—Lili, estoy muy nerviosa. Mañana es la subasta. ¿Cómo crees que serán los hombres? — inquirió Brenda, la misma chica de mi edad que desde ese día nos hemos vuelto cercanas.
—Solo espero que sea un hombre gentil.
Una de las chicas escuchó mi comentario y soltó una carcajada.
—No entiendo cómo Margaret trae a niñas tan estúpidas a un lugar como este. Pero dejo la sorpresa para que veas con tus propios ojos lo gentiles que pueden llegar a ser — se retiró contoneando sus caderas de un lado para el otro.
—No le hagas caso, solo quiere asustarnos— le dije a Brenda.
Muy en el fondo sé que nada bueno nos puede esperar.
Desperté por Brenda, la única chica que considero como una amiga entre todas las demás víboras que nos rodean. Estas dos últimas semanas ha sido mi compañera de habitación. Caminaba ansiosa de un lado hacia el otro, hasta que cayó en mi cama boca abajo dando un grito frustrado contra la misma.
—Me encantaría decirte que todo saldrá bien, pero ni yo misma sé cómo serán las cosas.
Su padre la obligó a venir, solo por sacar provecho de su belleza. ¿Cómo es posible que su propio padre le haga esto? Me pregunté por enésima vez. Me tiré a su lado y acaricié su cabello para tratar de calmarla.
—Con todos los hombres que me ha vendido mi padre, todos han sido unos... — no pudo terminar de hablar, sus lágrimas no se lo permitieron.
La abracé con fuerza, dándole varias palmadas en su espalda. Es frustrante saber que un padre haga tales aberraciones con su hija.
—Todo estará bien — le susurré.
Que padre tan inhumano le tocó. Mi padre es lo opuesto, pues me ama por encima de todo.
Margaret entró a la habitación y nos asustamos al oír la puerta.
—Chicas, es hora. Vayan preparándose. En dos horas las quiero listas en la entrada.
Entré al baño y me desnudé por completo. El agua tibia cayó en mi cuerpo relajando cada músculo que estaba tenso. A partir de hoy tendré dueño, como si de un objeto me tratase. Dios, ¡qué irónico! Salí de un infierno para meterme de cabeza en otro. Luego de la relajante ducha que no me sirvió de nada, me coloqué el vestido. Una vez ajustado a mi cuerpo, lo toqué con la yema de los dedos. La seda es tan fina, delicada y hermosa. Suspiré y, sin derecho a protestar, terminé de arreglar mi imagen. Me contemplé en el espejo al ver el trabajo finalizado de la estilista. Me vi irreconocible, una persona muy diferente a lo que en verdad soy. Esta chica no soy yo...
Brenda llevaba un vestido plateado acentuado a su cuerpo, dejando su espalda al descubierto. Su cabello perfectamente peinado en un moño alto y un maquillaje muy suave se apreciaba en su delicado y fino rostro. Brenda es una chica realmente hermosa, pero su triste mirada la opaca por completo.
Salimos aferradas una a la otra hasta llegar a la entrada, donde las demás chicas con vestidos extravagantes esperaban para salir hacia el evento.
—El autobús las llevará, no hace falta decir que a partir del primer momento al llegar; ustedes deben darse a conocer. De ustedes depende que los compradores doblen las apuestas.
Margaret es un lobo en el cuerpo de una oveja. Supo envolverme y como tonta caí en su trampa.
—Vamos, mis hermosas joyitas.
Subimos al autobús negro y en completo silencio. Al llegar a una casa enorme y muy lujosa, contemplé los autos caros, hombres en trajes elegantes y el dinero por cada centímetro del lugar era visible. Antes de bajar me coloqué el antifaz a juego de mi vestido. Entramos en fila, como vacas directo al matadero.
—Buenas tardes a todos los presentes. Quiero darles la enorme bienvenida a la subasta anual de mujer acompañante. Como saben, diez adquisiciones muy bellas cada una, estarán a su entera disposición durante los siguientes tres meses. Cabe destacar que podrán conocer a su joya predilecta antes de invertir en la misma. Doy por hecho la apertura de la subasta. Disfruten de la velada — Margaret terminó de hablar y el salón estalló en aplausos.
Mis manos sudaban a mares y mi cuerpo temblaba. Miles de prospectos de hombres se cruzaron en mi mente.
—Lili, tú serás la última en pasar. Lo bueno siempre se guarda para el final — dijo ella, muy emocionada y tomándome del brazo—. Dejaré que te conozcan, sonríe y relájate. Ellos no te van a comer.
¿Cómo es posible que diga tal cosa tan tranquilamente? Me dejó cerca de una mesa con bebidas. Sentía que iba a colapsar en cualquier momento, y más cuando una enorme mano se posó en mi espalda baja. Todo mi cuerpo tembló ante ese inesperado toque.
—Hola, princesa. Eres muy hermosa, sin duda alguna apostaré por ti.
