MANSIÓN DE LOS RAYTON. —Buenas noches hija. —Buenas noches mamita. —Pensé que ibas a llegar más tarde, no tienes ni dos horas que saliste de casa. —Fuimos a cenar y nos regresamos de inmediato. —¿Llamaron a Brandon para una emergencia? —No. —Ven acá, siéntate a mi lado. Mami me queda mirando, me toma de las manos y luego me dice. —Cuéntame, tuviste algún problema con Brandon. —Sí, me molesté con él, está insoportable. —¿Puedo preguntar por qué la molestia? —Mamá, el viernes tengo que ir con un grupo de la universidad para hacer un trabajo en las afueras de la ciudad, el rector me nombró líder del grupo de los estudiantes, pues como va un profesor que según él está interesado en mí, el muy descarado me dijo que seguro me nombraron la líder porque el profesor lo pidió. —Brandon lo que está es celoso. —Sí, pero eso no le da derecho a faltarme el respeto, mucho menos meterse con mi carrera. —Ya salió el peine
—Buenos días amor. —Buenos días Brandon. Por la manera como me responde se nota que aún está molesta conmigo. —Gracias por responder mi llamada, necesito verte. —Ahora no puedo, voy para la universidad. —Claro a esta hora es imposible, yo también tengo trabajo, cuando termine con mis consultas voy a la universidad, te invito a almorzar. —Okey, pero llámame antes, a las diez tengo una reunión y no sé a qué hora termine. —Y si tú me llamas cuando estés desocupada, así no interrumpo tu reunión. —Está bien, yo te llamo. —Hasta luego bebé, te amo mucho. —Yo también. Ese yo también me sonó muy frío, como haré para que me perdone. LA UNIVERSIDAD. —Buenos días señorita Brianna. .—Buenos días profesor Wuillians. —Recuerde que a las diez tenemos reunión. —Sí, no se preocupe por eso. —Me gustaría invitarla a desayunar. —Lo siento profesor, pero ya desayuné. —Entonces acompáñame con un café, así apr
Mi corazón se paraliza cuando escucha esa voz y cuando siento esas manos sobre la mía, de inmediato como si aún fuera un adolescente inexperto que no sabe que hacer retiro mi mano y sólo sonrió. —¿Cómo está señorita? —Doctor por favor ya es hora de llamarnos por nuestros nombres, creo que tenemos la suficiente confianza para eso. —Disculpe, pero confianza no la hay. —No seas tan tímido, de mi parte voy a empezar a tutearte y llamarte por tu nombre. A pesar de hablar en un tono de voz bajo, Grace que la tengo a mi lado voltea para mirar con quién estoy hablando, luego me dice. —Brandon, creo que ya te van a llamar. Grace se queda mirando a Sophie con cara de asombro, como preguntándose ¿y esta quién es? En efecto de inmediato me llaman para recibir mi placa, eso en lugar de darme nervios me relaja, por lo incomodo que me siento al lado de Sophie. Me levanto y voy, luego de dar unas palabras por el honor y el privilegio que siento al r
PUEBLO DE GALENA. La entrevista está pautada para las ocho de la noche, se va a realizar en la oficina del dueño del restaurante. —Señorita Brianna, ya estamos listos, nos vamos para el restaurante. —Profesor le confieso algo, tengo miedo que el Chef no quiera recibirnos. —Te llegó el momento de demostrar que tienes guáramo para esto, así que levanta esa cara, pon tu mejor sonrisa y a conquistar ese Chef. A pesar de lo que diga Brandon con respecto al profesor Wuillians, no voy a negar que el profesor se ha portado muy bien conmigo, por encima de todo es muy profesional, está pendiente del mínimo detalle. LUGAR DE LA ENTREVISTA. —Señor Bruno, manténgase calmado. —Como voy a estar calmado, si tú sabes bien que no me gustan las entrevistas, yo no sé a quien se le ocurrió la brillante idea de hacerme una entrevista y para colmo me la va hacer una estudiante, aún no se ha graduado, si llega a equivocarse esto será bochornoso, será un despresti
PUEBLO DE GALENA. —Bruno me agradó mucho haber compartido contigo esta noche, nunca me hubiese imaginado que te iba a encontrar aquí, le das un gran abrazo a mami, dile que la amo y que cuando me pueda escapar del hospital voy a visitarlos y le llevo a Brianna para que la conozca. —Ella está nostálgica porque perdió la oportunidad de verte, pero ya tienes un compromiso con ella, tienes que ir a París con Brianna. —Sí, por supuesto que la llevo, además no creo que me dejé ir sólo, ya me recordó que cuando yo estaba estudiando estuvimos mucho tiempo separados, ahora no iba a permitir que la dejara sola por mucho tiempo. —Así se habla, deja que hable con Margaret para que tú veas como le da consejos, después no te quejes, cuando no se quiera despegar de ti. Muchacho este viejo se va a descansar, mañana me voy bien temprano, así que nos despedimos aquí, me saludas a tus padres y diles que los espero en mi restaurante. Señorita Brianna, para mí es u
Care e’ niño, espera pacientemente que su objetivo salga de su casa, es domingo por lo tanto la calle no está muy transitada, apaga su moto y espera, mientras se fuma un cigarrillo. Va contando el tiempo, ya ha transcurrido una hora y veinte minutos, de pronto ve una mujer que está saliendo de su casa, mete la mano en el bolsillo y saca su celular para ver la foto, la ve varias veces para cerciorarse que la mujer de la foto es la misma mujer que sale de su casa —Ahora si chiquita, te llegó el turno, pero como dijo mi princesa, sólo te voy a dejar inhabilitada por un buen tiempo, así que colabora con papá, para que la bala llegue derechito adónde tiene que ir. Okey, aquí vamos, tienes suerte no hay nadie en los alrededores que me pueda poner nervioso, aunque yo creo que a mí me hicieron sin nervios. La mujer quiso cruzar la calle, momento que aprovecha Care e’ niño y le dispara. Cae al suelo, Care e’niño, sale disparado en su moto, acelera sin detenerse e
HOSPITAL DE CHICAGO. Departamento de Recursos Humanos. —Señorita Sophie Smith, pase adelante por favor. —Gracias. Entro a la oficina, quién está detrás del escritorio es un hombre ya casi cuarentón o quizás un poquito más, con pocas canas, una barba escasa, unos anteojos que le quedan muy bien, en fin un hombre muy atractivo e interesante. —Buenos días. —Buenos días señorita, por favor siéntese. Ya sabía que el jefe del departamento era un hombre, por esa razón para la entrevista escogí muy bien mi vestuario, mi falda está muy ajustada, perfectamente se pueden delinear mis piernas y mis glúteos, me aseguré que la blusa fuera de botones de modo que el primer botón quedase fuera del ojal, quedando una abertura para que se pudieran ver mis senos, llevo puesto unos tacones que me hacen ver más alta de lo que en realidad soy, dejé mi cabellera roja suelta para que me cayera en mis hombros. Al sentarme cruzo mis piernas, de manera que se vea casi
BARRIO DE CHICAGO. —Hola tía, vengo con un hambre horrible, ¿hiciste comida? —Sí, te guardé desayuno. ¿Para dónde saliste tan temprano? —Estaba buscando trabajo. —¡Gloria a Dios! Por fin entraste en razón, ¿conseguiste? —Tía sólo fui a entregar papeles, después me llamarán. —Espero que te llamen, ya no tenemos para comer, los reales no me alcanzan. —Ya vas a comenzar con tu cantaleta, aún no me han dado el trabajo y ya me estás pidiendo dinero. —No te estoy pidiendo dinero, sólo lo justo, si no hay dinero para comprar comida, pues no comemos. —Tranquila, ya voy a tener dinero y cuando lo tenga lo primero que voy hacer es largarme de este barrio, pero sola, no pienses que te voy a llevar conmigo. —Yo tampoco me quiero ir contigo, eso sería como trasladar el infierno del barrio a otro lado y yo me quiero morir en paz. —Para que veas que no soy tan mala como te imaginas, muy pronto me voy de aquí con un marido rico, no te vo