~~~Ana."Debimos haberle advertido, antes de usarlo de la manera en que lo hemos hecho", le digo a Ateba muy preocupada, ahora que le estoy pasando la mano por la cabeza a Levy, "ahora, mira lo que hemos hecho"."No sabíamos si tendríamos que hacerlo, así que hemos hecho lo correcto", me señala, pero estoy segura de que ella misma también lo lamenta, "además, no ha pasado a mayores", me indica, sin embargo, no estoy satisfecha con nada, y mucho menos, por ponerlo en peligro.Entonces, observo cómo Levy se tranquiliza poco a poco, después del subidón que ha tenido, por el impacto de su propio poder, el del rey alfa, algo que solamente Ateba podía concederle, ahora que está plenamente despertada y reestablecida como la hija de la Diosa Luna."Era necesario", me indica nuevamente, "y es su derecho, su legado", añade, hacíendome un nudo en la garganta."Pero ¿no podíamos hacerlo cuando fuera menos peligroso?"; me cuestiona y ella parece meditarlo."Él no es como nosotras, su espíritu pro
~~~Ana."¡Rápido, Ana!", me dice Ateba, y enseguida empieza a emanar una luz de mí que busca por todos los presentes en la casa de la manada en Luna Escarlata, a ver si tienen algún remanente del espíritu de Aradia de la Noche, y se encuentra con algunos, haciendo que aquel humo rojo salga de sus cuerpos, limpiando con eso las piedras lunares que se encuentran en sus cuerpos.Pero, cada vez que se va muy lejos, siento que me debilita, así que, muy a mi pesar, debo terminar mi búsqueda, para evitar que otra vida se pierda.―Yo puedo ayudar, me dice la Sabia y rápidamente se va del salón y al rato regresa con un montón de botellas y hierbas, los cuales corta, pulveriza, vierte y mezcla con tanta rapidez que nos sorprende―esto servirá para ayudar a todos los que se encuentran en esta manada. Afortunadamente, no tiene tantas piedras lunares, como para hechizar a todo aquel que le dé la gana.―Pero sí las suficientes, como para hacer que no lo pensemos dos veces―le dice Levy, aún en el su
~~~Levy.Ana está haciendo una excelente distracción para que mis hombres busquen a los niños en el escondite que le he dicho a Ezra. Amadeo llegó un poco después que nosotros y de inmediato, se puso en movimiento junto con la armada de élite.Los niños y Ezra no se encuentran en donde le pedí que fuera, así que tiene que ser que se vio en peligro y huyó por alguno de los pasadizos en las paredes, lo cual hará más difícil la búsqueda, ya que esto se conectan a otros que están diseminados por toda la manada.Estoy seguro de que ella no los ha encontrado, de otro modo, se hubiera encargado de decírnoslo, de regodearse, mientras Ana y yo nos rendimos ante su logro, secuestrar a unos pequeños de tan solo cinco años.Por el contrario, porque Aradia ahora ha infectado con su poder a través de una bruma roja por todo el lugar, lo que me hace sospechar que, de alguna manera, se está volviendo más poderosa, aunque no tanto, como para querer coaccionarnos con los métodos más bajos."Esa misera
~~~Ana.En cuanto veo a mis hijos, voy directo a abrazarlos y a verificar de que están bien.Pero, no lo están, todo lo contrario, porque pareciera que el humo rojo les ha hecho quemaduras, dejando su piel marcada con ampollas y en algunos puntos, la piel expuesta.―No es nada que un buen ungüento no pueda curar―nos dice la Sabia, que viene detrás, así que asumo que todos nos han alcanzado, tal y como les ha pedido Levy―vengan de inmediato a mi despacho―les indica con una sonrisa y, aunque quiero retenerlos conmigo, que sé que no estarán mejor con más nadie, sino en mis brazos, les permito que se vayan con ella.―El humo nos ha tocado por casualidad, pero no nos estaba buscando, sino otra cosa―asegura Ezra, quien está igual de lastimado, pero, como es un beta poderoso, sus heridas parece que están sanando, sin necesidad de ningún ungüento, al ser un hombre ya formado.― ¿Qué podría ser lo que buscaba? ―se pregunta Levy, quien tiene el ceño fruncido, para luego hacer un bufido― ¿acaso
~~~Ana.Estoy tratando de entender cómo es que ese demonio se puede comunicar con mis hijos, si se supone que ella no los ha encontrado, así que, de inmediato, salen algunos rayos luminosos de mí, para ver si están poseídos por su poder, y las lenguas de luz comienzan a danzar a su alrededor, envolviéndolos.―Pero ¿cómo es esto posible? ―dice Levy, en cuanto nota que los niños han sido envueltos completamente, pero no ha salido de ellos ningún humo rojo.Yo, en cambio, estoy molesta y lo miro directamente, al tiempo de que corro hasta los niños para abrazarlos.―Si ellos no se hubieran quedado en Luna Escarlata con Aradia, ella nunca hubiera podido hacerles ningún daño―le reclamo y él agacha la cabeza―tú supiste que ella era un demonio desde que estaban en el abismo, ¿cómo fue que incluso me pusieras una trampa para que Lennon también estuviera en peligro? ―le espeto y lo noto tragar en seco.―Yo mismo me lamento por todo, Ana, pero, también te pido que me entiendas, no sabía cómo li
~~~Ana.Levy y yo vamos corriendo a todo lo que dan nuestros pulmones y pronto llegamos hasta el borde del abismo, y nos asimos a las paredes de roca del lugar para bajar hasta lo más profundo de ese tétrico lugar. Entonces, cuando ya estamos en el fondo, miro hacia arriba, y me doy cuenta de algo que me hace sentir desolada.―Aquí no llega el poder de la Diosa Luna―le indico a Levy con pesar―ella ha escogido muy bien su campo de batalla―le comento y él ahora me toma por los hombros.―Eso no nos va a detener, Ana, nos tenemos el uno al otro y estoy seguro de que lo vamos a lograr―mi indica y yo intento aferrarme a sus palabras, pero una sensación de impotencia me invade―ahora, respira profundo e intenta calmarte, ya verás cómo saldremos bien de todo esto y nos reuniremos con nuestros hijos muy pronto―me asegura, pero yo no puedo ser tan optimista.Entonces, me recuerdo que es lo único que puedo hacer en este momento, ser optimista en un lugar donde se ha perdido toda la esperanza.―E
~~~Levy.El beso de Ana me deja emocionado y perplejo a partes iguales, con un deseo que nos invade a ambos.Lo sé, lo siento en cada parte de mi piel que toca la suya, mientras nos abrazamos en este beso que quisiera que fuera eterno, o que fuera producto del amor profundo que ella me tiene.Pero, no me engaño.Porque estoy muy seguro de la razón de este beso, uno que no me hubiera dado, de no ser necesario.Ella se está despidiendo de mí.―Prométeme, Levy... promete que, pase lo que pase, no descansarás hasta que nuestros hijos estén realmente a salvo―me pide, como si no supiera la respuesta, una que ya le he dado miles de veces.―Y tú prométeme que me amarás en todas las vidas en dónde nos encontremos―le pido y ella me mira con una sonrisa tímida que de repente me da escalofríos, al tiempo que la veo negar con la cabeza.―No, Levy, este es el final de nuestra historia―me dice y se me está partiendo el alma con sus palabras―si ella acaba el alma de Ateba, ofreciéndola a los demonio
~~~Levy.Estoy esperando a la señal de Ateba, la cual nos dará a través de Sanjay, mientras estoy viendo cómo una bruma blanquecina está saliendo de Ana y me temo que esa es la propia Ateba, quien está dando su existencia para salvarnos a todos nosotros, aunque no estoy muy seguro, puesto a que va dirigido a una especie de puerta revestida de humo negro."Voy a actuar", le digo a mi lobo interior, pero parece no estar de acuerdo, "¿Y si es muy tarde y estamos perdiendo a Ateba?", le hago notar, sin embargo, no logro que él entienda de que cada minuto perdido puede que no lo recuperemos."Yo confío en mi pareja destinada, muy a diferencia de ti, Levy. Si ella ha dicho que esperemos a su señal, lo haremos", me responde y yo respiro profundo, al tiempo de que la angustia hace nido en mi cabeza, la cual crece como un monzón dentro de mis pensamientos, mientras sigo viendo cómo la bruma blanquecina se pierde en la oscuridad."¿Y si algo está saliendo mal? ¿Algo que ella no previó?", le di