PUEBLO DE GALENA. La entrevista está pautada para las ocho de la noche, se va a realizar en la oficina del dueño del restaurante. —Señorita Brianna, ya estamos listos, nos vamos para el restaurante. —Profesor le confieso algo, tengo miedo que el Chef no quiera recibirnos. —Te llegó el momento de demostrar que tienes guáramo para esto, así que levanta esa cara, pon tu mejor sonrisa y a conquistar ese Chef. A pesar de lo que diga Brandon con respecto al profesor Wuillians, no voy a negar que el profesor se ha portado muy bien conmigo, por encima de todo es muy profesional, está pendiente del mínimo detalle. LUGAR DE LA ENTREVISTA. —Señor Bruno, manténgase calmado. —Como voy a estar calmado, si tú sabes bien que no me gustan las entrevistas, yo no sé a quien se le ocurrió la brillante idea de hacerme una entrevista y para colmo me la va hacer una estudiante, aún no se ha graduado, si llega a equivocarse esto será bochornoso, será un despresti
PUEBLO DE GALENA. —Bruno me agradó mucho haber compartido contigo esta noche, nunca me hubiese imaginado que te iba a encontrar aquí, le das un gran abrazo a mami, dile que la amo y que cuando me pueda escapar del hospital voy a visitarlos y le llevo a Brianna para que la conozca. —Ella está nostálgica porque perdió la oportunidad de verte, pero ya tienes un compromiso con ella, tienes que ir a París con Brianna. —Sí, por supuesto que la llevo, además no creo que me dejé ir sólo, ya me recordó que cuando yo estaba estudiando estuvimos mucho tiempo separados, ahora no iba a permitir que la dejara sola por mucho tiempo. —Así se habla, deja que hable con Margaret para que tú veas como le da consejos, después no te quejes, cuando no se quiera despegar de ti. Muchacho este viejo se va a descansar, mañana me voy bien temprano, así que nos despedimos aquí, me saludas a tus padres y diles que los espero en mi restaurante. Señorita Brianna, para mí es u
Care e’ niño, espera pacientemente que su objetivo salga de su casa, es domingo por lo tanto la calle no está muy transitada, apaga su moto y espera, mientras se fuma un cigarrillo. Va contando el tiempo, ya ha transcurrido una hora y veinte minutos, de pronto ve una mujer que está saliendo de su casa, mete la mano en el bolsillo y saca su celular para ver la foto, la ve varias veces para cerciorarse que la mujer de la foto es la misma mujer que sale de su casa —Ahora si chiquita, te llegó el turno, pero como dijo mi princesa, sólo te voy a dejar inhabilitada por un buen tiempo, así que colabora con papá, para que la bala llegue derechito adónde tiene que ir. Okey, aquí vamos, tienes suerte no hay nadie en los alrededores que me pueda poner nervioso, aunque yo creo que a mí me hicieron sin nervios. La mujer quiso cruzar la calle, momento que aprovecha Care e’ niño y le dispara. Cae al suelo, Care e’niño, sale disparado en su moto, acelera sin detenerse e
HOSPITAL DE CHICAGO. Departamento de Recursos Humanos. —Señorita Sophie Smith, pase adelante por favor. —Gracias. Entro a la oficina, quién está detrás del escritorio es un hombre ya casi cuarentón o quizás un poquito más, con pocas canas, una barba escasa, unos anteojos que le quedan muy bien, en fin un hombre muy atractivo e interesante. —Buenos días. —Buenos días señorita, por favor siéntese. Ya sabía que el jefe del departamento era un hombre, por esa razón para la entrevista escogí muy bien mi vestuario, mi falda está muy ajustada, perfectamente se pueden delinear mis piernas y mis glúteos, me aseguré que la blusa fuera de botones de modo que el primer botón quedase fuera del ojal, quedando una abertura para que se pudieran ver mis senos, llevo puesto unos tacones que me hacen ver más alta de lo que en realidad soy, dejé mi cabellera roja suelta para que me cayera en mis hombros. Al sentarme cruzo mis piernas, de manera que se vea casi
