Inicio / Fantasía / La Sirena de mis sueños II / Si tu no me ayudas iré yo sola
Si tu no me ayudas iré yo sola

   Luego de leer la novela quedé más intrigada aún, me la leí en 2 días, no era una novela muy larga, sólo constaba de 35 páginas y con un final abierto, aunque en parte me era lógico por ser un hecho de la vida real, así que esa tarde toque la puerta de mi hermano y di 2 golpes, era ya una señal de que era yo, el daba 3 seguidos y mis padres 2 pausados.

   Al oír su voz entre y luego de poner la novela en su escritorio y yo sentarme en el borde la cama, mira fijamente la novela y dije al fin

   Casandra: hermano… esa novela tiene muchas cosas que coinciden con nosotros.

   Ricardo: no te habrás metido mucho en el papel.

   Casandra: claro que no, allí hablar de un bar llamado “aleta aperlada”, eso me acordó a las bromas de tía Selene con que cualquier sirena notaría la verdad, el restaurante se llama “perlas de sirena” y se que lo de aleta lo asocia a algo más.

   Ricardo me mira intrigado al decir aquello y ojea un poco rápido la novela y luego me ve con cada de “¿Y?”.

   Casandra: además, no te parece mucha coincidencia que el protagonista masculino es policía y la protagonista es mesera, es decir, hablan de mamá y papá.

   Ricardo: ya has leído mucho y no has dormido bien, es sólo eso, además que bobada más absurda… sabes cuántas pareja habrán sido camareras y policías, para que los relaciones con mamá y papá, venga Cassi.

   Casandra: hazme caso, se que suena muy loco… Pero se que es mamá y papá, así que buscaré la manera de saber la verdad y de esa manera te mostraré que dicha novela nos puede ayudar a aclarar muchas dudas.

   Ricardo: a ver, ¿Cómo lo vas a hacer? *listilla*, además, ¿Que te hace estar tan segura de todo lo que dices?, Estas jugando con fuego hermana.

   Ver como me miraba con esa cara como si me dijera listilla me incomodaba, era cierto que no tenía un plan, pero de que eran mama y papá lo presentía y no me quería quedar de brazos cruzados era un hecho y uno muy fuerte.

   Casandra: pues… Si tu me ayudas yo misma lo haré.

   La cara de Ricardo era algunas veces para reírse y con ganas, me alzó una ceja y me miro de manera incrédula, incluso me tocó la frente por si tenía fiebre, era lógico que eso me sacara de casillas, pero sólo le pude decir un ya verás que no miento, mira por ti mismo y de allí me fui algo incomoda.

   Sin importarme si mi hermano me ayudaría o no, ya había anotado cosas que consideraba importantes y curiosas, también anote las villana por las dudas, uno nunca sabe, pero considere que eran igual o más importantes, no sabía si llamarlo corazonada o ser precavido.

   Por teléfono les copie a las chicas y les pedí ayuda, con la excusa entre comillas tonta que quería saber si esa persona aún vivía y oir el resto e su historia, lógicamente muy pocas creyeron y otras aceptaron sin pensarlo.

   Había un vídeo mencionado en dicho libro y por más qué lo buscará no lo encontraba, otra vez intuía que habían sido mis padres que limitaban ciertas búsquedas, así que le pedí a Claudia y Camila su ayuda, Camila era más de jugar con fuego y entrar a esa pagina de la deep web o otros citios profundos de la Internet; siempre me decía *me alegro porque sea mi amiga y no mi enemiga*.

   Ya cerca de la cena por fin tenía varias respuestas, junto con direcciones y todo, la del bar podía hacer referencia a varios bares cercanos pero uno llamo mi interés, y demasiado diría yo, “aletas de sirena”, camino alli también tenía otro punto fuerte que era el restaurante donde trabajaba mamá; al percatarme de un posible impulso que sería una metida enorme de pata, pero ya no habría vuelta atras.

   El club era para mayores de 18 y lo otro es que abrían a partir de las 8:00 pm, así que si mi hermano no ponía de su parte las invitaría con invitaciones falsas y con esa idea ya escrita y pensada esperé respuesta de cada una de ellas.

   Luego de la cena Claudia me dijo que había encontrado algo curioso,  no pregunte ni de donde, vi el vídeo y eran de mujeres disfrazadas de sirena, claramente por el maquillaje me costó un poco reconocer las, pero decidí guardar el Link como importante y ver el otro donde quedé con un gran *¿Qué demonios es lo que veo?* una sirena o mejor dicho una mujer con disfraz  de sirena estilo megalodon entrando en urgencias, cuando vi al hombre lo tube que pausar y decir

   Casandra: *no puede ser o si* ¿Papá?.

   Admito que tuve que ver el reportaje una y otra vez, mirara por donde lo mirara ese era mi padre, aunque la mujer no se dejaba ver bien, pero sentía una curiosa punzanda y en primero quien pensé fue en mamá.

  Lo se, tal vez sonará ya todo esto de locos, pero mi mente no podía desconectarse y solo esperar con calma como Ricardo, suspendí el equipo y me fui a dormir, me quedé tan pensativa que hasta soñe con mamá de sirena y que era perseguida por un tiburón, lo curioso fue que podía hablar bajo el agua y aparecer delfines.

Me desperté de golpe y mientras recordaba la voz de mamá cómo sirena note que no era su voz sino mi propia voz, si lo otro era de locos esto ya era de internado, pasada las 2: 00am fue que pude dormir un poco más, aunque me desperte con un hermoso dolor de cabeza.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo