Cuando logra separarse de la mujer, consiguiendo no limpiarse el beso para no alterarla, puede ver que se le ha caído la capucha de la sudadera, así consigue ver el cabello de la mujer hecho un desastre. Evidentemente, no ha logrado tintarlo, por lo que una raíz castaña es visible, va sin maquillaje y sus uñas son del terror. Siempre fue así de falsa y él no se dio cuenta antes. O tal vez sí, pero estaba cegado con una parte incompleta de su memoria, aferrándose a ella con todas sus fuerzas para recobrar parte de su vida perdida en este mismo lugar. Escucha unos ruidos afuera y sabe que Robert está allí, nadie más podría ser. Eso lo pone más alerta de lo que debería hacer. Anabet gira la mirada a la puerta, pero Daryl la atrae a su cuerpo y le da un beso corto, distrayéndola de lo que en realidad sucede afuera enseguida, ella sonríe y pasa su manos por el pecho del hombre, sin soltar el revolver. —Déjame sacar a la niña de allí para hacerla dormir y luego podemos buscar un lugar má
Durante todo el trayecto fue tratar de salvarle la vida a un hombre que no quería vivir. Robert iba tras la ambulancia, conduciendo como si la vida suya fuera delante y Zoe no dejaba de llorar desconsolada, mientras se aferraba a Hope. La policía se había hecho cargo de todo, pero lo mejor de todo fue que una vez levantaran a Daryl del suelo, su teléfono había quedado tirado allí y quedó la evidencia de que grabó todo lo que allí se habló. Las pruebas eran suficientes para demostrar que Robert había actuado a consecuencia, Anabet quería matarlos a todos y la bala en la pierna la detuvo. Pero, ahora mismo, nada de eso importa, al menos a Zoe sólo le alivia tener a su pequeña entera y sin más que los daños emocionales, esos ella ya se encargaría de quitarlos. Sin embargo, Daryl se está llevando toda su atención en este momento, no se siente capaz de enfrentar su muerte, menos de esa manera. «Mi vida… por la de tu hija.» —No te puedes morir… no nos puedes dejar —repite silenciosamen
«Al bajarse del auto, para caminar por aquel pasillo, no puede evitar recordar cuando hizo el mismo recorrido para casarse con el hombre al que está a punto de despedir. Los sentimientos que ahora la embargan son muy diferentes. En aquel momento sentía rabia, miedo, ganas de salir corriendo, pero ahora sólo la embarga una profunda desolación. Cerca del altar, en lugar de aquel hombre que amó toda su vida parado observándola con desprecio, vestido con el traje que lo hacía ver magnífico, estaba él… en un ataúd. Su pies le pesan y nada de lo que haga los hace más livianos, de su mano va prendida su hija, que no entiende por qué su madre está así, desolada y llena de lágrimas. Las personas que allí están son pocas, comparadas con las que fueron a ver aquel matrimonio forzado, porque ante la algarabía de su humillación la expectativa era mayor que su dolor. Ahora puede ver cuántas son las personas que en realidad lo amaban y estaban allí para su último adiós. La melodía desde un violín
Nicholas se acerca para sacar a Hope del lado del hombre que está reaccionando y la toma entre sus brazos, pero Daryl emite un quejido porque no quiere que la alejen de su lado, sin embargo esto alerta a Zoe. —Amor… estamos aquí, no nos iremos —le dice ella y al fin Daryl puede abrir sus ojos con algo de dificultad—. ¡Papá, el doctor, ve por él! —¡Papi! —grita emocionada Hope y mira a Zoe—. ¡Mami, funcionó beso! Puede ser que para todos la reacción de Hope con Daryl es muy rápida, pero en secreto Robert le enseñó que tenía otro papá y que a ese debía quererlo tanto como a él o mucho más, sólo debía esperar a que Zoe le dijera quién era. Sí, Robert siempre fue un sol, que tendrá su amor muy pronto. Cuando el doctor entra, lo examina minuciosamente, al parecer está bien con varias de sus funciones motoras y es cuestión de tiempo que pueda recuperarse del todo, para que luego se vaya a casa con su familia. Al salir el hombre, Zoe vuelve a acercarle a Hope y él no puede evitar llora
Daryl siente que su vida vuelve lentamente con ese abrazo, sentir la calidez del cuerpo de la mujer que ama y con quién quiere darse una oportunidad es para él un premio que no merece, pero espera esforzarse por merecer algún día.Luego de separarse, Zoe lo mete a la cama para que descanse, pero él simplemente no puede dormir, porque entre el olor a frutos silvestres en la almohada de al lado y luego la llegada de su bella princesa para dormir su siesta, los ojos simplemente no se le cierran.Tenerlas allí a las dos es suficiente para recuperar fuerzas, para alentarse a continuar sanando y buscar la mejor versión de él para sus mujeres, porque está seguro que la manera en que es ahora tampoco es la indicada.Deber ser más fuerte, seguro de sí mismo y confiar en que puede ser bueno para su pequeña al menos. Aunque quiere ser lo mismo para Zoe, sabe que con ella tiene que ir con calma porque debe demostrarle que en verdad cambió su manera de ser.A pesar de no dormir nada durante la tar
La mirada de Zoe se pierde en el cuerpo de aquel hombre que no tiene idea que está siendo devorado por la mujer en la cama.Sí, ella está con su periodo, pero eso no le impide a ninguna mujer sentir deseo por un hombre, porque son dos cosas muy distintas.Si bien su cuerpo no es el mismo de antes, sigue siendo alto, ancho, bello. Unos minutos después ella deja de lado la bandeja porque no tiene caso intentar comer algo más, Daryl se ha terminado la suya sin percatarse de que Zoe deseo embarrarlo de la mermelada y…Ya se imaginan el resto.Él se mete al vestidor luego de quitar la bandeja de Zoe de la cama. Cuando sale, Zoe está recostada pensando en muchas cosas, una de ellas es que ya no tiene caso seguir durmiendo separados, después de todo, los dos quieren intentarlo.Pero no le dice nada o corre el riesgo de que él se espante y salga huyendo. Al menos así era hace tres años.Un rato después, Hope aparece somnolienta en la habitación provocando la ternura de su padre, quien la toma
Las semanas se pasan tan rápido que, sin darse cuenta, ya se han cumplido casi tres meses desde que Anabet secuestrara a Hope.Para esta fecha, Zoe ya está oficialmente divorciada de Robert, quien anda por allí en alguna parte salvándose de las balas y de una mujer que lo trae peor que Zoe. Alessia está haciéndole la vida imposible a cierto hombre que no entiende sobre la palabra «NO» y mucho menos que ella sea como es.Rita se encuentra esta mañana mirando por la ventana de la cocina, haciéndose la loca de que Carlo esté tras ella, abrazándola y besando su hombro después de haberse quedado allí. No es descabellado tampoco, esa casa la había heredado él y Zoe sonríe cada vez que los ve juntos, ella mejor que nadie sabe lo que ha sufrido su primo con la familia tan asquerosa que le tocó y lo solo que está. El que tenga a Rita a su lado para ella es un alivio profundo.Pero toda esa felicidad se está acumulando por otra cosa que no saben cómo resultará y quieren estar preparados.En la
Zoe lo mira con los ojos abiertos, no entiende nada de lo que está pasando, pero él con su infinito amor y paciencia, sabiendo lo que debe estar pensando porque es lo que él quería, la invita con el mismo tono de voz. —Vamos a sentarnos —Zoe pasa saliva con dificultad, quiere buscar excusas que no sirven, porque sólo quiere terminar en un lugar… y es entre sus brazos. —Estoy con vestido… —No importa, sólo estamos los dos. Ella asiente y se acomodan en la manta, Zoe se la queda viendo con sorpresa y no puede evitar mirarlo emocionada porque es la misma de aquella vez, cuando ella tenía doce años y él catorce, ese día que se prometieron amor para siempre. —Daryl… —le dice con la emoción cargada en su voz temblorosa. —Zoe, creo que está demás decir todo lo que hemos pasado, pero nuestro amor ha pasado por sobre todas esas cosas, las buenas y las malas. Te sigo amando como ese niño de catorce años, que aquí, en este lugar, te pidió que fueras su esposa —de una cesta saca aquella caj