Al otro día, estando en mi oficina me informaron que Lili, ya había llegado. De inmediato la llevaron conmigo, Estaba concentrado con los socios hablando sobre los eventos que han ocurrido en los días anteriores del robo, hasta que unos delicados y subes golpes se oyeron en la puerta.
— Adelante — Di la orden para que entrarán, la puerta se abrió, y Lili cruzó por ella; hermosa en un vestido rosa hasta medio muslo, su cabello largo lo llevaba en hondas suelto, bajando por sus pechos hasta caer sus caderas. Una sonrisa tímida se dibujó en sus labios y a paso lento entró.
— Buenos días, señor Jackson, ¿Interrumpo?, porque si es así puedo esperar afuera — Dijo nerviosa, y con las mejillas encendidas. Me levanté de mi asiento y caminé hasta ella. Mirándome a los ojos, la tomé en mis brazos.
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LiliLa puerta se cerró y de inmediato me dejé caer en la enorme cama. Hace una semana sin verlo y se le da por dejarme completamente sola, e irse con esa mujer del restaurante. Entre más pienso y le doy vueltas, creo que estoy sintiendo algo por él, cada que me habla, o como me mira, en la forma que toca mi cuerpo y este tiembla bajo sus enormes manos, mi corazón se acelera con solo verlo; me pongo demasiado nerviosa cuando está presente y me mira con esa intensidad. Sus ojos negros me tienen al borde de un infarto, no obstante, no puedo sentir nada por él. Esto es un contrato, y yo solo soy un juguete sexual, en el cual descarga todo ese deseo. Por más estúpido y masoquista que suene, a mí me encanta esa manera en la que toma de mí. Con solo recordar lo que hizo en su oficina en cuanto llegué, mi vientre se calienta y se aprieta. Deseando tenerlo dentro mío de nuevo. Que
—Eres demasiado sensual, pero tú no tienes derecho hablarme así — colocó otra corbata cubriendo mi boca. Levantó mi cadera al tiempo que una de sus manos impactó en mi nalga con fuerza. Sentí arder, pero de deseo. Cada que lo hace me vuelve loca, y sé que está muy mal, pero me gusta esa delicadeza y fuerza con la que arremete contra mí. Bajó mis bragas y rozó dos dedos en mi vagina haciéndome temblar.— Me encanta tu cuerpo Lili. Toda tu me fascinas — Susurró y separó mis nalgas, hundiendo su rostro en ellas. Introdujo su lengua caliente en ese lugar tan sensible. Trazó suaves círculos en mi interior, explorando y acaparando hasta lo más profundo de mí. Hice puños mis manos, los temblores iban en aumento con las penetraciones paulatinas que está proporcionándome con su lengua. Esto se siente mu
DanielEn el primer instante en poner un pie en esa casa, me sentí sofocar: Quiero salir corriendo y no entiendo por qué decidí venir, pude haberme quedado con Lili disfrutando de ella, pero Elisabeth tiene mucho poder sobre mí que cualquier otra cosa: Entré al despacho que era de mi padre, y ella estaba ahí, completamente desnuda como sabiendo que yo iría sin haber confirmado. Al verla, mi mente viajó a otro cuerpo, a uno más joven y bello, uno firme y delicioso.— Sabía que vendrías, bebé — Caminó coqueta hacía mí, Me quedé allí inmóvil, sin hacer nada. Quizá en otro momento hubiera saltado encima suyo y la habría tomado como a ella le gusta, pero en mi cabeza solo pasa una pequeña e inocente niña de cabello negro y ojos claros.— Vine, pero no piens
