¿Estaba trabada?, no, la puerta estaba cerrada con el seguro, los gritos resonaron y Patrick enfocó toda su atención en la voz de Nicole y su visitante.“Padre…” sonó la voz de Nicole, Patrick se tensó de inmediato, «así que es su padre, eso tiene mucho sentido, por eso me ocultó… Ella acaba de divorciarse y él podría pensar mal, pero, ¿el miedo en sus ojos?, eso no era normal…» sopesaba Patrick, cuando escucho los gritos que iban aumentando. “Gorda estúpida”, “zorra”, “lograste deshonrar el apellido de nuestra familia”, “inútil”, “infiel”, sonaba la voz de un hombre con cada vez más fuerza y Patrick no podía creer lo que escuchaba, «¿De verdad ese es su padre?», se preguntaba, sintiendo el sentimiento de impotencia y rabia crecer cada vez más en su interior.“¡Ya estoy divorciada!”, replicó Nicole a todo pulmón, provocando que los gritos del hombre sonaran con mayor fuerza.“Menos dinero”, “es tu culpa”, “¡¿y tú qué creíste?!, ¡¿qué el idiota ese que salió de la nada y con el qu
Henry cayó de largo a largo, sin entender muy bien lo que sucedía, hasta que, todavía aturdido y desde el suelo, vio como Patrick se abalanzaba sobre él como un animal, y la única reacción de Henry fue levantar las manos para cubrirse el rostro.—¡Aaaaaaaaaaaa! — Se escuchó el grito de Nicole, quien se asustó, pues ella no se esperaba esto.Desde arriba, Patrick sostuvo a Henry por los pliegues del traje, levantándolo bruscamente.—¡Mald!to imbécil!, ¡vamos!, ¡dame la cara, enfréntame! — Patrick le soltó una bofetada, apartando sus manos.—Ya… Ya… Ya basta… — Se escucharon los chillidos de Henry, mientras que Nicole, atónita, se cubrió la boca, manteniéndose en el fondo.Henry seguía intentando desesperadamente cubrirse su maltrecho rostro, por lo que Patrick tomó una de las manos que seguía en el aire y la apretó con tal fuerza que se escucharon los dedos tronar.—Te voy a romper esta inútil mano a ver si eres capaz de volver a levantarla en contra de tu propia hija, viejo
—Lamento mucho haberte involucrado en esto, Patrick, jamás hubiera querido que te enteraras de algo tan humillante… — Soltó Nicole mientras bajaba la taza de té que estaba tomando, su rostro estaba sonrojado, su mirada se mantenía baja por la vergüenza y su mejilla seguía colorada por la bofetada. — Y haberte hecho pasar por toda esa pelea… Lo siento.Patrick la observaba en silencio, manteniéndose serio, estaban intentando comer algo en un pequeño café cercano, pero apenas habían logrado probar el té que pidieron para calamar los nervios.Él la escuchaba, pero su mente divagaba, ¿cuánto tuvo que soportar Nicole?, ella no solo había recibido malos tratos de su exesposo, sino que además su padre resultó ser peor.—Tú no tienes por qué disculparte… — Patrick deslizó una mano hacia ella, acomodándole el cabello, provocando que Nicole levantara la cara. — De hecho, agradezco al destino por haber estado allí y haber escuchado todo eso…—¿Qué? — Nicole lo observó extrañada.—Por fa
Mientras pensaba en todo eso y en una posible solución, Patrick y Nicole terminaron de pasar el fin de semana juntos, de compras, pues todavía él debía una cama y una puerta.—¿En serio, tú sabes cómo ponerla? — Preguntó Nicole indecisa, mientras que Patrick subía la puerta nueva en el auto.—¡Por su puesto que sí!, soy sir sabelotodo… — Contestó Patrick riendo. Nicole lo miró dudosa. — Es en serio, mis padres me enseñaron de todo, incluso mi madre me enseñó como abrir puertas trabadas y con el cerrojo puesto, usando solo una tarjeta bancaria…—En serio, ¿cómo es que tu madre podría saber algo así y además enseñártelo?, eso solo me hace desconfiar más… — Nicole elevó una ceja con incredulidad.—Ja, ja, ja. — Se carcajeó Patrick. — Es en serio, si me lo enseñó… — Él se acercó para tomarla por la cintura y pegarla a su cuerpo. — Solo que no aguantaba la ansiedad de que estuvieras en peligro o de que alguien se atreviera a tocarte e insultarte…—Patrick… — Susurró Nicole ponién
