Luego de que Daryl le dejara claro a Anabet que no lo buscara más, Zoe se sentía más tranquila, podía al menos estar segura de que su esposo se estaba tomando las cosas más en serio con ella y que estaba dispuesto a darse una oportunidad. Tras la salida escandalosa de Anabet ese día, Daryl le dijo con dulzura que no se preocupara, porque lo que estaba sintiendo era de verdad y en serio quería conocerla mejor. Después de eso, habían terminado lo que habían iniciado. Pero no solo eso había cambiado. Para Daryl, la ayuda que Zoe le había dado era muy valiosa, tanto que no dejaba de consultar con ella algunas cosas que la empresa requería, pero ya no quería que lo hiciera desde la casa, la necesitaba en la empresa, cerca de él… y lejos de Sanders. Zoe estaba creyendo en él, por lo tanto estaba depositando toda su confianza en Daryl. Pero Daryl no se sentía igual, a pesar de que sus sentimientos eran fuertes hacia ella, todavía estaba la nube del olvido. Su mente le decía que ella era
Varios días después, en completo silencio ella ve a Daryl terminar de vestirse y los dos salen con rumbo a la entrada de la casa en silencio tomados de la mano. —Prometo que haré todo lo más rápido posible, para regresar a casa contigo —le dice Daryl mientras abraza y besa a Zoe para despedirse. —Haz lo que tengas que hacer con tranquilidad —le dice ella con dulzura—, mientras me llames cada vez que puedas, me quedaré tranquila. Se aferran en un abrazo que quisieran extender lo suficiente para no tener que separarse, pero hay cosas que no se pueden postergar y la revisión de algunos proyectos es una de ellas. Daryl se sube al auto y ella se queda observando cómo su esposo se marcha a la filial de Francia a resolver algunos asuntos, revisar proyectos y, al parecer, solucionar algunos problemas, pero sin decirle cuáles para no preocuparla. Como es domingo, Zoe decide irse a la habitación para volver a dormir un rato más, está cansada porque la noche fue una despedida íntima por la
Mientras Zoe camina a la mansión de su esposo, se abraza a sí misma. Aquel día aprovechó de pensar muchas cosas en cuanto a lo que es su vida actualmente, la manera en cómo todo cambió, lo sola que está.Puede parecer que no porque tiene a su primo, a Rita quien se ha convertido en una gran amiga y Robert, de una manera más seria y silenciosa. Pensó que Daryl se había convertido al fin en ese hombre que ella esperó, sin embargo, todo se había desvanecido en la primera ocasión en que se vio lejos de ella.Incluso, ha pensando en todas las veces en que ha podido engañarla, porque de todas maneras ella no sale de la mansión, se encuentra encerrada, aislada del mundo. Él podría hacer lo que se le da la gana mientras está fuera, por supuesto que sin que ella se entere, solo que esta vez le salió el tiro por la culata.Todo eso pasó por su mente, hasta que hace la comparación de Daryl cuando estaba con Anabet aún en esa relación enfermiza y ahora. Sus ojos son las puertas de su alma, puede
Despertar con la certeza de que los dos se aman cambia todo. Para Zoe es más seguridad, más compromiso de parte de Daryl y solo espera que ese sentimiento se afiance más. Hay muchos que dirán «¿Por qué no le dice de una vez que es ella la chica a quien le hizo la promesa?», pero lo que Zoe quiere es que la ame por ella misma, porque logró enamorarlo nuevamente después de doce años separados. Quiere que la ame porque en verdad le nace, no porque esté atado por una promesa, ya que eso hizo que se involucrara con Anabet en primer lugar. Por otra parte, Daryl no ha dejado de consentirla. Sin embargo, para él eso no es suficiente, él sabe lo que es perder tiempo y con Zoe no quiere perder nada. Por eso, luego de terminar el trabajo y ya que es viernes, Zoe llega a casa con las ganas de tirarse en la cama y dejarse amar, pero él tiene planes muy diferentes. Zoe lo ve cambiarse de ropa cuando ella está quitándose los zapatos y lo mira con el ceño fruncido. —¿Vas a algún lugar? —Vamos…