Giré mi cabeza lentamente hacia esa voz tan masculina. Quedé aturdida unos instantes asimilando lo que ese hombre mayor me acababa de decir. De mi boca no salió palabra alguna, mientras que él solo sonrió perversamente. Mi cabeza dio muchas vueltas y creí que moriría, pero una voz que me hizo nublar todos los sentidos.
—Richards, sabes que no puedes tocar a las chicas — dijo una gruesa, potente y demandante voz a mi espalda.
El hombre de inmediato me soltó.
—Sr. Jackson. Lo siento, me dejé llevar por tal belleza— se disculpó, aun viendo mi cuerpo.
—Las excusas no valen, ya sabes cómo son las reglas. Vete.
¡Qué hombre! A pesar de lucir tranquilo, utiliza un tono de voz demandante. El señor asintió, dio media vuelta y se marchó, dejándome a solas con este hombre, el cual contempló cada rincón de mi cuerpo con suma atención. Sus ojos acariciaron mi piel, y el nudo de nervios se expandió por todo mi ser. En sus labios se formó una ladina sonrisa que provocó una colisión en mí. Jamás creí ver un hombre tan guapo en mi vida; su cabello negro perfectamente peinado, sus facciones eran perfectas, mandíbula muy fina y cuadrada sin barba. Labios carnosos y unos feroces ojos de color negro; en un traje gris acentuado a su musculoso cuerpo. Tuve que levantar la cabeza para verlo a los ojos, ya que de por sí era demasiado alto.
—Disculpa el atrevimiento de ese hombre. Algunos no podemos controlar los impulsos al ver una mujer tan preciosa como tú.
Y ahí fue donde hice ebullición. ¿Qué tiene su voz que provoca un sinfín de mareas dentro mí?
—No hay problema— susurré nerviosa.
Mi corazón latía con fuerza, a punto de salir despavorido del pecho. Sonrió y estiró su mano tomando la mía con delicadeza. Al sentir sus fríos labios directamente sobre mi piel, infarté, morí, reviví y volví a colapsar ante el suave tacto de ellos. Mi piel ardía, incluso más que mi rostro que estaba a punto de caer por la vergüenza.
—Luego nos vemos, preciosa.
Hechizada por su voz, asentí con la cabeza. Toqué mi pecho y el corazón martillaba fuerte dentro del mismo. Mis pies no reaccionaron hasta que la voz de Margaret me hizo salir de aquel embrujo que causó ese hombre tan atractivo y gentil.
DANIEL El día más esperado llegó, poniendo fin a mi larga espera. Mi apetito sexual es grande y cuando explote lo haré como un animal sin escrúpulos. Luego de firmar unos documentos importantes, salí hacia la mansión de Margaret, donde se lleva a cabo las subastas. Como uno de los mayores benefactores, fui uno de los primeros en llegar. Caminé por los pasillos en busca de mi presa; ya tenía enfocada a una bella rubia de pechos grandes. Todo cambió cuando vi a una pequeña y muy hermosa jovencita sostenida del brazo de la anfitriona. De repente mi corbata me sofocó y, aunque estuviera de espalda, su desnudez y su trasero me hicieron pasar saliva. Richards se acercó a ella y el muy hijo de perra tocó su piel descubierta. Eso provocó en mí celos y rabia. Esa pequeña será mía a como dé lugar. En cuanto llegué a ellos, la chiquilla estaba asustada, lo podía ver en su rostro. Esa expresión de terror en sus bellísimos ojos café claros
LILI No puede ser cierto, esto no puede estar pasándome a mí. No tengo otra opción, tengo un contrato firmado con aquella mujer y en las cláusulas está muy bien escrito que debo dejarme hacer todo lo que este hombre quiera hacer conmigo, aunque siento que voy a morir de un infarto. Jamás me habían besado, ni siquiera sabía que se pudiera sentir tan bien esa calidez y ese sabor amargo que percibí en su lengua. Brenda me explicó sobre el sexo, yo no sabía absolutamente nada sobre ese tema, pues no había hablado de eso con nadie, pero me dijo que la primera vez es muy dolorosa. El hombre con quien se fue, se veía buena gente, eso mismo me dije yo del Sr. Jackson, pero que equivocaba estuve. Me desgarró el vestido y sus gigantes manos tocaron mi cuerpo con violencia y con desespero, como si estuviera fuera de sí. Su lengua se adentraba en mi boca con fuerza, chocando los dientes entre sí, y eso que de a poco pude seguir su ritmo. En mi cab
—Sr. Jackson, estoy dispuesta a soportarlo todo — respondí tímidamente, mientras que en su hermoso rostro se formó una sonrisa que me congeló todo el cuerpo. —Perfecto — me alzó en sus brazos y salimos de la habitación. Al fondo había una enorme puerta negra, la cual abrió con el pie; una habitación oscura con todo a su alrededor decorado de negro, excepto por las paredes que eran grises, pero se podía sentir el frío entre los huesos. Me depositó en la cama, dejándome en medio de las suaves almohadas, luego se quedó parado frente mí, quitando botón tras botón de su camisa. Su pecho quedó al descubierto y por más que moría de vergüenza, no aparté la vista, es como si estuviera embrujada. Su torso quedó desnudo, reflejando unos enormes pectorales con varios tatuajes cubriendo su piel; sus brazos eran enormes y llenos de tatuajes también hasta sus muñecas. Se quitó los zapatos y quitó el cinturón, lo enrolló en su mano y lo pasó por encima de mi busto, bajando p
