aceptar todavía.Revisé los papeles de boda y encontré la firma de mi padre, había estado autorizando todo para que fuera la mejor unión. Si, tiene sentido. Pero, ¿Por qué mi padre no aprobaba mi unión con Sam? Supongo que era por las diferencias de clases que nos hacían sentir s
Narra Sam.Ciudad de New York, Estados Unidos; Jueves, 31, marzo, 2022Miro por la ventana del hotel en donde llegue hace un día la ciudad, escucho a Lorena caminar de un lado a otro mientras hablaba en francés sobre que una maleta suya se perdió, lleva desde ayer así, suspiro, y la miro, maldice en varios idioma y yo solo puedo negar riéndome en silencio, busco que ponerme, por suerte estamos en primavera.Tomo lo que me pondré y me meto a bañar, lleno la bañera, pongo esencia y me meto luego de quitarme la ropa esperando que se llene la bañera, pongo música pero veo que aparece un letrero avisando que la otra semana es mi cumple, 6 días exactos faltan pero no he celebrado mi cumple en los últimos 10 años porque fue el día en que él se casó, el día que lo deje, el día que deje américa.Quit
Narra WilliamCiudad de New York, Estados Unidos; Viernes, 01, abril, 2022Caminé hasta mi habitación cuando escuché a Maddie gritar, no era común que ella hiciera ese tipo de cosas. Hasta podría decir que fue algo alarmante escucharla gritar de esa forma, como si algo o alguien la hubieran asustado a propósito.Maddie corrió hacia mí cuando observé que entre sus manos tenía un objeto extraño, que parecía ser como los que las mujeres siempre llevaban consigo. No lo pude distinguir bien, ya que, al ella estar tan emocionada, no lograba tampoco entender el porqué de su emoción.— ¡Will! —exclamó emocionada. — ¡Cariño, te tengo una gran noticia! —se sentó a mi lado y me extendió el objeto que no había visto bien producto a su emoción.— &i