Zoe se levanta con las piernas entumidas y el corazón deshecho, se lava la cara para quitarse los restos lágrimas, se mira al espejo y se dedica una sonrisa débil, se ha pasado la noche en el baño tirada en el suelo. Sale de allí descalza y baja para ir a la terraza, en donde Robert se bebe su café de la mañana, mientras se mensajea con su gemelo.Al verla como zombi, se pone de pie rápidamente y Zoe no puede hacer más que abrazarse al cuerpo de aquel hombre.—Señora… —la rodea con sus brazos y Zoe humedece su camisa con sus lágrimas en un par de segundos.—¿Por qué tiene que doler tanto, Robert? —le dice entre sollozos—. ¿Por qué amar tiene que ser así, doloroso, caótico?—No lo sé, muchas veces me pregunté lo mismo —le dice sin dejar de protegerla—, pero nunca encontré la respuesta. Supongo que de otra manera no podríamos conocer la verdadera felicidad cuando llega.—Me siento tan tonta Robert… le di una oportunidad, la última y él me sale con un reproche que solo tendría sentido si
Luego de unos días mucho más tranquilos, en donde Daryl se portó como ese príncipe azul que Zoe soñó, las cosas entre ellos van mucho más tranquilas. Por la mañana, Daryl se va un poco más temprano que de costumbre, porque debe pasar por la obra del hotel y reunirse con los accionistas del proyecto. Zoe se prepara para su día, colocándose un traje de pantalón y chaqueta, sobre estos se coloca un hermoso abrigo largo blanco y baja para su desayuno. En la cocina está Rita revolviendo huevos y a Zoe se le hace agua la boca. —Buenos días, señora —le dice la muchacha con una sonrisa y Zoe se la regresa. Pone frente a ella un plato de huevos con jamón, tomate y un par de tostadas, Zoe come en silencio, mientras revisa las noticias como cada mañana. Para cuando termina, le agradece a Rita y se prepara para ir a la oficina. En la entrada, Robert la espera con su impecable traje negó, para Zoe no le queda bien. Y no porque no se vea bien, sino porque no pareciera su estilo. Cada vez que Zo
Luego de dos días de observaciones en el hospital, el médico decide darle el alta a Zoe, con las indicaciones de reposo al menos por una semana. Carlo está allí, esperando a que Daryl y ella salgan de la habitación, pensando en que Zoe no lo ha tenido fácil el último tiempo. Mientras, dentro, la pareja está en silencio. Daryl la ayuda a vestirse con mucha delicadeza, pero a Zoe le entra la desesperación. —No me voy a romper —le dice cuando trata de meter el pantalón sin rozarla—. Además, las piernas están bien. —Pues… no es lo que dice ese moretón en la rodilla. —No me duele —Zoe toma el borde del pantalón, se lo sube y se calza los zapatos sin ningún cuidado, ganándose una mirada reprobatoria de Daryl—. No me mires así, ya quiero irme a casa, odio los hospitales, me traen malos recuerdos. —Pues vas a tener que aguantarte, porque resulta que aquí es donde descartaron que el accidente no tuvo secuelas graves. —¿Y tú crees que eso fue un accidente? —Daryl se tensa, pero Zoe no se
Es el último día que Zoe esperaba quedarse en casa, ya podrá volver a la empresa y eso la tiene de excelente ánimo, porque detesta estar allí. Aunque Daryl le había mandado parte del trabajo, no es lo mismo que estar en la empresa, porque si necesita algo, puede pedirlo enseguida. Está sentada en la sala, al lado de la chimenea agarrando calorcito y con una taza de té con leche entre las manos, pensando miles de cosas, todas buenas. Una de ellas es la manera en que su matrimonio poco a poco está tomando el rumbo que cualquier matrimonio por amor podría tomar. Desde fuera, por la ventana, Robert aparta la mirada de la laptop para observarla de vez en cuando, sintiendo que muere un poco cada día, pero al menos ella está viva, no como… Por la radio, le avisan que Daryl ha llegado, sacándolo de esos recuerdos dolorosos, así que decide ponerse de pie e irse a su departamento cerca de la entrada, porque puede que le guste ver a Zoe feliz con el amor de su vida, pero eso no lo vuelve un m