Después de lo de Juliana, Nicole había pasado el día pensándolo y le había costado mucho trabajo decirlo, pero de verdad, de verdad ella quería cambiar.Nicole no quería sentir más miedo, estaba tan cansada de esforzarse por mostrarse fuerte, pero en el fondo seguir sintiendo miedo.Y sobre todo, ella quería ser capaz de defenderse frente a cualquiera.Si Patrick se sentía incómodo con la situación, Nicole podría entenderlo e intentar hacerlo por su cuenta, pero de verdad ella quería contar con su apoyo y que fuera él quien la ayudase.—Sabes que no me importa como luce tu cuerpo, ¿verdad?, ¿qué para mí eres hermosa y perfecta, así como eres? — Patrick se mostró repentinamente muy serio.—Sí, lo sé, pero… —Solo lo aclaro… — Patrick le dio un suave beso en la frente.—¿Eh? — Nicole lo miró confundida.—Es cierto que no me importa como luces, pero, por otra parte, estoy seguro de que el ejercicio te hará bien, te sentirás más segura y saludable… Si de verdad, eso es lo que
Nicole seguía viéndolos perpleja y escuchando toda su discusión, no es que quisiera hacerlo, pero no sabía si irse de una vez y dejarlos solos, o al mismo tiempo le intimidaba interrumpirlos para avisarles que se retiraba.—Llevo toda mi vida negociando y sé perfectamente como hacerlo sin necesidad de que nadie me supervise o acompañe… — Replicó Máximo apretando la mandíbula, lo que le daba un aura más intimidante.—Sí, pero tus métodos son… Cuando dices, “por las buenas o por las malas”, eso no es negociar, suena más a amenaza y en este caso, Pat…—¡Bien, ya basta! — Lo interrumpió Máximo con un tono autoritario, el rubio se calló automáticamente. — Puedes acompañarme…—Perfecto… — El rubio sonrió satisfecho, para luego estirar la mano hacia Nicole, aunque sin mirarla con gran detalle. — Hola, mucho gusto, soy Aiden Sinclair…—Oh, bueno, yo soy… Nicole Matthew. — Ella le apretó la mano, cuando Aiden pareció abrir los ojos con sorpresa, detallándola.—¡Un momento!, ahora q
Tomaron asiento en los cómodos sofás dispuestos en la oficina, tomaron algo de whisky y charlaron un poco sobre algunos negocios sin gran relevancia.—Cómo usted verá, le estamos ofreciendo esta oportunidad a unas pocas empresas selectas… Debe haber escuchado que… A nuestra familia no le gusta trabajar o hacer negocios con cualquiera… — Continuó explicando Aiden.—Sí, he escuchado rumores al respecto… ¿Podría ser más claro con lo que significa esa oportunidad?—Claro… Queremos comprar su empresa… — Soltó Aiden luego de tomar un largo trago de Whisky, al tiempo que Máximo solo lo observaba desde un lado, dejando a su cuñado hacer y deshacer.—¿Qué?, ¿comprar…?, ¿comprar mi empresa? — Balbuceó Walter perplejo.—Así es, queremos comprarla y unificarla con la nuestra y lo mejor es que, nada cambiará en sus funciones, incluso seguirán trabajando los mismos empleados… Como le dije, solo queremos expandir nuestras operaciones.—Yo… No sé… — Walter los miró confundido, sintiendo e
—¿Ese hombre era Máximo Collins?, ¿el Máximo Collins real? — Preguntó Tabitha, todavía impresionada.¡Qué hombre!, ¡qué ímpetu!, y a pesar de su edad, él seguía siendo bastante atractivo, claro que un hombre como Máximo nunca dejaría a su esposa, una Sinclair, perteneciente a la segunda familia más prominente del país.Pero si tan solo Tabitha hubiera tenido la oportunidad de conocer a alguno de sus hijos, ella no lo dudaría dos veces para saltar sobre alguno de ellos.—¡Claro que sí y arruinaste mi reunión con ellos! — Gruñó Walter dándose la media vuelta, para caminar hacia su escritorio, frustrado.—Pero… ¿Qué…?, ¿qué querían? — Comenzó a preguntar Tabitha llena de ansiedad.—Ellos quieren comprar esta empresa… — Soltó Walter sin tapujos.—¡¿Qué?!—Y ofrecieron una considerable suma de dinero… El doble de lo que cuesta…—No puede ser, ¿por qué? — Tabitha se sentó al otro lado del escritorio, con evidente interés, olvidándose por completo de la exesposa y la rabia que