Después que la hice mía como tanto lo deseo, y eso se queda corto; su cuerpo reacciona a mis estímulos de tal manera que me vuelve loco. Ni con Elisabeth, había sentido esa gran atracción que siento por Lili, quiero y necesito más de ella. Pude notar que su rabia se calmó después de estar en el restaurante, y su sonrisa me tiene en una nube.— Dentro de un mes tengo un evento benéfico, te aviso desde ahora, para que vayas escogiendo el vestido que tú quieras — Digo de repente, abrió los ojos y me miró sorprendida.— Señor Jackson, yo no he ido a un evento de esos, ¿qué se supone que deba usar?.— Será el primero, uno de tantos. Debes estar conmigo todo el tiempo, y sobre el vestido, no te preocupes, yo me haré cargo de el, si quieres — Sus ojos brillaron de emoción y
LiliDaniel está sentado a mi lado, con una mano en mi muslo y acariciándome suavemente. Sus ojos están clavados en los míos sin pestañear. ¿Por dónde empiezo a hablar? Que me toque de esa manera, no me está ayudado para nada.— Te escucho, quiero saber todo. Como acabaste en las manos de Margaret, y porque no has hablado con tu padre, ¿acaso no tienes un teléfono? — Dice todo muy rápido. Me mareo por un instante, son demasiadas cosas que debo decir. ¿Estaré en lo correcto si confió en él? Y si todo es una trampa de Margaret para saber cómo se comporta uno, me mordí el labio nerviosa, estoy en un limbo—. No me vas decir nada, bien, yo tengo mis métodos.Se ve enojado, apartó la mano de mi pierna y me sentí vacía, quiero que siga tocándome. Lo agarr&eac
Al salir del hotel en el auto, veo fascinada todas aquellas calles de la ciudad, todo de este lugar me encanta, sus coloniales y su arquitectura son como sacados de un cuento, claro está, las hermosas casas, y los altos edificios de siglos pasados que aún siguen en pie. Después de un rato de andar en el auto en silencio, pero Daniel, no soltó mi mano en todo el trayecto haciendo suaves círculos con sus pulgares. Tampoco volvimos a tocar el tema del contrato y eso me preocupa de cierta forma.El auto estaciono y Daniel me ayudó a bajar de este, entramos en una comisaría de policía, se me hizo extraño. Pero quien soy para saber dónde vamos, e igual él debía venir a solucionar sus problemas.— Lindura, espérame aquí, ahora vuelvo — Me dejó en un cuarto sola, y antes de irse dejo un beso en mis labios, apenas cerr&oa
DanielNo sé qué me está pasando con Lili, jamás había sido tan posesivo con las mujeres, jamás había sentido celos, sólo al ver como ese hombre le coqueteo estando demasiado cerca de ella, que se veía como un ratón asustado. Me dio rabia, pero después de recapacitar en el camino ella no tiene la culpa, la tengo yo por haberla dejado allí sola, en ese lugar, la vi impaciente en el auto como me veía de reojo, no pude evitar sonreír, aunque no me reclame nada, tan sólo con ver sus gestos y sus expresiones, puedo ver lo molesta que está.— Señor Jackson desea algo en especial — La azafata, se enrolla su cabello de manera seductora, le doy una mirada de arriba a abajo y no puedo negar que es sexy.— No gracias, retírate necesito trabajar — Frunce el ceño, da media vuelta
LiliDespués que Daniel me dejó en una mesa, me quedé como tonta mirando como hablaba con un hombre que me miraba raro.— ¿Lili?.. ¡Eres tú, que bueno es verte! — Brenda exclamó, con una gran sonrisa en sus labios.— ¡Brenda!, eso mismo te digo, pero ven siéntate — Se sentó a mi lado y tomó mis manos en la suyas.— Cómo te ha ido — Susurró y sonreí.— El señor Jackson es muy amable y buena persona, sólo que para el sexo es demasiado para mi, y a ti como te ha ido — Murmuró y suelta una risita.— Son hombres Lili, y unos que se dejan llevar demasiado por los deseos. ¡Me ha ido de maravilla!, a pesar de ser un hombre de treinta años, es caballeroso, respetuoso, amable, me trata mu