Capítulo34
Bernardo llamó a algunos mozos de la familia para que ayudaran a descargar y acomodar todas las cosas.

Después de una ardua jornada de trabajo, Bernardo e Isabella recorrieron juntos cada rincón de la villa. Esta que en otrora había sido tan bulliciosa, ahora era toda silencio sepulcral.

Bernardo le dijo:

—Ahora aquí solo quedas tú como la única dueña, y los sirvientes son solo aquellos que trajiste de la casa de tu esposo. Primero necesitas encontrar un mayordomo para que administre el lugar, luego contratar a algunas sirvientas y mozos. No pueden faltar personas para la cocina, el jardín, las caballerizas y la cochera. Si te resulta inconveniente en encontrar tantos sirvientes, puedo buscar gente por ti.

Isabella, agradecida le respondió:

—Tío, usted tiene ya de por si mucho trabajo, no me atrevo a molestarlo. Las doñas Matilde y Filomena se encargarán de ello.

Bernardo la miró y suspiró:

—Nosotros dos somos familia, ¿cómo puedes hablar de molestar? En el pasado, cuando tu señor padr
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App