Pero entonces, Nicole vio a Patrick bañado bajo la tenue luz que entraba por la ventana, él se quitaba todas sus prendas, quedándose solo en ropa interior, para luego volver a acercarse a ella.—Y por eso estoy aquí, porque eres tú… Mi Nicole.Con lentitud, Patrick deslizó una mano hacia el cuello de Nicole y con la otra, acarició suavemente su cintura, mientras sus cuerpos se fueron pegando cada vez más, Patrick la besó, pero esta vez sin afán.Como si saboreara el postre más exquisito del mundo, como si intentara grabarse la forma de sus labios, sus labios se exploraron y sus lenguas juguetearon una con la otra.Nicole retrocedió lentamente, hasta sentir la cama y caer sobre ella, sintiendo como Patrick la seguía, como si él fuera incapaz de despegarse de su contacto.Las manos de Nicole comenzaron a pasearse con timidez por el cuerpo de Patrick, era la primera vez que ella sentía algo así, cada músculo tan sobresaliente, definido y tan perfecto.Y no solo era eso, Patrick la
Viéndola desde arriba, con una mirada llena de deseo, con todo, absolutamente todo su cuerpo palpitando, Patrick se instaló en medio de las piernas de Nicole, abriéndolas un poco más para él.Él no podía ver su cara detalladamente y, por lo tanto, no había podido notar como las hermosas mejillas de Nicole se sonrojaba, pero sí podía sentir su agitada respiración y cada vez que pegaba su cuerpo al de ella o besaba su cuello, podía sentir los rápidos latidos de su corazón.Ahora que Patrick estaba prácticamente sobre ella, tanteando con su mástil en la entrada de Nicole, esa pequeña puerta al placer, Patrick supo que ella estaba más que lista para él.Y lo supo porque pudo sentir, además, como el centro de Nicole se estremecía ante su simple contacto y como ella se aferraba a él, jalando a Patrick por los brazos, hincando sus uñas con desespero, gimiendo por más, más y más contacto.Porque en ese instante, Nicole también necesitaba unirse a él.Suavemente, Patrick entró en ella, si
Fue éxtasis y fuego, cada beso, cada caricia, cada movimiento, fue lo más impresionante que había experimentado en su vida, fue tal el clímax y las sensaciones tan intensas, que muchas veces Nicole pensó que se haría pis encima.De solo recordarlo le daba cierta vergüenza.¿A esto se refería Brenda cuando habló de estar con un hombre de verdad?, cavilaba Nicole al tiempo que hundía su rostro en la almohada, sintiendo como se le calentaban las mejillas.Después de todo, Brenda tenía razón, lo que había hecho Walter, no tenía comparación en nada, de hecho, se podría decir que fue hasta vergonzoso.Nicole seguía rememorando todo esto, al tiempo que observaba a Patrick dormir plácidamente a su lado, él era tan hermoso y tan perfecto, tanto que ella no podía parar de suspirar y contemplarlo, podría quedarse allí mismo para siempre y ser absolutamente feliz.Patrick abrió los ojos lentamente, medio somnoliento, encontrándose con Nicole dormida a su lado.La verdad era que ella cerró l
Patrick suspiró frustrado, él tenía que pensar en una forma de animarla, pero por el momento, se levantó para tomar su teléfono que no dejaba de repiquetear y al mirar la pantalla, notó que se trataba de su tío, Aiden.Así que tenía que contestar y ser muy discreto al momento de hablar.—¿Hola? — Contestó Patrick al teléfono.—¡Patrick!, ¡¿qué carajos estás haciendo?! — Voceo Aiden con cierto tono molesto, al otro lado de la línea.De pronto, un fuerte golpeteo resonó desde el piso de abajo, de hecho, casi parecía que alguien azotaba la puerta de la entrada.«¿Será Walter?», intuyó Patrick, cuando de repente salió Nicole del baño, acelerada.—Dame un minuto… — Murmuró Patrick al teléfono, despegándolo de su oreja para tapar la bocina, viendo como Nicole se acercaba a él, con una expresión bastante preocupada.—Patrick, escucha… — Susurró Nicole muy de cerca, como si tuviera miedo de ser mágicamente escuchada desde afuera. — Por favor, prométeme que no vas a bajar…—¿Qué?
