Ya habían pasado 8 días desde lo ocurrido, las chicas me trataban igual, bueno… en parte, aún seguían pensando bien en mis palabras, evite todo lo posible de cruzarme con Estela, por el momento no estaba de ánimos para sus tonterías, aunque ella ni entendía y hacía de las suyas.

   Me enteré por chismes de pasillo que ella les dejaba notas a mis amigas, eso me enojo, pero no podía enfrentar la sin pruebas, así que decidí observar el momento oportuno, decidí buscar consejo de un experto y para mi el mejor en esa rama es papá, le conté lo ocurrido y le pregunté como podía ayudar o apoyar.

   La sugerencia de papá era preguntarle directamente a las chicas, eso era un 50 y 50 bien y mal, no todas lo dirían así de fácil y otras para evitar meterme en mas líos se lo callarían, mi comodín número 2 fue Carlos, con Carlos tenía una gran confianza y sabía lo que le había dicho a las chicas, su respuesta me dejó asombrada

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