BARRIO DE CHICAGO. —Hola tía, vengo con un hambre horrible, ¿hiciste comida? —Sí, te guardé desayuno. ¿Para dónde saliste tan temprano? —Estaba buscando trabajo. —¡Gloria a Dios! Por fin entraste en razón, ¿conseguiste? —Tía sólo fui a entregar papeles, después me llamarán. —Espero que te llamen, ya no tenemos para comer, los reales no me alcanzan. —Ya vas a comenzar con tu cantaleta, aún no me han dado el trabajo y ya me estás pidiendo dinero. —No te estoy pidiendo dinero, sólo lo justo, si no hay dinero para comprar comida, pues no comemos. —Tranquila, ya voy a tener dinero y cuando lo tenga lo primero que voy hacer es largarme de este barrio, pero sola, no pienses que te voy a llevar conmigo. —Yo tampoco me quiero ir contigo, eso sería como trasladar el infierno del barrio a otro lado y yo me quiero morir en paz. —Para que veas que no soy tan mala como te imaginas, muy pronto me voy de aquí con un marido rico, no te vo
MANSIÓN DE LOS RAYTON. —Hija, ¿puedo entrar? —Sí mamá, pasa la puerta está abierta. —¿Puedo preguntar, que pasa entre tú y Brandon. —Terminamos. —¿Qué? ¿Cómo es eso, que terminaron? —Sí mamá, así como lo escuchas, lo nuestro se acabó. —Y lo dices así tan tranquila, un noviazgo de años, se va a terminar así. —¿Qué explicación te dio él, por qué terminaron? —Él no me dio ninguna explicación, en realidad la que decidió terminar fui yo. —Entonces te pregunto a ti, ¿por qué rompiste con la relación? —Porque estoy harta de sus celos. —Y él, ¿cómo lo tomó? —Bien, simplemente se fue. —Esto me parece muy raro. —No creo que por celos, se vayan a tomar decisiones tan fuertes. —¿Estás segura que por eso decidiste terminar? ¿Ya no lo amas? ¿Te está gustando el profesor? —No mamá, cómo vas a pensar eso, yo toda mi vida he amado a Brandon y tú lo sabes. —Sí yo lo sé, por eso estoy extrañada con tu de
APARTAMENTO DE BRANDON. Durante el trayecto hacia el apartamento, nos mantuvimos en silencio, Brandon no me soltó la mano ni un momento. Al llegar al apartamento, se dirige directamente a la cocina. —Amor, ¿quieres tomarte algo? —No, bueno sí un vaso con agua. Va a la nevera, saca una botella de agua y me la sirve. —Toma amor, sin gas como a ti te gusta, yo me voy a tomar un whisky. Aunque trata de disimular, sé que está nervioso. Se sirve el Whisky luego me dice. —Voy a cambiarme, ¿me acompañas a la habitación? —Brandon ya basta, deja de dar vueltas y siéntate de una vez, necesitamos hablar. —Como tú digas, pero podemos hacerlo en la habitación. —No, quiero hacerlo aquí, ven siéntate. —Okey, ¿dime de qué quieres hablar? —¿Todavía lo preguntás? ¿Me vas a decir de una buena vez qué es lo que tienes con esa mujercita? No me puedo aguantar y mis ojos se llenan de lágrimas. Toma mi rostro entre sus man
BARRIO DE CHICAGO. —Buenos días Sophie. —Doctor White, ¿cómo está? —Muy bien, después del encuentro que tuve contigo, me siento mucho mejor. —Yo también doctor, esperando con ansias su respuesta. —Precisamente para eso te llamaba, ya puedes pasar por mi oficina buscando tu credencial para que empieces a trabajar. —Que alegría me das, ¿cuándo puedo pasar? —Te espero hoy a las tres de la tarde, el trabajo es tuyo. —Gracias allí estaré, estoy muy agradecida por lo que has hecho por mí, estoy en deuda contigo, a mi me gusta pagar mis deudas y tú sabes que yo pagó muy bien. —Por supuesto, claro que lo sé, te espero. Corto la llamada y veo a Carla que me ve con una mirada pícara. —Ya escuché, conseguiste el empleo. —Sí amiga, estoy feliz. —Ahora, cuál es el siguiente paso. —Carla, voy con todo, Brandon no se me va a escapar. —Tú me dijiste que tiene novia, ¿qué pasa si no la quiere dejar? —Carla a ti se te