En un solo día, fue muy fácil convencer a su madre y su hermana de vender su parte de la empresa, pues en realidad, ellas no querían volver del extranjero.Mucho menos, cuando se enteraron de que Walter pensaba casarse con Tabitha, una mujer malcriada y caprichosa.Así que la única persona que quedaba por convencer, era Henry Matthew, el exsuegro, a quien Walter fue a visitar personalmente.—Señor Matthew, si lo ve, es una gran oportunidad, sobre todo para usted, quien recibiría la mitad de ese dinero, una fortuna que, sumado a la que ya tiene, le permitiría vivir tranquilo por lo que le queda de vida e incluso le permite dejarle una buena suma de dinero a su esposa e hija… — Explicó Walter a un lado de la cama en que yacía Henry.—Sí, me parece una propuesta interesante… — Contestó Henry pensativo. — Me dijiste que la negociación se cerraría mañana, ¿no es así?—Así es…—Entonces, yo tengo que estar presente… — Afirmó Henry de forma autoritaria.—Pero señor, me dijeron qu
Aunque todos pensaban que la expresión de Máximo era por el abuso de Henry al pedir más dinero, fue más por el hecho de que su hijo se doblegara tan fácilmente al querer dárselo, sobre todo sabiendo que no merecían un centavo.Parecía que al enamorarse, su hijo se había ablandado demasiado.—¡Señor Collins, espere…!Lo llamó Walter, preocupado, cuando vio que Máximo se dio la media vuelta, dispuesto a marcharse, pero Máximo ni se inmutó ante su llamado.Todos se miraron, tan sorprendidos como aterrados, ¿todo se había acabado?, ¿se iba el negocio de sus vidas?, Walter ya estaba a punto de despotricarle una cuantas palabras al padre de Nicole, cuando se escuchó un grito antes de que Máximo saliera por la puerta.—¡Firmaré!, ¡aceptaré! — Voceo Henry y Máximo se detuvo. — Lo lamento mucho, señor Collins, tenía que intentar, ya sabe, en los negocios siempre hay que aprovechar para sacar la mejor parte… — Intentó explicarse con una expresión avergonzada que obviamente era fingida.
—Escúchame bien, niña tonta… — Henry la tomó por el rostro con fuerza, apretando sus mejillas. — No sé de dónde estás sacando el valor para enfrentarme, pero más te vale que te olvides de el, porque ya no hay ningún motivo para que cuide de ti y ahora podré darte las lecciones que me plazcan…—¿Cuidar de mí?, ¿cuándo lo has hecho? — Preguntó Nicole entre dientes, sintiendo como se le cristalizaban los ojos por la rabia.—Todo este tiempo, mientras me serviste para sacar algún interés, por ejemplo, con el matrimonio y con esta empresa, pero eso ya se acabó… Con lo que hiciste, ahora sé que eres una hija traidora que no se merece nada de mí… — Contó Henry apretándola con más fuerza, al tiempo que sus ojos se enrojecían de la ira.—No quiero nada de ti… — Logró murmurar Nicole a duras penas, Henry la soltó de mala gana.—Hoy te salvas porque estamos en esta empresa… — Escupió Henry con desprecio. — Dile a tu madre que vuelva, porque si la encuentro por mi cuenta, le va a ir peor
—¡Cariño, al fin llegaste! — Voceo Tabitha muy emocionada.Ella llevaba varios pedazos de telas en la mano, mientras que había un desastre de muestras y revistas de boda regadas por toda la casa.—¿Cuál te parece más lindo?, es superimportante porque es para las servilletas y llevarán las iniciales de nuestros nombres… — Siguió insistiendo Tabitha, sin tener respuesta de su prometido, quien solo entró en el apartamento, ignorándola. — ¡Walter!Tabitha lo llamó con fuerza, viendo como él simplemente se servía un vaso con agua, como si ella no estuviera allí, parada justo frente a él.—Ya sé que vienes cansado, que estas cosas no te importa nada… — Se quejó Tabitha, al tiempo que Walter se tomaba un trago de agua en aparente calma. — Y que para ayudarme, contrataste a un organizador exclusivo de bodas, pero… Es nuestro matrimonio, uno de los días más importante de nuestras vidas y por eso, me gustaría ver algo más interés de tu parte…—¿Quieres interés de mi parte? — Preguntó W