Tuve que correr de vuelta a la cocina cuando corte la llamada con Howl, estaba demasiado nerviosa y a ala vez aun asustada por como se comportaba mi jefe de cocina, no tenía que decir mucho, sus expresiones corporales o su manera de verme me decía todo, yo siempre lo había considerado un buen jefe, pero ahora me doy cuenta de que es un hombre envidioso y que solo quiere tener la atención para él.
Cerca de las dos de la tarde terminé de emplatar el almuerzo de Howl, quería llevarlo yo misma pero mi jefe estaba como loco exigiéndome los platillos asi que tuve que mandar al mesero que anteriormente había estado hablando con el CEO.
—Violet, termina eso, en cualquier momento vendrán los de arriba — me dijo mi jefe que acomodaba sus propios platos en una de las barras de metal.
—Ya he terminado señor— dije, solo estaba limpiando los bordes de los platos—, los pondré junto a los suyos
—Si, pero aparte, no los quiero tan cerca de los míos — escupió, los demás cocineros le veían con algo de molestia también—
—No se preocupe, yo tampoco quiero mis platos tan cerca de los suyos — respondí y justo cuando deje el primer plato en la barra, el chef me jalo con fuerza del brazo.
—¡Cuida tus palabras, inmigrante! — me grito
—¡Y yo le pido a usted respeto! — grite a su vez, los cocineros se acercaron a mi de inmediato—. No voy a tolerar que me trate de esta forma, mucho menos que me insulte, soy una chef igual que usted
—No somos iguales, tu eres una sucia inmigrante que uso bajas artimañas para tener la atención del CEO de esta empresa — hizo gesticulaciones con la mano que insinuaban que había ofrecido favores sexuales a Howl.
—Señor se esta sobrepasando con Violet— intervino uno de los cocineros
—¡Tú cállate, eres igual de ilegal que esta zorra! — gritaba iracundo— ¡Esta es mi cocina!
—¡Es un idiota! — lo empujé como pude aguantando las lagrimas
El chef tiro nuevamente con fuerza de mi brazo y alzo la otra mano con la intención de darme una cachetada, pero un puño que salió de la nada se estampo en la mejilla del nefasto hombre que estuvo a punto de golpearme, todos volteamos sorprendidos de ver a Howl que había llegado de forma increíblemente silenciosa. El chef cayo al suelo debido al impacto de ese fuerte golpe que incluso le rompió el labio, había sido alertado por el mesero que le entrego su comida.
—Te advertí que no fueras duro con la chica ni con nadie — dijo Howl mirándole con desprecio, su asistente le pasaba un pañuelo para su mano
—¡Señor! — exclamo aterrado el chef—, ella me insulto, yo solo me defendía
—Me ofende que me pienses tan idiota como para creer esa basura — respondió—. No tan solo estas despedido de esta empresa…— comenzó a decir
—No…no señor…— el chef se acerco de inmediato al CEO
—Estas acabado, no conseguirás trabajo de nuevo en ningún lugar de renombre, me encargare de eso—. Lo aparto con asco de su persona —, eres una basura de persona, de hombre, me siento avergonzado de haber tenido un empleado como tú
—Déjeme explicarle
—No hay nada que explicar, lo vi todo, me advirtieron de como estabas comportándote — tomo uno de los platillos del chef y se lo lanzo a la cara—, eres un condenado que no logra ver que otras personas tengan talento, no se si le tienes miedo porque es joven o porque es mujer ¡O por ambas! Pero es indignante ver semejante trato y peor aún, difamarla, agradece que no sales de aquí medio muerto
El chef estaba desesperado y suplico cuanto pudo, Howl estaba furioso que llamo a seguridad para que se lo llevaran de inmediato, en todo momento yo me mantuve entre los cocineros que me protegieron, en su mayoría eran latinos como yo, me puse a llorar, no logre mantener mis lagrimas dentro de mis ojos, en cuanto Howl lo noto, se acercó a mi ofreciéndome un pañuelo.
—Señorita Hernández, por favor venga conmigo— me dijo de forma amable y luego se dirigió a los cocineros— ¿Están bien? — pregunto a lo que ellos afirmaron—. Tiren la comida de ese hombre, también traten de contactar al señor Phillips, se que esta de vacaciones, pero es una emergencia
—Si, señor.
Camine detrás de Howl, fuimos hasta su oficina, por toda la empresa ya se estaba corriendo la noticia de lo ocurrido en la cafetería del lugar, algunos se compadecían de mí, otros me decían que solo había tenido suerte, otros incluso creían lo que el chef había dicho de mí, eso era horrible, pero intente no prestar mucha atención a sus habladurías.
Una vez dentro de la oficina de Howl, él se lanzó hacia mi rodeándome fuertemente con sus brazos, lo podía sentir preocupado y aun molesto.
—¿Estas bien, mi vida? — me pregunto, yo me aferre a él
—Tenía miedo…pensé que de verdad iba a golpearme — confese volviendo a llorar—, insinuó que había tenido sexo contigo para tener obtener favores
—Escuche todo, el mesero que mandaste me dijo que estaba siendo duro contigo desde que hablamos en la mañana — se aparto un poco para verme a los ojos—, tuve que contenerme porque quería matarlo.
—Lo siento tanto por haber causado tantos problemas
—No tienes que disculparte, no hiciste nada malo — nuevamente me abrazo y beso mi cabeza—. Lo mejor será que nos vayamos por hoy.
—Pero…
—No te preocupes por nada, nos veremos en el estacionamiento si tienes miedo de que nos vean juntos — ofreció.
—No es eso…— dije — solo no quiero que hablen mal de ninguno de los dos…
—¿Por qué eres una empleada de aquí?
—Si…y no somos…del mismo nivel — dije en voz bajita
—Eso no tiene nada que ver, Violet — tomo mi rostro entre sus manos—, no vas a vivir en la sombra por siempre, cuando sea el momento todos sabrán que estas conmigo, nunca y tenlo muy claro, nunca te ocultare.
Seré sincera, escucharlo decir eso me calmo por completo, mi único temor en esto que siento por él es que mi amor tuviera que ser a escondidas, porque no pertenezco a la alta sociedad, por un sinfín de cosas, tenia un temor enorme y saber en este punto que él no piensa tenerme escondida, sin duda, relaja hasta el alma, me regocija.
Salimos de la empresa luego de darnos un par de besos en su oficina, yo me fui primero, les dije a mis compañeros que el jefe me daba la tarde libre para descansar debido a la conmoción, ellos lo entendieron por completo, luego, uno de ellos fue a darle la información que necesitaba sobre el señor Phillips, él es el segundo chef al mando, se presentaría al dia siguiente.
En el estacionamiento me quede esperando unos cinco minutos hasta que Howl se reunió conmigo, subimos a su auto con rumbo a su hogar, apoye mi cabeza en su hombro y entrelazamos nuestras manos, aun me sentía triste por lo que paso, no me dolió que me dijeran ilegal, vaya eso lo escucho todo el tiempo, me lastimo el que dijera que tenía sexo con Howl, yo no soy asi.
—No sigas triste — Howl beso mi mano—, cocinare para ti cuando lleguemos
—¿Sabes cocinar?
—Un poco — soltó mi mano para rodearme con sus brazos—
—Comeré cualquier cosa que prepares — respondí acurrucándome en sus brazos—. Gracias por defenderme
—Siempre lo hare — aseguro—. Nunca dejare que le hagan daño a mi señorita.
—Me gusta que me digas asi — confese
—Mi señorita — susurro antes de besar mi cabeza.
Llegamos a su lujoso departamento en Bel Air, yo me quedé de piedra cuando vi el semejante lugar en donde vivía, es que era como tres veces o mas el tamaño de mi casa, hasta me sentí fuera de lugar, solo daba vueltas por todo el lugar, iba de un lado a otro, Howl se reía mirándome ir y venir, él se instalo en la cocina asi que me dio libertad de recorrer todo el sitio.
—¿Te gusta? — me pregunto
—Es enorme — respondí yendo a la cocina con él— ¿No te sientes solo aquí?
—A veces, pero si vienes de visita, me dejare de sentir solo — me sirvió la comida y llevo todo al comedor—, eres la primera chica que traigo aquí
—Eh, que hables de otras me pondrá celosa — me senté a comer.
—Bien, no lo hare entonces — obedeció sentándose también— los omelettes son mi especialidad, asi que disfrútalo
—Buen provecho — le dije y me acerqué a darle un pequeño beso.
Decir que estaba delicioso es poco, lo devore, incluso quedo sorprendido el hombre por mi forma de comer tan ansiosa, otra cosa que no tenemos en común son los modales, no he tenido mucha etiqueta en mi vida, la cena mas elegante a la que he ido fue a la boda de mi prima en Texas.
Me apené y quise ocultarlo, pero fue imposible, él no dijo nada, cuando terminamos de comer salimos a la terraza para ver el atardecer juntos, estábamos sentados en un sofá, él detrás de mi abrazándome con fuerza, besaba mis hombros y cuello, el ambiente cambio a uno más íntimo, me puse nerviosa.
—Howl…para… — pedí.
—¿Por qué? — pregunto acariciando mi abdomen llegando a meter su mano bajo mi camisa.
