Daryan encaja la bofetada perfectamente, no es la primera que le llega ni tampoco es el golpe físico más duro que ha recibido, ni hablar de las veces que le han roto algo, pero este le duele mucho más porque viene de ella, de la mujer que ama con cada fibra de su ser.—Yo lamento haberte mentido de esa manera, pero a penas te estaba conociendo y no sabía si podía confiar en ti, todo el mundo me conoce como Daryan Merkis.—Pero yo no soy todo el mundo.—No, por eso me estoy arriesgando y te estoy arriesgando a ti al decirte mi nombre.—¿Y eso también se lo dijiste a mi padre? —dice ella con sarcasmo, tratando de no llorar.—De hecho, sí. Te dije que quería su opinión acerca de mí, así que le dije todo.—¿Aun así te aceptó cerca de mí? No te creo…—Al inicio no, pero cuando me preguntó mi nombre real y se lo dije, sólo asintió, sonrió y me dijo que si era hijo de quien era, entonces él no tenía problema de que me quedara a tu lado.—¿Eres hijo de Robert? —le pregunta ella tratando de re
Zoe abre la puerta y se encuentra a Daryan allí esperando con los cafés y las cosas que Daryl le pidió, ella recibe un café feliz de la vida, a Hope le entrega un vaso también y cuando ve que ella se detiene al recibirlo le dice con algo de timidez. —Le pregunté al doctor y me dijo que podías beber un chocolate caliente, y tu padre me dijo que sin lactosa, con canela —ella lo recibe y bebe lentamente, sin perder ningún movimiento de Daryan—. ¿Ya puede irse? —Sí, estoy esperando a mi esposo para que lleve a Hope hasta el auto, al parecer no hay disponibilidad de sillas. —Si no le importa llevar usted esto —le dice entregándole todo—. Yo me llevo a Hope, quiero que vaya a casa pronto para descansar. Claro, si me permites acercarme. Se queda esperando la respuesta de la chica, quien asiente levemente y Daryan no se demora ni un segundo en alzarla sin esfuerzo. Salen de allí y Zoe se adelanta para guiar el camino hasta el auto, en el trayecto se encuentran a Daryl, quien le pregunta
Luego de terminar de ayudar a limpiar la cocina, Hope y Daryan caminan al jardín, a una zona que está techada, tiene cómodas mesas de madera rodeadas por sillas que les permite a los chicos acomodarse allí para hacer sus deberes al aire libre.El espacio está cercado por estantes en tres de sus cuatro aristas. Allí hay algunos libros y material para trabajar, Hope va por hojas blancas, un contenedor con lápices de colores, luego se sienta frente a él y le entrega una de las hojas.—¿Vas a ponerme a hacer deberes? —se ríe él y ella asiente.—Vamos a dibujar el lugar que más amamos en el mundo —le dice ella igual de divertida y Daryan acepta el reto.Mientras van dibujando sin despegar la vista de sus hojas, van hablando de diferentes cosas que les permite conocerse. Hope quisiera preguntarle de su trabajo, saber cuántas personas ha matado, cuántas veces ha estado a punto de morir… pero luego entiende que eso es algo demasiado personal y triste para preguntarle, además no sirven para co
Ya que Daryan se irá por algunos días y que la universidad ha vuelto a funcionar luego de paralizar para hacer una revisión de su sistema de seguridad, Hope decide que es mejor ir a clases en lugar de quedarse allí esperando noticias de su novio.Acaricia la piedra en el collar que él le regaló, se da ánimo con un suspiro y baja a tomar el desayuno con su familia.—¿Irás a clases? —le pregunta su madre cuando la ve aparecer.—Sí, no tiene sentido que me quede aquí sin hacer nada, además se supone que ahora la seguridad será el triple y con la seguridad nueva que papá contrató no debería tener problemas —aunque en realidad no se oye muy animada.—Una de las ventajas de estudiar en una universidad donde van los hijos de personas importantes —dice Valentina con la boca llena.—Sí, puede ser —le dice Hope, aunque eso ahora mismo los hace a todos blancos fáciles para quienes quieran hacerle daño a cualquier de los empresarios poderosos.Luego de terminar, Daryl se pone de pie, deja un beso