"Seré franco, nunca quisiste entender que Tabitha no era una buena candidata para ti o para nadie, que es una mujer interesada y egoísta, pero ya no puedo hacer nada por ti, arreglé tu matrimonio con Nicole Matthew, con la esperanza de salvarte de un terrible futuro y aun así no has sentado cabeza, ni has logrado entender mis intenciones.Y en este caso, ya que luego de mi muerte no podré salvarte más de tus tontas decisiones, por lo menos salvaré a mi empresa y el futuro del resto de mi familia, de tu madre y de tu hermana”«¿Qué?» Mascullo Walter para sí mismo, ¿qué era lo que su padre quería decirle?“Verás Walter, como hombre precavido y esperando una insensatez de tu parte, he dejado una cláusula en mi testamento.Cómo sabes, la mitad de la empresa que manejas pertenece a la familia Matthew y la otra mitad a nuestra familia, pero esa mitad no es tuya, está dividida entre tu persona, tu madre y tu hermana, Amanda.Tu madre verá a quién dejarle su parte en su testamento, quizá
“Tengo la certeza de que fue ella quien le metió la idea a Walter de que tú eres una mala persona y lamento decir que mi hijo fue tan tonto como para dejarte enceguecer por esa mujer.Lamento tanto que las cosas no hayan salido como lo había planeado, querida Nicole, de verdad deseaba salvarte…”«¿Salvarla?, ¿pero de qué habla mi padre?», se preguntó Walter, extrañado.“De verdad deseaba salvarte, no solo porque sé del buen corazón que tienes, sino también por el gran cariño y la estima que le tengo a tu madre.Así es, en algún momento yo fui muy cercano a tu madre, Olivia; sin embargo, tuvimos que separarnos por cuestiones sociales y ella terminó casada con tu padre.Con el tiempo, hice una amistad más cercana con tu familia, sobre todo con tu padre y descubrí la clase de hombre que es realmente…”«¿Qué?, ¿de qué está hablando mi padre?», Walter seguía concentrado en el papel.“Querida Nicole, me enteré por casualidad de los terribles maltratos que sufría tu madre, los mismos
Se escuchó un decidido golpeteo en la puerta, Walter levantó el rostro sorprendido, ¿sería su asistente de nuevo?, comenzó a mover las cartas rápidamente escondiéndolas bajo unos papeles que tenía sobre el escritorio.Las carpetas con las sentencias las dejó por encima para que no se viera sospechoso.—¡Pasa! — Voceo mientras se aseguraba de no se viera nada raro en el escritorio.—¿Walter? — Se asomó Nicole con cautela.Walter se levantó de su asiento de un sobresalto, entre todas las personas de esa empresa, con quien menos pensaba encontrarse y precisamente en ese momento, era con su exesposa.—¿Qué…?, ¿qué haces aquí? — Preguntó intentando mostrarse serio.Nicole entró en la oficina, con la cabeza en alto y sin titubear.—Me enteré de que tu abogado me estuvo buscando… — Inició Nicole. Walter apretó los labios, incómodo, seguramente su asistente le había ido con el chisme. — Y trajo la sentencia de divorcio, tengo entendido que tú tienes mi copia.—¿Y eso qué?, ¿acaso
«¿La mentirosa y manipuladora?, después de leer la carta que mi padre le dejó a Nicole, ya no estoy tan seguro de que ella sea eso», concluyó Walter.¿Por qué su padre no le había contado sobre todo esto a Walter?, ahora que lo recordaba, él se lo había insinuado varias veces, pero Walter siempre se mantuvo obstinado, echando de menos los comentarios de su padre.Entonces, ¿ella decía la verdad?, ¿en aquel momento, Nicole también fue obligada por su padre a casarse, tal como le pasó a Walter?, ella se lo dijo muchas veces, pero él nunca le creyó.Algo dentro de Walter se removía por dentro, ¿la culpa?, ¿los celos?, ¿remordimiento?, ¿dolor?, ¿o era todo junto?De pronto, Walter la soltó, Nicole retrocedió sobando su muñeca enrojecida, caminando con precaución hacia la salida, hasta que las palabras de Walter la detuvieron poco antes de llegar a la puerta.—Dime una cosa… Tu padre… ¿Te maltrataba?, ¿te golpeaba?, ¿él…?, ¿él de verdad te obligó a casarte conmigo? — Preguntó Walter