HOSPITAL DE CHICAGO. —Buenos días papá. —Hola hijo, buenos días, ya fuiste al taller donde tienen tu auto. —Sí antes de venir para acá pasé por el taller, ya comenzaron los arreglos, ando en el auto de Brianna. —¿Por qué no fuiste a la casa a buscar tu camioneta? —Brianna me ofreció el auto de ella, al principio le dije que no, porque ella lo necesita, pero luego pensé que era mejor aceptarlo, de esa manera soy su chófer y así estoy más al pendiente de ella. —Correcto lo pensaste bien, mi ahijada ¿cómo está?, ¿ la dejaste en el apartamento? —Está un poco mejor, anoche durmió bastante, en la mañana le dieron náuseas, pero no vomitó. No sé quedó en el apartamento, me dijo que la dejara en la universidad porque quería arreglar unas cosas que tenía pendiente. —¿Después de la consulta la vas a buscar? —No, tú sabes cómo es ella de terca, me dijo que no me preocupara por ella, que le iba a decir a su amiga Kris para que la llevara al ap
APARTAMENTO DE BRANDON. —Amor ya estás lista. —Me falta poquito, regálame cinco minutos y ya salgo, pero si estás muy apurado, vete, no te preocupes por mí, yo agarro un taxi. —No, te espero. —Amor yo tomo un taxi al bajar del edificio, no voy a caminar casi nada. —Dije que no, yo te espero. —Está bien, ya casi estoy lista. A los cinco minutos, ya salgo de la habitación. —Ya mi amor, vámonos. LA UNIVERSIDAD. Me deja frente a la universidad, pero antes me sujeta la barbilla, me acerca a su cara y me da un beso. —Te amo, te amo, te amo, no tienes idea lo que me cuesta separarme de ti. ¿A qué hora paso por ti? —Es mejor que no vengas, tengo que hacer un trabajo con Kris y creo que nos va a llevar mucho tiempo, a la hora de almuerzo nos vamos para un sitio cerca de aquí que es muy bonito, almorzamos y luego nos regresamos nuevamente a la universidad para continuar con el trabajo. —Te tomaste las vitaminas. —Sí a
BARRIO DE CHICAGO. —¡Dios! ¿Dónde estoy? ¿Por qué me trajeron para acá? Me secuestraron, es la única conclusión que puedo sacar de todo esto, por eso me pusieron la capucha para que no viera su escondite. ¿Será que ya hablaron con mi papá y le pidieron dinero? Papito no te olvides de mí, sácame de aquí pronto. Amor, mi Brandon, debes estar asustado, tú que estabas tan pendiente de mí, como si presentías que algo como esto iba a pasar. Me estaban vigilando, de otra forma como se explica que ese taxi estuviera afuera de la universidad, estaba allí por mí, la única explicación es que tenían días vigilándome, estaban esperando el momento que yo estuviese sola. Tengo sed, aguanta bebé, ahora más que nunca tengo que ser fuerte, por ti bebé, no sé qué toca ahora, pero tengo que ser valiente. Brandon mi amor no te preocupes, esto va a pasar, muy pronto estaremos juntos nuevamente, tú también tienes que ser fuerte, por mí y por nuestro bebé. Mis pen
—Aquí estoy Sophie. —Hola mi amor, porque no me saludas con un beso, no seas tan tímido, vamos dame un beso. —Yo no vine a darte un beso, vine porque me dijiste que se trataba de Brianna. —Sí, pero antes, quiero que me des un beso, si no me lo das, me largo de inmediato y no vas a saber nada de tu noviecita. —Está bien, tú ganas. Me acerco para darle un beso en la mejilla, pero ella se voltea y me besa en los labios, se aferró a ellos que tuve que empujarla un poco para que me soltara. —Okey, ahora sí vamos a hablar, toma asiento mi amor. El mesero se acerca a nosotros. —Señor, ¿desea algo? —No, gracias. —Yo sí, me trae una rebanada de pastel de manzana y un café. — Sophie, dime, ¿cómo está Brianna? —Ella está bien, ¿hiciste lo que te dije? No le dijiste a nadie que venías a hablar conmigo. —No, nadie lo sabe. —Tu noviecita está bien, bueno puede estar mejor, todo depende de ti. —¿Qué más quieren? Les v
