Luego de otro abrazo corto, ambos se dirigieron hacia la familia de Patrick para presentar a Nicole con ellos.Y por un instante, un microsegundo, Nicole levantó la mirada hacia Walter que seguía allí, estático y frío, como un fantasma, su expresión estaba marcada por el dolor y la perdida.Luego de un segundo de que sus miradas se encontraran, Nicole se volteó como si nada, en sus ojos ya no había amor y tampoco había rabia, era más la dolorosa indiferencia lo que ella demostraba.Eso fue insoportable para Walter.—Con un demonio, sácame de aquí… — Escupió Henry a su escolta.El hombre se reventaba por dentro al ver como Nicole se codeaba con la familia más rica del país como si nada, ignorándolo, dejándolo de lado, ¿ahora cómo hacía Henry para sacar su tajada?, no veía como y eso lo exasperaba.El escolta, de inmediato, obedeció y lo acompañó hacia la salida, lugar donde Henry pudo gritar a los cuatro vientos infinidades de maldiciones y desahogarse.Mientras que el malestar
Walter seguía sobre el escenario cuando esa mujer desconocida salió lanzando gritos, reclamándole algo a Patrick Collins.Pero eso no fue lo único que sorprendió a Walter, ¿ella dijo que Patrick Collins se comprometía con una mujer estéril?, ¿cómo es que esa mujer desconocida sabía que Nicole era estéril?Esa era una información que se mantuvo siempre bajo resguardo y que solo un selecto grupo de personas de confianza o la más cercana familia conocía, excepto porque él mismo se lo había contado a… Tabitha.De inmediato Walter dirigió la mirada hacía su prometida, ella parecía algo agitada y estaba sola en ese rincón, ¡claro, esa era la chica que estaba sentada a su lado, la que estaba cubierta!¿Acaso Tabitha tuvo algo que ver?, ¿ella le contó a esa mujer que Nicole era estéril?, ¿por qué?, ¿con qué intención?, la única explicación lógica es que Tabitha se lo contó todo a esa mujer sabiendo que esto sucedería, todo este escándalo, y de nuevo, lo hizo con la intención de perjudicar
Juliana sintió como el agarre de los guardias se fue aligerando hasta que la soltaron por completo, dando un paso para atrás para apartarse, al principio dudó, ¿por qué esa gorda estaba tan segura?, ¿qué le harían si la atacaba?Pero luego de un instante de cavilaciones, dando primero un paso hacia atrás para que todos pensaran que se había acobardado, Juliana de pronto saltó sobre Nicole, extendiendo sus manos, directo hacia el cabello, para jalonearla.No llegó a tocarla, solo bastó un puñetazo bien propinado justo en la nariz para que Juliana cayera con el tabique desviado y sangrando, al tiempo que profería gritos y gemidos de dolor.Nicole también tuvo que apretarse y sobarse varias veces la mano, era la primera vez que daba un puñetazo real y fue algo doloroso, pero al mismo tiempo, tan excitante como relajante, fue como quitarse un peso de encima.—¡Llamen a la policía y entréguenle a esa mujer! — Patrick interrumpió los gritos de Juliana al tiempo que, con mucho cuidado,
Nicole salió de aquel importante evento junto a Patrick, con la cabeza en alto y aferrada a esa fuerte mano, aunque en el fondo, muy en el fondo, ella no podía evitar el dolor de esa humillación.Y no porque Juliana hubiera querido insultarla, sino por el hecho de que haya revelado, frente a la familia de Patrick y frente al mundo entero, su más doloroso secreto, que no podía tener hijos.Patrick lo sentía, aunque Nicole parecía actuar como si nada hubiera sucedido, aunque ella se había defendido con fuerza y audacia, Patrick podía ver en los ojos de Nicole, el destello de dolor que ella escondía.Pero por el momento, él no podía decir nada, así que Patrick solo intentó ofrecerle una noche tranquila y amena.La familia Collins Sinclair llegó junto a los recién prometidos a un lujoso restaurante, en dónde sin necesidad de avisar o reservación, todos saltaron para darles la mejor mesa en un espacio VIP, Nicole nunca antes había visto tanta pleitesía en su vida, mientras que la famil
