«¿La mentirosa y manipuladora?, después de leer la carta que mi padre le dejó a Nicole, ya no estoy tan seguro de que ella sea eso», concluyó Walter.¿Por qué su padre no le había contado sobre todo esto a Walter?, ahora que lo recordaba, él se lo había insinuado varias veces, pero Walter siempre se mantuvo obstinado, echando de menos los comentarios de su padre.Entonces, ¿ella decía la verdad?, ¿en aquel momento, Nicole también fue obligada por su padre a casarse, tal como le pasó a Walter?, ella se lo dijo muchas veces, pero él nunca le creyó.Algo dentro de Walter se removía por dentro, ¿la culpa?, ¿los celos?, ¿remordimiento?, ¿dolor?, ¿o era todo junto?De pronto, Walter la soltó, Nicole retrocedió sobando su muñeca enrojecida, caminando con precaución hacia la salida, hasta que las palabras de Walter la detuvieron poco antes de llegar a la puerta.—Dime una cosa… Tu padre… ¿Te maltrataba?, ¿te golpeaba?, ¿él…?, ¿él de verdad te obligó a casarte conmigo? — Preguntó Walter
En un lujoso y exclusivo restaurante, Walter y Tabitha cenaban, ella sonreía y hablaba sin parar sobre lo emocionada de que estaba por los próximos preparativos de su matrimonio.Las joyas, los lujos, los detalles, Tabitha ya tenía todo preparado en su mente desde hacía mucho tiempo, ella solo estaba esperando este momento.Walter asentía a todo el parloteo, sin embargo, él tenía cosas más importantes en que pensar y su mente no dejaba de girar en torno a Nicole.Esas cartas que había dejado su padre y que habían significado una gran revelación, habían cambiado por completo la mente y las perspectivas de Walter.La culpa y el remordimiento no lo dejaban estar tranquilo, él no dejaba de pensar en aquellos momentos del pasado, trayendo los recuerdos a su mente.Todas las veces que Nicole le dijo con lágrimas en los ojos que ella intentó zafarse del matrimonio, de cancelarlo, pero no pudo y él no le creyó, ¿su padre la habría golpeado por intentar cancelar la boda?, ¿y por su culpa?
Esa noche, Nicole recibió a Patrick en la sala de la casa, dando saltitos como una pequeña.—Lamento la demora. — Anunció Patrick apenas entró en la casa de Nicole.Ellos no habían podido verse en todo el día, Patrick estuvo reuniéndose y hablando con algunos amigos abogados, buscando una manera de ayudar a Nicole y se le había hecho tarde.—¡Patrick, mira esto! — Nicole levantó la carpeta abierta, llena de orgullo. Él ojeó rápidamente lo más resaltante del papel.—¡No puede ser!, ¡¿ya salió la sentencia de divorcio?! — Patrick abrió los ojos de par en par, sorprendido. — ¡Qué rápido!—¡Sí! — Nicole comenzó a dar saltitos.Patrick abrió sus brazos hacia ella, tomándola por las caderas para levantarla, ella se sorprendió, pero automáticamente y por instinto, los gruesos muslos de Nicole se enrollaron en las fuertes caderas de Patrick.Nicole terminó largando la carpeta con el importante papel, para enrollar sus brazos en el cuello de Patrick, y luego de un par de giros, en u
Al día siguiente, Patrick retomó sus actividades regulares como el novio de Nicole, llevándola a la empresa, buscándola a la hora del almuerzo y pasándola a recoger a la hora de la salida.Sin embargo, él no parecía el de siempre, se veía muy serio y concentrado, a los ojos de Nicole, ¿acaso tendría esto que ver con la sentencia de divorcio que ella le enseñó la noche anterior?, no dejaba de preguntarse ella.Pero Patrick tenía su propia película armada en la mente, había estado planeando algo y esperaba que saliera bien, para que Nicole no pensara mal de él.Él ya había hablado con varios abogados y todos terminaron aconsejándole lo mismo, si quería recuperar una empresa para alguien, para entregársela a quien consideraba el verdadero heredero y sin hacer un escándalo o un show mediático con abogados y demandas, solo había una solución, comprar dicha empresa.Y eso estaba bien, Patrick no tenía ningún problema en comprar esa empresa para entregársela a Nicole, solo faltaba ver si