CASA DE LOS RAYTON. —Señor Peter, ya estamos listos, no se ponga nervioso, usted va a llegar el sitio y espere que ellos se comuniquen con usted, luego procede a entregarles el dinero, no se preocupe no está solo, yo voy a estar pendiente de todo. —Todo está bien, ya sé lo que tengo que hacer, ya podemos irnos. —Vámonos, los demás por favor esperen aquí en la casa. Llegamos al sitio donde había que entregar el dinero, me quedé en el auto, en espera que él jefe de la banda se comunicara conmigo. Llega una moto, un tipo con una chaqueta negra y una gorra del mismo color, se baja de la moto, en eso suena mi celular. —Aló Peter. —Sí, yo soy. —¿Trajo el dinero? —Sí, pero yo no veo a mi hija. —Tranquilo, ella está bien, lo está esperando, pero no aquí, ella está no muy lejos de nosotros, sólo tiene que dejar el dinero en ese pipote de basura que vemos allí y se retira a su auto, yo voy a tomar el dinero, espere que me vaya y luego le
MANSIÓN DE LOS RAYTON. —Buenos días mi amor. —Buenos días mi príncipe hermoso. —Que pena con tus papás me quedé durmiendo contigo aquí en tu habitación y aún no estamos casados. —Pero hoy lo vamos a estar, hoy me convierto en la señora Collins. —¿Qué hora es? Ya es tarde y tengo que arreglar todo los papeles para casarnos, mi amor me visto y me voy, tengo tantas cosas que hacer. —Amor, espera deja los nervios, primero vamos a desayunar. —Bebé no puedo, hoy nos casamos y nos vamos de luna de miel, así que tengo que dejar todo arreglado, mi consulta todo. —Okey, está bien, yo también tengo que salir con mamá, aunque es una boda sencilla, me imagino a mi mamá con las manos en la cabeza haciendo los preparativos, si es por mí nos vamos a una prefectura donde nos casemos y ya. —Amor, ya estoy listo me voy nos vemos más tarde, te amo. —Yo también amor, te amo muchísimo. Brandon se va de la habitación, al instante tocan mi puerta.
HOSPITAL DE CHICAGO. ¡Qué nochecita! Tengo mucho frío, debe ser por causa de la tormenta, está lloviendo mucho, en todo el hospital se siente un silencio sepulcral; el día estuvo muy agitado, pero la noche está en calma, se puede pasear por los pasillos tranquilamente. Los doctores de guardia todos están descansando, menos yo, en sala de parto no hay tiempo para descansar; por ahora sólo ha llegado una emergencia, una mujer, a pesar de su apariencia descuidada se nota que es una mujer muy joven, por su vestimenta parece una indigente, llegó sola, lo mas seguro es que no tenga familia, eso es un problema por si se presenta alguna emergencia, si esto ocurre, a la hora de decidir entre la vida de la madre o el niño, entonces nosotros los médicos tenemos que tomar la decisión. —Doctor, la señora que acaba de ingresar ya está en proceso de parto. —Voy, a esa señora no la ví nada bien, enfermera venga conmigo. Al llegar a la sala de parto, me sorprendo por la
VEINTE AÑOS DESPUÉS. BARRIO DE CHICAGO. —Sophie Sabes que me tienes loco, no aguanto más, vente a vivir conmigo. —No, tú sabes lo que pienso respecto al matrimonio, si me caso es con un hombre que me saque de este barrio, por ahora disfrutemos de esto. Yo sé que hacer para tenerlo contento, sé cómo hacer para que disfrute al máximo. —Sophie sí, así es, me gusta lo que haces. —Cállate y gózalo, en realidad por eso estoy aquí. —Dime que me amas. —Conformate con esto que te doy. Así entre besos dados en lugares y que prohibidos, caricias interminables, así paso parte de la noche, lo dejo exhausto para que no se olvide de mi; me visto, tomo la cartera nueva que me compró, en realidad eso fue lo que me impulsó a visitarlo esta noche, nos damos un beso y me voy para mi casa, mañana será otro día. —Sophie despierta, tienes que ir a trabajar. —Tía no seas tan fastidiosa, déjame dormir un rato más. —Hija levántate acá no tenemos