—¡¿Acaso tienes idea de cómo tu divorcio puede afectar los ingresos de nuestra familia?!, ¡si Walter decide echarnos para un lado, si comienza a alterar los números para darnos menos de lo que nos corresponde…!—¡Eso no sucederá…! — Lo interrumpió Nicole, sabiendo ya, que eso era todo lo que le preocupaba a su padre, el dinero. — ¡Ahora trabajo en la empresa y tengo acceso a esa información, si Walter intenta algo así, yo…!—¡Todo esto es por tu culpa!, ¡por tu estúpida idea de irte a estudiar por seis meses para ponerte a trabajar!, ¡estúpida!, ¡¿qué mujer deja a su esposo por tanto tiempo, eh?! — Comenzó a gritar Henry rojo de la rabia. — ¡Era evidente que Walter se buscaría otra mujer, que tendría una amante…!, ¡y si nunca estuviste para cuidar tu lugar como su esposa, era obvio que él le daría el lugar a la otra, una mujer que sí lo represente y que le cumpla!—¡¿Entonces es mi culpa, padre?!, ¡¿aun cuando fue Walter quien siempre tuvo una amante y me estuvo engañando por m
¿Estaba trabada?, no, la puerta estaba cerrada con el seguro, los gritos resonaron y Patrick enfocó toda su atención en la voz de Nicole y su visitante.“Padre…” sonó la voz de Nicole, Patrick se tensó de inmediato, «así que es su padre, eso tiene mucho sentido, por eso me ocultó… Ella acaba de divorciarse y él podría pensar mal, pero, ¿el miedo en sus ojos?, eso no era normal…» sopesaba Patrick, cuando escucho los gritos que iban aumentando. “Gorda estúpida”, “zorra”, “lograste deshonrar el apellido de nuestra familia”, “inútil”, “infiel”, sonaba la voz de un hombre con cada vez más fuerza y Patrick no podía creer lo que escuchaba, «¿De verdad ese es su padre?», se preguntaba, sintiendo el sentimiento de impotencia y rabia crecer cada vez más en su interior.“¡Ya estoy divorciada!”, replicó Nicole a todo pulmón, provocando que los gritos del hombre sonaran con mayor fuerza.“Menos dinero”, “es tu culpa”, “¡¿y tú qué creíste?!, ¡¿qué el idiota ese que salió de la nada y con el qu
Henry cayó de largo a largo, sin entender muy bien lo que sucedía, hasta que, todavía aturdido y desde el suelo, vio como Patrick se abalanzaba sobre él como un animal, y la única reacción de Henry fue levantar las manos para cubrirse el rostro.—¡Aaaaaaaaaaaa! — Se escuchó el grito de Nicole, quien se asustó, pues ella no se esperaba esto.Desde arriba, Patrick sostuvo a Henry por los pliegues del traje, levantándolo bruscamente.—¡Mald!to imbécil!, ¡vamos!, ¡dame la cara, enfréntame! — Patrick le soltó una bofetada, apartando sus manos.—Ya… Ya… Ya basta… — Se escucharon los chillidos de Henry, mientras que Nicole, atónita, se cubrió la boca, manteniéndose en el fondo.Henry seguía intentando desesperadamente cubrirse su maltrecho rostro, por lo que Patrick tomó una de las manos que seguía en el aire y la apretó con tal fuerza que se escucharon los dedos tronar.—Te voy a romper esta inútil mano a ver si eres capaz de volver a levantarla en contra de tu propia hija, viejo
—Lamento mucho haberte involucrado en esto, Patrick, jamás hubiera querido que te enteraras de algo tan humillante… — Soltó Nicole mientras bajaba la taza de té que estaba tomando, su rostro estaba sonrojado, su mirada se mantenía baja por la vergüenza y su mejilla seguía colorada por la bofetada. — Y haberte hecho pasar por toda esa pelea… Lo siento.Patrick la observaba en silencio, manteniéndose serio, estaban intentando comer algo en un pequeño café cercano, pero apenas habían logrado probar el té que pidieron para calamar los nervios.Él la escuchaba, pero su mente divagaba, ¿cuánto tuvo que soportar Nicole?, ella no solo había recibido malos tratos de su exesposo, sino que además su padre resultó ser peor.—Tú no tienes por qué disculparte… — Patrick deslizó una mano hacia ella, acomodándole el cabello, provocando que Nicole levantara la cara. — De hecho, agradezco al destino por haber estado allí y haber escuchado todo eso…—¿Qué? — Nicole lo observó extrañada.—Por fa