—No me siento lista aun… — confese volteando a verlo
El se me quedo viendo ante esa respuesta mía.
—¿Eres virgen? — me pregunto
—No — respondí—, pero creo que es muy pronto para que tengamos sexo, si te soy sincera me da miedo que luego de hacerlo me olvides
—Entiendo, no te voy a presionar con eso, lo prometo — levanto una mano en promesa—, me gustas, Violet, no puedo mantenerme quieto, lo reconozco, te deseo, pero también voy a respetarte.
—Gracias por entenderlo, Howl — lo abrace ocultando el rostro en su hombro.
—Quiero que creas en mí, te demostrare que voy en serio.
Sonreía, aunque él no pudiera verlo, en mis adentros no podía negarme que yo también lo deseaba muchísimo, el contacto de sus manos en mi piel fue lo suficiente para tentarme, pero no quería apresurarme tanto, lo deseo casi tanto como tengo miedo.
Lo intente, de verdad lo intente, pero me fue muy imposible contenerme, sé que le pedí esperar, porque no me sentía lista, pero esa basura solo duro una hora mas o menos, tal vez un poco más, entre más me tenía en sus brazos mas me estaba derritiendo en ellos.Y no fue su culpa, claro que no, fui yo la que se lanzo encima suyo, incluso él me pregunto miles de veces “¿Estás segura?” pero la mujer estaba tan caliente que no podía pensar, solo quería sentir más de ese hombre y vaya que probé todo lo que pude, nunca me sentí tan deseada, sus labios recorriendo mi cuerpo desnudo, sus manos marcando el ritmo de mis caderas, su voz gimiendo mi nombre de manera incesante, fue el mejor encuentro que tuve en mi vida.No quería irme de su casa, pero tuve que hacerlo, nos fue muy difícil separarnos, habíamos iniciado una pasión desbordante que no íbamos a ser capaces de controlar, porque fue como si nuestros cuerpos estuvieran perfectamente hechos el uno para el otro, nos volvimos uno solo, ahora
Estaba acomodando las cosas en una mesa del parque, siempre se realizaba esta fiesta en el parque del barrio, había un sinfín de gente, me saludaban y yo devolvía los saludos, miré la hora, estaba nerviosa porque Howl debía llegar pronto, como si fuera magia el teléfono sonó por una llamada suya, respondí de inmediato.—Hola — dije muy feliz ——Mi señorita — respondió, se me erizo la piel — Estoy aquí, pero hay mucha gente, vine al parque, supuse que era aquí.—¿En que parte estas? Iré por ti — dije mirando a todos lados.—Pues, hay una fuente — dijo entre leves risas—, aunque si me están viendo muy raro.—Ya voyCorrí hasta donde había una fuente, efectivamente un mar de gente se divertía ahí, pero en especial estaba una persona que no quería ver, Cesar, mi exnovio, ahí estaba con sus amigos viendo como un policía a Howl que me esperaba sentado al borde de la fuente, llevaba consigo un ramo de flores.—¡Violet! — Howl grito mi nombre al verme.Corrí hasta él, lo abrace con fuerza y H
Fue una maravillosa celebración, creo que no había pasado un día tan feliz como el de esa noche, Howl estuvo hasta el anochecer, ayudo a mis padres a recoger las cosas, incluso llevo cajas de vuelta a mi casa, volvimos cerca de las nueve de la noche, mi madre estaba ya cansada así que lo mejor fue regresar.— Gracias por la ayuda, Howl — le dijo mi madre—, quédate a cenar— ¿No es una molestia? — pregunto él.— Para nada, entra muchacho— le insto mi padre al darle una palmada en la espalda.Yo me conduje a la cocina para ayudar a mi padre con la comida, cuando mi madre se encontraba ya cansada, era mi papá el que cocinaba para nosotros, mis hermanos ayudaban a Howl a guardar las mesas en la cochera, en el acto le iban contando sobre algunas otras festividades, también le comentaban sobre cosas que me gustaban, que cosas no.— Son muy pocas cosas las que no le gustan— exclamo riendo bajo— a diferencia de mí, que soy como un niño mimado— Eso es porque vives en un am
Hacer el amor con Howl es maravilloso, el hombre sabe muy bien lo que hace, me ha entregado una clase de placer que desconocía por completo, algunos hombres son torpes cuando te tocan, son bruscos, pero él no, se toma su tiempo para recorrer mi cuerpo con sus labios, me quita la ropa con una suavidad que me estremece.Yo me derretía en sus brazos, no paraba de gemir su nombre, Howl me sostenía fuertemente en sus brazos hasta que la posición cambio quedando yo encima suyo, moviendo mi cuerpo sensualmente sobre el suyo, sus manos recorriendo mi espalda pasando por delante sujetándome de los pechos, él repetía mi nombre en gemidos por igual, nos volvimos uno solo y terminamos abrazados cuando él termino dentro de mí.— Olvide sacarlo— dijo Howl— No creo que suceda algo — respondí—, voy a buscar algún método, para estar más protegidos.— Vale, haremos una cita, iremos los dos— beso mi frente y me sonrió— ¿se te paso el enojo?— Si, pero eso no te quita lo tramposo — abult
