Tanto Nicole como Olivia abrieron los ojos de par en par ante la declaración de Patrick, se podía ver el dolor en sus ojos al contarlo.—¿Y todavía así, tienes el descaro de pedirme otra oportunidad?—Patrick… — Ella seguía llorando, como una desesperada.—Ya deja de seguirme, nunca voy a volver contigo, ya déjame vivir mi vida en paz y haz la tuya…—Pero, Patrick… — Insistió Juliana.—Si vuelves a aparecer en mi camino, Juliana… La siguiente vez no lo pensaré dos veces, llamaré a la policía y te demandaré… Ni por el tiempo que pasamos juntos, te salvaras para la próxima vez…—¿Qué?—Te lo advierto Juliana, para la siguiente, irás a prisión y pagarás por un buen rato… Yo mismo me encargaré de eso.—¡¿Qué?! — Juliana se levantó de un salto del suelo, evidentemente enojada. — ¡¿Por qué…?!, ¡¿por qué estás siendo tan cruel?!—Solo quiero que me dejes en paz y dejes de acosarme, ¡y deja de andar mintiendo!, ¡tú y yo, no tenemos nada!, ¡lo nuestro se terminó hace mucho!,
Nicole todavía podía sentir su pulso acelerado, esa mujer la habida alterado bastante, ahora no solo era su padre, ¿sino qué también Juliana le daba miedo?, eso no podía ser posible, ¿hasta cuándo?—¿Ahora me crees? — Patrick detalló a Nicole de soslayo, ella no respondía, seguía pensativa.—Pues con ese espectáculo, yo sí. — Soltó Olivia desde el asiento trasero.—Muchas gracias, señora Matthew. — Patrick le sonrió, viéndola por el espejo retrovisor.—Sí, eso creo, yo… Lo siento… Es que todo es tan complicado… — Suspiró Nicole afligida.Ella era feliz, en el fondo lo estaba, Patrick no la había engañado, no estaba con otra mujer, lo que Nicole y Olivia presenciaron, lo demostraba.Pero había tanta agitación en su mente.Era justo lo que pensaba antes, Nicole tenía que cambiar su actitud y dejar de tener miedo, ser más fuerte, poder defenderse ella misma, defender su relación con Patrick y defender a su madre.Pero, ¿cómo podría hacerlo si en el fondo ella siempre estaba l
Olivia observó a su hija, llena de confusión, ¿qué era lo que pensaba hacer Nicole?, eso la preocupaba todavía más.—¿Señora Olivia? — La llamó Brenda. — Es hora de irnos…—Por favor, cuídala mucho… — Nicole le dio un abrazo a su amiga.—Estará bien, lo prometo… Mientras, tú encárgate de hacer lo que tengas que hacer… — Brenda le guiño un ojo y ambas se fueron.Apenas desaparecieron, Nicole no pudo contener más sus lágrimas, era contradictorio porque se sentía triste de tener que alejarse de su madre, quien sabe por cuánto tiempo, pero al mismo tiempo, era feliz de saber que Olivia al fin estaba a salvo.Patrick la llevó a casa, la ayudó a quitarse la ropa y la metió en la tina. En cualquier otra ocasión, él se hubiera lanzado sobre Nicole, pero con gran esfuerzo intentó contenerse.La ayudó a bañarse, le pasó una esponja por el cuerpo y luego de salir de la bañera, él ayudó a Nicole a secarse y vestirse, ella se sonrojaba y ponía cierta resistencia alegando que no era una ni
Después de lo de Juliana, Nicole había pasado el día pensándolo y le había costado mucho trabajo decirlo, pero de verdad, de verdad ella quería cambiar.Nicole no quería sentir más miedo, estaba tan cansada de esforzarse por mostrarse fuerte, pero en el fondo seguir sintiendo miedo.Y sobre todo, ella quería ser capaz de defenderse frente a cualquiera.Si Patrick se sentía incómodo con la situación, Nicole podría entenderlo e intentar hacerlo por su cuenta, pero de verdad ella quería contar con su apoyo y que fuera él quien la ayudase.—Sabes que no me importa como luce tu cuerpo, ¿verdad?, ¿qué para mí eres hermosa y perfecta, así como eres? — Patrick se mostró repentinamente muy serio.—Sí, lo sé, pero… —Solo lo aclaro… — Patrick le dio un suave beso en la frente.—¿Eh? — Nicole lo miró confundida.—Es cierto que no me importa como luces, pero, por otra parte, estoy seguro de que el ejercicio te hará bien, te sentirás más segura y saludable… Si de verdad, eso es lo que