Patrick comenzó a hurgar en la gavera sacando una botella de vino con dos copas, que sirvió para ambos y una ensalada de frutas que repartió entre ambos platos.—¿Sabes?, al principio pensaba que hubiera quedado mejor si ponía algunas velas… — Comenzó a contar Patrick mientras servía. — Pero luego pensé que sería muy peligroso si hacíamos un movimiento en falso… — Concluyó sonriendo.—Claro, por la alfombra y los cojines, ¿no?, entonces tendríamos que tener cuidado con el vino también… Podría mancharse… — Contestó Nicole, pensativa.—¿Crees que me detendría una mancha? — Preguntó Patrick elevando una ceja con un tono insinuante. — Pero, en cambio, un incendio si podría arruinar las cosas cuando salte sobre ti…—¿¡Mmm!? — Nicole casi escupe el trago de vino al escuchar las palabras de Patrick.—Ja, ja, ja. — Se carcajeó Patrick al ver la linda expresión de Nicole, completamente colorada. — Seré sincero, pensaba hacer una cena normal, pero luego de todo lo que hemos hecho, pen
«¿Algo que necesito saber?», sin saber por qué, esas simples palabras provocaron un pequeño susto en el interior de Nicole.Claro, ella no sabía prácticamente nada de Patrick, ese hombre que apareció un día en ese bar porque su amiga, Brenda, lo contactó desde una página web para contratarlo como gigoló.Y Patrick nunca antes había hablado sobre él, siempre había esquivado el tema y Nicole lo entendía por su profesión.Bien que él podría haber sido un psicópata o un asesino en serie y Nicole hubiera caído redondita, pero en defensa de ella, había una especie de energía en él.No es que se tratara de un asunto místico o sobrenatural, solo que por haber estado rodeada durante tanto tiempo por un hombre cruel como su padre y uno antipático como su exesposo, Nicole ya había aprendido a reconocer esos rasgos rápidamente, adquiriendo como un sexto sentido y Patrick, no emitía la misma energía que ellos.Entonces, ¿qué era lo que Patrick decía que Nicole necesitaba saber?, ¿quizás era a
Al ver que Nicole no se movía, Patrick bajó su rostro lentamente y la besó, saboreando entre el dulce de sus labios y el toque de sal que se colaba por las lágrimas derramadas por ella.Y ese tierno beso que la hizo reaccionar, se fue transformando en un ardiente y profundo deseo.Poco a poco, ambos cayeron sobre el cálido cobertor estirado en el suelo y en medio de los cojines, tocándose, mordiéndose, rasguñándose, entregándose a la pasión y las ansias del uno por el otro.Las prendas de ropa salieron volando y la tenue música era opacada por los gemidos y gruñidos que ambos emitían.Entre más continuos eran sus encuentros, mayor era el frenesí que ambos experimentaban, parecía que ya no era suficiente con solo tocarse o con besarse, cada parte de sus cuerpos y de su piel ardía, necesitando más uno del otro.Al final, las embestidas de Patrick en el interior de Nicole, ya se habían convertido en un torbellino que arrasaba con cada pedazo de consciencia que quedaba en ella, blanq
Se suponía que Patrick se iría en solo unos días, así que Nicole no pensaba en otra cosa que no fuera aprovechar a su lado por el tiempo que les quedara juntos.No había otra cosa más en que pensar, el trabajo, Patrick, ir a ver cómo estaba su madre, Patrick, volver a casa, Patrick, dormir, Patrick y al despertar, allí estaba Patrick.Por eso, la visita de Brenda, su amiga, le cayó a Nicole como un balde de agua fría.—¡Vaya, vaya! — Brenda giró la silla en la que estaba sentada, quedando frente a Nicole, apenas está abrió la oficina. — Parece que la nueva gerente de marketing, ahora es una mujer muy ocupada…—¡Oh, por Dios! — Nicole se llevó la manos a los labios, emocionada! — ¡Brenda! — Corrió hacia su amiga, quien se levantó de la silla para abrazarla.—¡Mírate! Estás espectacular y con una enorme y hermosa oficina consiguiendo que tú primera campaña sea todo un éxito, sabría que lo lograrías, estoy orgullosa. — Comentó Brenda apenas se separaron del abrazo.—Gracias… —