Dormí de forma maravillosa luego de esa cita, me sentía en las nubes, no quería separarme de Howl, pero tuve que hacerlo, me regreso a casa cerca de las seis de la tarde, saludo a mis padres y luego de marcho, me dijo que tenia una cena con su familia a la que desgraciadamente no podía faltar.Al siguiente día me prepare como de costumbre para ir al trabajo, sujete mi cabello y tome mi bolso después, me despedí de mamá, para salir de prisa a tomar el tren, cuando llegue a la estación me quede mirando la hora en el teléfono, tenia un mensaje de Howl.“Buenos días, mi amor, ten un excelente día, te veré para el desayuno” Sonreí como boba ante ese simple mensaje que no vi las cubiertas de los periódicos que estaban justo a mi lado, subí a mi tren para poder llegar hasta la famosa torre de los Wood, en el camino iba mirando por la ventana, tenía los audífonos puestos, me gustaba escuchar música de camino al trabajo principalmente para no quedarme dormida en el vagón, tengo que trasbordar
Sentí que iba a desmayarme, de verdad llegué a pensarlo, no podía con la forma en que el padre de Howl nos estaba viendo, era como si nos hubiera encontrado robándole un millón de dólares o algo parecido, porque se miraba furioso, llevaba el periódico en las manos, Howl se puso inmediatamente de pie para hacerle frente.— Veo que ya te enteraste — comenzó diciendo Howl—, ella es Violet Hernández, mi novia— ¿Hernández? — fue lo que pregunto su padre.— Si, es latina, vive en Boyle Heights— apenas menciono mi lugar de residencia, el señor Wood le miro como si tuviera un fantasma detrás.— ¡¿Estas loco acaso?! — le grito acercándose, Howl me cubrió al ponerme detrás suyo.— Tú estas loco si crees que dejare que hagas conmigo lo mismo que hiciste con Rose— yo no sabia si hablar o que hacer.— Por el uniforme que lleva asumo que trabaja aquí, de la cara, señorita— me arme de valor y Sali de mi escondite, alce bien el rostro, tenia que verme segura— ¿Qué espera? ¿Un
La madre de Howl no se pudo quedar mucho tiempo debido a que el padre de él no dejaba de llamar de manera constante, así que no tuvo mas remedio que marcharse, antes de salir de la casa me repitió que depositaba su confianza en mi y que no hiciera sufrir a su hijo, le prometí que no lo haría. Luego de eso, salimos con Rose hacia el restaurante del amigo que anteriormente menciono, era un sitio especializado en comida clásica americana, tenia muy buena pinta el sitio, además de que se podía ver desde fuera que era concurrido, ya que casi todas las mesas estaban ocupadas, sujete la mano de Howl ya que me encontraba algo nerviosa. — Todo saldrá bien, amor— me dijo con voz suave. — Solo sigo un poco mareada de este día — le respondí apoyándome un poco en su brazo. — Esperemos que sea eso y no un sobrinito — bromeo Rose, casi me desmayo con eso, pero opte por solo reír. — Se termina de morir, papá — le siguió la broma Howl. Reímos y entramos al lugar, de inmediato sali
Narra Howl: Desde que conocí a Violet me he sentido mas normal, me he sentido una persona común y corriente; nací en una familia muy prestigiosa, con mucho renombre y siempre detesté eso, la gente te trata como si fueras de cristal, como si fuera un pecado el simplemente hablarte, me sentía tan solo, la única persona que tenia a mi lado era a mi hermana, nuestra madre murió cuando aún éramos chicos, ella no lo recuerda, era muy pequeña. Tuve mi primera novia en el colegio, yo tenia 15 años, ella estaba en ultimo año, ya no la recuerdo muy bien, pero si puedo recordar que sus ojos eran de un verde muy fuerte, me enseño todo, fue mi primer beso, mi primera vez, todo, no sé si podría considerarla mi primer amor, pero fue un romance adolescente que termino mal, ella no me quería como tal, estaba conmigo porque mi apellido era popular, era popular solo por estar conmigo. Conocí muchas mujeres así, se sentían más atraídas a mi poder que a mi propia persona, yo podía ser incluso un tipo de