Hope se queda viendo la pantalla en donde marca la llamada entrante, lo contesta con algo de nervios y de pronto esa voz que reconoce.—Hola bonita, ¿cómo estás?—¡Mi amor! —le dice ella con tanta emoción sin darse cuenta del apelativo tan íntimo y revelador que acaba de usar. Pero le ha salido del alma, de lo más guardadito de su corazón—. Ahora estoy más feliz… ¿y tú cómo estás?—Ahora… más feliz y enamorado, ¿cómo no estar así si mi chica me ha llamado «mi amor» con tanto cariño.—Eres mi amor.—Me encanta. Espero que Bastián supiera llegar a ti, me imagino que no lo tuvo fácil.—No, la seguridad ha aumentado, pero no hay nada que me nieguen, puedo ser muy mandona cuando quiero —se ríe y se tira en la cama—. Te he extrañado tanto y tan sólo te fuiste ayer.—Me siento igual, pero te prometo que cuando llegue estaremos juntos todo lo que podamos y haremos cosas divertidas, de esas que te gustan a ti.—No sólo lo que me guste a mí, también quiero hacer las que te gusten a ti.—Dudo qu
Bastián se ha encontrado con Daryan en mitad del camino, tratando de convencerlo de que no le diga la verdad a su padre. —¡Por favor! ¿Has pensado que si le reclamas a tu padre no te dejará seguir en esto? —Es mi vida, así como él eligió la suya en su momento, él no me puede prohibir que yo viva la mía. —Pero esto no se trata de prohibir ni de que sea tu vida, hay un precio por tu cabeza sólo por ser hijo de Robert Sanders. —Y precisamente por eso es por lo que me metí en esto, para no vivir como él, que se escondió a la mi3rda del mundo en su hueco, sin hacer nada. Yo no voy a condenar a mi mujer a andar con miedo toda la vida. —¿Tu mujer? ¿Hablas de Hope? ¿Piensas hacerla tu esposa? —Sabes perfectamente que si me alejé de las relaciones fue precisamente porque no quería ser un put0 como mi padre a su edad, me aseguré de no hacerle lo mismo a una mujer y un hijo. —Pero no fue con mala intención. —Como sea… ella será mi esposa, pero antes de que eso pueda hacerse realidad, ten
Lo que Daryan le cuenta es material confidencial, pero lo único que pueden saber es que en cuanto salen de ese taller y llegan a la casa en medio de la conversación animada entre la esposa de Robert y Bastián, ambos saben que las cosas son graves.—Robert…—Nos vamos de aquí, ya no vamos a seguir en este agujero.—¡¡Al fin!! —dice ella levantando los brazos y tanto su esposo como su hijo se quedan sorprendidos—. No me miren así, ¿ustedes creen que yo lo estaba pasando bien aquí? Pero si podemos regresar es porque ustedes tienen la solución.—No tanto como eso, pero ya que este muñeco anda en malos pasos, no podemos seguir en medio de la nada, incomunicados, porque si le pasa algo tengo que responder.—¿Cuáles malos pasos? —pregunta con el ceño fruncido y Daryan se pone nervioso, porque si de algo está claro es que tanto su madre como sus hermanas asustan más él y su padre juntos en combate.—Estoy en una organización de respuesta rápida contra emergencias de seguridad…—Eres mercenari
Hope está en la ducha, quitándose un poco del polvo que se le pegó en el cabello luego de caerse en la entrada de la casa por estar bromeando con Valentina. Al salir, se da cuenta que el teléfono que Daryan le envió tiene una llamada perdida y se siente impotente porque seguramente no podrá llamarla nuevamente.Se queda en su cuarto atenta al teléfono, incluso pide que le lleven la comida a su cuarto diciendo que tiene mucha tarea para la universidad, pero por más espera, la llamada por la noche tampoco llega. Al día siguiente llega antes de la universidad y se queda en su cuarto esperando y esperando… pero Daryan no llama.Los nervios comienzan a atacarla y piensa que algo malo pudo pasar, porque Daryan no dejaría de llamarla por nada. Esa noche no consigue pegar ojo, el sueño no llega a ella sino el llanto, pensando que tal vez le ocurrió algo y que no puede esperar más, pero… ¿a quién puede llamar?No tiene el número de Bastián, ni de ninguna persona que le pueda dar razones.Por l