Bastián se ríe de Daryan, quien parece muy incómodo con el traje. Como padrino de boda trata de dejarlo quieto, pero es casi imposible.

—Oye, es mejor que te calles o te perderás la entrada de la novia.

—Eso por nada del mundo —dice Daryan tratando de aflojar la pajarita—. Pero no me puedes negar que esta cosa incomoda bastante.

—Sólo aguanta un poco más.

La música empieza, Zoe toma su lugar al lado de Robert y su esposa, para luego unirse con los pocos invitados a mirar por donde entrará Hope del brazo de su padre.

Daryan se olvida de lo mucho que le molesta la pajarita y fija la vista como todos hacia el pasillo, cuando ve a Hope no puede evitar primero sonreír y luego dejar que un par de lágrimas salgan de sus ojos.

—No puedo creer que sea un desgraciado con tanta suerte –le dice a su amigo.

—Tienes suerte, amigo, tu esposa es bellísima.

Bastián le entrega un pañuelo para que se limpie las lágrimas, mientras Hope no deja de sonreír. No se esperó que Daryan se viera así, tan conmovi