DANIEL Me contuve demasiado para no lastimar a Lili y que su primera vez fuera placentera, pero por más que quise, mis ganas me fallaron, estaba demasiado excitado con esa pequeña, y más con la idea de que era virgen. La tomé con furia por varios días, donde no salió de la cama, por lo cansada y adolorida que se encontraba. Debo hacer un viaje por una semana a París, la voy a dejar aquí para que recupere la fuerza, para cuando vuelva poder hacer todo lo que me plazca con ella. —Buenos días, hermosa. Debo viajar, pero en unos días volveré — dije, acariciando su mejilla. Levantó la mirada y me perdí en esos bellos ojos claros que me tienen hechizado. —Buenos días, Sr. Jackson. Está bien, por mí no hay problema. Ella no tiene la menor idea de lo mucho que me excita que me llame de esa manera. —Sabes que puedes decirme Daniel, dejemos el señor para cuando estemos teniendo sexo. —Oh, claro. Lo siento,
Al otro día, estando en mi oficina me informaron que Lili, ya había llegado. De inmediato la llevaron conmigo, Estaba concentrado con los socios hablando sobre los eventos que han ocurrido en los días anteriores del robo, hasta que unos delicados y subes golpes se oyeron en la puerta.— Adelante — Di la orden para que entrarán, la puerta se abrió, y Lili cruzó por ella; hermosa en un vestido rosa hasta medio muslo, su cabello largo lo llevaba en hondas suelto, bajando por sus pechos hasta caer sus caderas. Una sonrisa tímida se dibujó en sus labios y a paso lento entró.— Buenos días, señor Jackson, ¿Interrumpo?, porque si es así puedo esperar afuera — Dijo nerviosa, y con las mejillas encendidas. Me levanté de mi asiento y caminé hasta ella. Mirándome a los ojos, la tomé en mis brazos.<
LiliLa puerta se cerró y de inmediato me dejé caer en la enorme cama. Hace una semana sin verlo y se le da por dejarme completamente sola, e irse con esa mujer del restaurante. Entre más pienso y le doy vueltas, creo que estoy sintiendo algo por él, cada que me habla, o como me mira, en la forma que toca mi cuerpo y este tiembla bajo sus enormes manos, mi corazón se acelera con solo verlo; me pongo demasiado nerviosa cuando está presente y me mira con esa intensidad. Sus ojos negros me tienen al borde de un infarto, no obstante, no puedo sentir nada por él. Esto es un contrato, y yo solo soy un juguete sexual, en el cual descarga todo ese deseo. Por más estúpido y masoquista que suene, a mí me encanta esa manera en la que toma de mí. Con solo recordar lo que hizo en su oficina en cuanto llegué, mi vientre se calienta y se aprieta. Deseando tenerlo dentro mío de nuevo. Que
—Eres demasiado sensual, pero tú no tienes derecho hablarme así — colocó otra corbata cubriendo mi boca. Levantó mi cadera al tiempo que una de sus manos impactó en mi nalga con fuerza. Sentí arder, pero de deseo. Cada que lo hace me vuelve loca, y sé que está muy mal, pero me gusta esa delicadeza y fuerza con la que arremete contra mí. Bajó mis bragas y rozó dos dedos en mi vagina haciéndome temblar.— Me encanta tu cuerpo Lili. Toda tu me fascinas — Susurró y separó mis nalgas, hundiendo su rostro en ellas. Introdujo su lengua caliente en ese lugar tan sensible. Trazó suaves círculos en mi interior, explorando y acaparando hasta lo más profundo de mí. Hice puños mis manos, los temblores iban en aumento con las penetraciones paulatinas que está proporcionándome con su lengua. Esto se siente mu
DanielEn el primer instante en poner un pie en esa casa, me sentí sofocar: Quiero salir corriendo y no entiendo por qué decidí venir, pude haberme quedado con Lili disfrutando de ella, pero Elisabeth tiene mucho poder sobre mí que cualquier otra cosa: Entré al despacho que era de mi padre, y ella estaba ahí, completamente desnuda como sabiendo que yo iría sin haber confirmado. Al verla, mi mente viajó a otro cuerpo, a uno más joven y bello, uno firme y delicioso.— Sabía que vendrías, bebé — Caminó coqueta hacía mí, Me quedé allí inmóvil, sin hacer nada. Quizá en otro momento hubiera saltado encima suyo y la habría tomado como a ella le gusta, pero en mi cabeza solo pasa una pequeña e inocente niña de cabello negro y ojos claros.— Vine, pero no piens