—Usted la escuchó… — Nicole sonrió sarcásticamente. — Bueno, el mundo entero la escuchó, yo no puedo tener hijos…—¿Eso es lo que te molesta? — Preguntó Isabella, perpleja. — ¿De verdad eso es lo que te preocupa?—No… Bueno, no me molesta, yo creo… Creo que ya me acostumbré a la idea… — Los ojos de Nicole brillaron con vergüenza. — Pero Patrick, él quizás en un futuro… Y ustedes, su familia…—Nicole, querida… — Isabella acarició la mejilla de Nicole con suavidad, tal como si lo hiciera con su propia hija. — Si tanto deseas tener un hijo, hoy en día hay muchas maneras, los recursos no te van a faltar… Podemos buscar entre diferentes especialistas y muchos tratamientos… Y si al final todos dicen que no se puede, siempre está la opción de adoptar, pero lo importante es que sean felices… — Isabella se encogió de hombros.—¿Qué? — Nicole la observó sorprendida.—Me pude fijar en qué cuando Juliana soltó esa noticia, el único que no parecía sorprendido o afectado, era Patrick, y
Patrick había estado esperando una buena respuesta, una simple, positiva y sensual respuesta que lo motivara al saltar sobre Nicole, pero él jamás se imaginó que en ese momento, ella le diría eso.Él se quedó momentáneamente pasmado, pues por primera vez, de la manera más dulce y espontánea, con sus tiernas y redondeadas mejillas completamente sonrojadas, tal como a él le encantaba, Nicole le había dicho que lo amaba.—¿Qué pasa? — Nicole lo observó extrañada.—¡Con un demonio…! — Gruñó Patrick volteando el rostro con la mandíbula apretada y cada músculo tenso. — ¡Vas a acabar conmigo, mujer! Él volvió a mirarla y por un microsegundo, Nicole vio los ojos de Patrick cristalizados, no es que estuviera segura de lo que vio, pero eso fue lo que pareció.Con un rápido movimiento, Patrick tomó a Nicole entre sus brazos, cargándola como a una pequeña y provocando que ella lance un gritillo del susto, amarrándose a su cuello.¿Atacarla como un animal hambriento hasta intentar saciars
Con los ojos cerrados, Nicole se estremecía sintiendo como Patrick la recorría entera, terminando de apartar el panti y el brasier, que era el único obstáculo que quedaba.Finalmente, Patrick terminó por hundirse en el dulce sabor del centro Nicole, al tiempo que ella apretaba las sábanas, hundiendo sus uñas y arqueando su espalda como un puente, entre espasmos y gemidos de placer, hasta que Patrick sintió el estallido de Nicole en sus labios.Las respiraciones de ambos eran agitadas, sus cuerpos temblaban, ya ninguno soportaba más el éxtasis del deseo.—Te… Te necesito… — Exhaló Nicole desde abajo, con el rostro colorado, al tiempo que intentaba recuperar el aliento.Patrick no lo pensó mucho y con cuidado abrió algo más las piernas de su amada, acomodándose justo en el centro, para darle lo que ella pedía y ambos querían.Con suavidad y calma, él entró en el interior de Nicole, al tiempo que todo su cuerpo se calentaba más con la expresión de satisfacción que ella ponía, y así
—Qué lindo… — Musitó Nicole detallando una prenda. — Amo todas las prendas de esta diseñadora, tiene un gran talento, soy su admiradora…—¿Y por qué no la compras? — Preguntó Patrick a su lado.—Es muy costosa… — Nicole señaló el precio de la etiqueta. — No quiero abusar, Patrick, me parece demasiado…Patrick sonrió tenuemente, con una pequeña chispa de malicia y ego en su expresión.—¡Señorita! — Voceo Patrick con fuerza.—Sí, señor Collins… — Se acercó la encargada.—Por favor, tráigame toda la línea de ropa de la diseñadora Ava Golf, en la talla de mi prometida. — Explicó Patrick señalando a Nicole, al tiempo que esta abría los ojos de par en par.—¡No, Patrick!, ¡¿qué haces?! — Intervino Nicole, sorprendida.—Ya te lo dije antes, te daré todo…—Pero…—Quiero hacerlo y no me cuesta nada… — Patrick se mostró más serio, mientras se encogía de hombros y se daba la media vuelta para alejarse, dando a entender que esa era su última palabra.—Patrick… — Intentó llam