Hope se queda viendo la pantalla en donde marca la llamada entrante, lo contesta con algo de nervios y de pronto esa voz que reconoce.—Hola bonita, ¿cómo estás?—¡Mi amor! —le dice ella con tanta emoción sin darse cuenta del apelativo tan íntimo y revelador que acaba de usar. Pero le ha salido del alma, de lo más guardadito de su corazón—. Ahora estoy más feliz… ¿y tú cómo estás?—Ahora… más feliz y enamorado, ¿cómo no estar así si mi chica me ha llamado «mi amor» con tanto cariño.—Eres mi amor.—Me encanta. Espero que Bastián supiera llegar a ti, me imagino que no lo tuvo fácil.—No, la seguridad ha aumentado, pero no hay nada que me nieguen, puedo ser muy mandona cuando quiero —se ríe y se tira en la cama—. Te he extrañado tanto y tan sólo te fuiste ayer.—Me siento igual, pero te prometo que cuando llegue estaremos juntos todo lo que podamos y haremos cosas divertidas, de esas que te gustan a ti.—No sólo lo que me guste a mí, también quiero hacer las que te gusten a ti.—Dudo qu
Bastián se ha encontrado con Daryan en mitad del camino, tratando de convencerlo de que no le diga la verdad a su padre. —¡Por favor! ¿Has pensado que si le reclamas a tu padre no te dejará seguir en esto? —Es mi vida, así como él eligió la suya en su momento, él no me puede prohibir que yo viva la mía. —Pero esto no se trata de prohibir ni de que sea tu vida, hay un precio por tu cabeza sólo por ser hijo de Robert Sanders. —Y precisamente por eso es por lo que me metí en esto, para no vivir como él, que se escondió a la mi3rda del mundo en su hueco, sin hacer nada. Yo no voy a condenar a mi mujer a andar con miedo toda la vida. —¿Tu mujer? ¿Hablas de Hope? ¿Piensas hacerla tu esposa? —Sabes perfectamente que si me alejé de las relaciones fue precisamente porque no quería ser un put0 como mi padre a su edad, me aseguré de no hacerle lo mismo a una mujer y un hijo. —Pero no fue con mala intención. —Como sea… ella será mi esposa, pero antes de que eso pueda hacerse realidad, ten
Lo que Daryan le cuenta es material confidencial, pero lo único que pueden saber es que en cuanto salen de ese taller y llegan a la casa en medio de la conversación animada entre la esposa de Robert y Bastián, ambos saben que las cosas son graves.—Robert…—Nos vamos de aquí, ya no vamos a seguir en este agujero.—¡¡Al fin!! —dice ella levantando los brazos y tanto su esposo como su hijo se quedan sorprendidos—. No me miren así, ¿ustedes creen que yo lo estaba pasando bien aquí? Pero si podemos regresar es porque ustedes tienen la solución.—No tanto como eso, pero ya que este muñeco anda en malos pasos, no podemos seguir en medio de la nada, incomunicados, porque si le pasa algo tengo que responder.—¿Cuáles malos pasos? —pregunta con el ceño fruncido y Daryan se pone nervioso, porque si de algo está claro es que tanto su madre como sus hermanas asustan más él y su padre juntos en combate.—Estoy en una organización de respuesta rápida contra emergencias de seguridad…—Eres mercenari
Hope está en la ducha, quitándose un poco del polvo que se le pegó en el cabello luego de caerse en la entrada de la casa por estar bromeando con Valentina. Al salir, se da cuenta que el teléfono que Daryan le envió tiene una llamada perdida y se siente impotente porque seguramente no podrá llamarla nuevamente.Se queda en su cuarto atenta al teléfono, incluso pide que le lleven la comida a su cuarto diciendo que tiene mucha tarea para la universidad, pero por más espera, la llamada por la noche tampoco llega. Al día siguiente llega antes de la universidad y se queda en su cuarto esperando y esperando… pero Daryan no llama.Los nervios comienzan a atacarla y piensa que algo malo pudo pasar, porque Daryan no dejaría de llamarla por nada. Esa noche no consigue pegar ojo, el sueño no llega a ella sino el llanto, pensando que tal vez le ocurrió algo y que no puede esperar más, pero… ¿a quién puede llamar?No tiene el número de Bastián, ni de ninguna persona que le pueda dar razones.Por l
Cuando Daryan abre los ojos y ve a Hope acurrucada contra su pecho sonríe como si fuera el mejor regalo de la vida, aunque precisamente eso es lo que es. Le quita un mechón de cabello que tiene en el rostro y se queda quieto, como cuando debe buscar el momento justo para disparar a distancia, sólo que esta vez es por algo más lindo.Y así se queda varios minutos más, pensando en que así quiere despertar cada día en una casita, alejada de todo y con muchos árboles alrededor, con dos perros, tal vez dos o tres hijos revoltosos que lleguen a saltar a la cama para hacerles el día más feliz.—Eres tú… —dice embobado por la belleza de Hope. Ella comienza a removerse y cuando abre los ojos se encuentra a Daryan muy cerca de ella, esboza una sonrisa de gusto al tiempo que le acaricia el rostro.—Que lindo es despertar así —le dice ella.—Imagina hacerlo todos los días —Hope lo mira con la misma intensidad que los ojos azules del chico están posados en sus expresiones—. Imagina que podamos est
Los días se pasan y llega el fin de semana. Hope se levanta temprano, pensando en muchas cosas, todas lindas y que tienen que ver con Daryan. Cuando llega abajo, la señora del servicio le dice que sus padres están en la cocina tomando desayuno solos.Hope va con ellos para despedirse, porque en cualquier momento Daryan llegará para buscarla. Al entrar ve a sus padres muy acaramelados, sonríe al verlos de esa manera, porque se nota que aun después de tantos años y de todas las cosas que han pasado, ellos se siguen amando mucho.—Buenos días, princesa —le dice Daryl dándole un beso en la frente cuando ella se acerca—. ¿Vas a salir?—Sí, estaré todo el día fuera.—Supongo que con Daryan.—Por supuesto, de otra manera me encerraría en mi cuarto a estudiar —sonríe ella.—¿No comerás?—No, me dijo que me llevaría a desayunar a un lugar especial para él, hoy haremos cosas que nos gusten a los dos, para conocernos y buscar los puntos medios.—Me gusta… —le dice Zoe sacando un poco de huevos r
Hope se siente realmente cómoda entre la familia Sanders, son acogedores, revoltosos, escandalosos y se nota lo mucho que se aman, su familia es igual, así que no se espanta para nada.—Y dime, ¿cómo se tomó Marchetti lo de ustedes?—Bien, lo asumió bastante bien.—Pensé que había puesto el grito en el cielo cuando supo que es mi hijo —se ríe divertido de imaginar el escándalo.—La verdad es que eso hizo que lo aceptara más rápido, no se cansa de decir que confía en él más que en cualquier persona por ser hijo de quien es —Robert se queda sorprendido—. Dice que, si es un Sanders, es de honor y no dudará en protegerme de lo que sea.—Me dejas sorprendido, siempre pensé que me odiaba por comerle el mandado —su esposa le da una palmada en la nuca, mientras que Hope abre los ojos sorprendida, Daryan se lleva los dedos al puede de la nariz y las gemelas están atacadas de la risa.—Bueno, tal parece que a mi padre no le importa.El desayuno sigue su curso con otros temas, hasta que Daryan s
Daryan le toma una mano, la besa y la sostiene con firmeza, Hope siente que las lágrimas le salen por los ojos a raudales y sólo quiere decir que sí, pero espera a lo que Daryan le quiere decir. —Antes de que llegaras a mi vida, todo era simple, fácil, muy sencillo y no tenía miedo de morir. No me importaba nada, mucho menos el terminar muerto en una de las misiones, porque pensaba que ese era mi propósito, además de agarrar a quien nos ha mantenido por tanto tiempo separados como familia. «Pero cuando te vi ese día, con esos bellos ojos azules, tu sonrisa, todo en ti me hizo apreciar más la vida, todo lo que tengo se volvió innecesario y las cosas que pensaba no tenían importancia, ahora sí las tienen. «Ya nada es sencillo, nada es fácil… y tengo miedo a morir, porque dejaría de verte —saca el anillo de la cajita y le pregunta con una sonrisa cargada de sueños—. Hope Marchetti, ¿quieres ser mi esposa? —Sí, sí quiero —dice ella de inmediato, Daryan le coloca el anillo y se pone de