Nicole seguía viéndolos perpleja y escuchando toda su discusión, no es que quisiera hacerlo, pero no sabía si irse de una vez y dejarlos solos, o al mismo tiempo le intimidaba interrumpirlos para avisarles que se retiraba.—Llevo toda mi vida negociando y sé perfectamente como hacerlo sin necesidad de que nadie me supervise o acompañe… — Replicó Máximo apretando la mandíbula, lo que le daba un aura más intimidante.—Sí, pero tus métodos son… Cuando dices, “por las buenas o por las malas”, eso no es negociar, suena más a amenaza y en este caso, Pat…—¡Bien, ya basta! — Lo interrumpió Máximo con un tono autoritario, el rubio se calló automáticamente. — Puedes acompañarme…—Perfecto… — El rubio sonrió satisfecho, para luego estirar la mano hacia Nicole, aunque sin mirarla con gran detalle. — Hola, mucho gusto, soy Aiden Sinclair…—Oh, bueno, yo soy… Nicole Matthew. — Ella le apretó la mano, cuando Aiden pareció abrir los ojos con sorpresa, detallándola.—¡Un momento!, ahora q
Tomaron asiento en los cómodos sofás dispuestos en la oficina, tomaron algo de whisky y charlaron un poco sobre algunos negocios sin gran relevancia.—Cómo usted verá, le estamos ofreciendo esta oportunidad a unas pocas empresas selectas… Debe haber escuchado que… A nuestra familia no le gusta trabajar o hacer negocios con cualquiera… — Continuó explicando Aiden.—Sí, he escuchado rumores al respecto… ¿Podría ser más claro con lo que significa esa oportunidad?—Claro… Queremos comprar su empresa… — Soltó Aiden luego de tomar un largo trago de Whisky, al tiempo que Máximo solo lo observaba desde un lado, dejando a su cuñado hacer y deshacer.—¿Qué?, ¿comprar…?, ¿comprar mi empresa? — Balbuceó Walter perplejo.—Así es, queremos comprarla y unificarla con la nuestra y lo mejor es que, nada cambiará en sus funciones, incluso seguirán trabajando los mismos empleados… Como le dije, solo queremos expandir nuestras operaciones.—Yo… No sé… — Walter los miró confundido, sintiendo e
—¿Ese hombre era Máximo Collins?, ¿el Máximo Collins real? — Preguntó Tabitha, todavía impresionada.¡Qué hombre!, ¡qué ímpetu!, y a pesar de su edad, él seguía siendo bastante atractivo, claro que un hombre como Máximo nunca dejaría a su esposa, una Sinclair, perteneciente a la segunda familia más prominente del país.Pero si tan solo Tabitha hubiera tenido la oportunidad de conocer a alguno de sus hijos, ella no lo dudaría dos veces para saltar sobre alguno de ellos.—¡Claro que sí y arruinaste mi reunión con ellos! — Gruñó Walter dándose la media vuelta, para caminar hacia su escritorio, frustrado.—Pero… ¿Qué…?, ¿qué querían? — Comenzó a preguntar Tabitha llena de ansiedad.—Ellos quieren comprar esta empresa… — Soltó Walter sin tapujos.—¡¿Qué?!—Y ofrecieron una considerable suma de dinero… El doble de lo que cuesta…—No puede ser, ¿por qué? — Tabitha se sentó al otro lado del escritorio, con evidente interés, olvidándose por completo de la exesposa y la rabia que
En un solo día, fue muy fácil convencer a su madre y su hermana de vender su parte de la empresa, pues en realidad, ellas no querían volver del extranjero.Mucho menos, cuando se enteraron de que Walter pensaba casarse con Tabitha, una mujer malcriada y caprichosa.Así que la única persona que quedaba por convencer, era Henry Matthew, el exsuegro, a quien Walter fue a visitar personalmente.—Señor Matthew, si lo ve, es una gran oportunidad, sobre todo para usted, quien recibiría la mitad de ese dinero, una fortuna que, sumado a la que ya tiene, le permitiría vivir tranquilo por lo que le queda de vida e incluso le permite dejarle una buena suma de dinero a su esposa e hija… — Explicó Walter a un lado de la cama en que yacía Henry.—Sí, me parece una propuesta interesante… — Contestó Henry pensativo. — Me dijiste que la negociación se cerraría mañana, ¿no es así?—Así es…—Entonces, yo tengo que estar presente… — Afirmó Henry de forma autoritaria.—Pero señor, me dijeron qu