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Eres bueno para mí

Lo intente, de verdad lo intente, pero me fue muy imposible contenerme, sé que le pedí esperar, porque no me sentía lista, pero esa basura solo duro una hora mas o menos, tal vez un poco más, entre más me tenía en sus brazos mas me estaba derritiendo en ellos.

Y no fue su culpa, claro que no, fui yo la que se lanzo encima suyo, incluso él me pregunto miles de veces “¿Estás segura?” pero la mujer estaba tan caliente que no podía pensar, solo quería sentir más de ese hombre y vaya que probé todo lo que pude, nunca me sentí tan deseada, sus labios recorriendo mi cuerpo desnudo, sus manos marcando el ritmo de mis caderas, su voz gimiendo mi nombre de manera incesante, fue el mejor encuentro que tuve en mi vida.

No quería irme de su casa, pero tuve que hacerlo, nos fue muy difícil separarnos, habíamos iniciado una pasión desbordante que no íbamos a ser capaces de controlar, porque fue como si nuestros cuerpos estuvieran perfectamente hechos el uno para el otro, nos volvimos uno solo, ahora que habíamos probado esa clase de placer, no íbamos a renunciar a ella, incluso si eso me ponía en una situación muy difícil en mi trabajo, ya no iba a ser capaz de renunciar a Howl.

El camino hacia mi casa fue largo, no podíamos estar muy quietos, pero teníamos que mantenernos serenos por el chofer, no queríamos causarle algún tipo de trauma, asi que solo mantuvimos las manos entrelazadas.

—Mañana es cinco de mayo — me dijo buscando mi mirada—. No olvides que vendré.

—No lo olvide, estoy emocionada porque vengas — exclame sonriente—, quiero que conozcas más de mí.

—La próxima ocasión, iras conmigo a algún evento, también quiero que conozcas mi mundo.

—Me da algo de miedo — confese—, siento que no encajare en la alta sociedad.

—No te preocupes por eso, yo también tengo miedo — hizo un gesto de preocupación

—¿Te da miedo la clase media? — pregunte.

—No, me da miedo no agradarle a tu familia — respondió—. Tengo que dar una buena impresión, si no le agrado a tus padres no me permitirán ser tu pareja.

—Bueno…— comencé a decir—, mis padres no son muy difíciles, creo que lo más difícil son mis hermanos, pero no te preocupes, les vas a agradar, solo recuerda que es una celebración muy al aire libre asi que ven con ropa informal, cómoda.

—Lo sé, ya tengo en mente que usar — beso mi frente— Violet ¿Puedo preguntarte algo?

—Claro

—¿No te hago sentir incomoda? — la pregunta me tomo muy sorpresa.

—¿A qué te refieres? No entiendo — dije alzando una ceja

—Con todo esto, con lo que te pido, sobre ser mi novia, mi…debo decirlo, mi dinero, mi estatus ¿Te incomoda?

—No me incomoda, aunque esto ha sucedido en cuestión de días, siento como si te conociera de antes, me gusta esto — respondí sujetando bien sus manos — sobre tu estatus y tu dinero, me da miedo que no me vean como alguien digna para ti, que tu familia no me acepte.

—No me importa que diga mi familia, es la primera vez que me siento realmente atraído por alguien, todo este tiempo estuve esperando por conocerte.

Sonreí de forma apenada, sus palabras eran muy bellas, confiaba en ellas, confiaba en él, no sabia si era algo tonto o simplemente asi ocurría el amor de verdad, pero me sentía feliz, me sentía segura, sus brazos me daban un sentimiento que es difícil de expresar con palabras, por eso, quería que ingresara en mi mundo, eso que protegí con recelo por muchos años, ahora lo estaba abriendo para él.

Al llegar a mi casa, nos dimos un beso más, me baje del auto y note que mis hermanos estaban afuera sentados con sus amigos que veían raro el lujoso auto del que me había bajado, me quede de pie en la reja de entrada sonriendo con un nerviosismo palpable, mas cuando mis hermanos entrecerraron los ojos, yo conozco esa mirada, se venia una ola de preguntas, el auto de Howl ya se había marchado.

—¿Quién te trajo? — pregunto Richard, mi hermano mayor.

—Un amigo del trabajo — respondí yendo hacia la puerta.

—¿Amigo? — pregunto ahora James, mi otro hermano— ¿Qué clase de amigo tiene ese coche?

—¡Era un Uber! — exclame— ¿Algo más?

—Si ¿Qué es esta hora de llegar, jovencita? — mi papá abrió al escuchar el alboroto y soltó esa pregunta.

—No es tarde, pa — dije haciendo voz bajita —, solo fui a comer con mis compañeros y bueno, solo me atrasé un poco.

—Fuimos a comer — repitió no muy convencido—, entra a casa, tu madre necesita ayuda en la cocina, no se da abasto con tu tía.

—Ya voy

Corrí a la cocina donde estaba mi madre y mi tía, les di un beso a cada una, me quite el uniforme del trabajo lo más rápido posible, para volver ya con otra ropa a terminar de ayudarlas en la cocina, estaban haciendo una olla inmensa de tamales para mañana.

Ahora verán, mi nombre completo es Cristina Violeta Hernández Rivera, vengo de una familia muy latina, mi padre, James Hernández, es mitad mexicano por mi abuelo mitad norteamericano por mi abuela, mi madre es mexicana y yo nací en México, sin embargo, mis padres decidieron finalmente establecernos en Los Ángeles, la ciudad natal de mi padre, he sufrido de malos comentarios por mis raíces desde que tengo memoria, vivo en un barrio de cholos, mis hermanos y yo crecimos siendo parte de una pandilla no criminal, lo tengo que aclarar.

Aquí en nuestra población nos tomamos en serio las celebraciones, todo el barrio se junta para llevarlas a cabo, todos cooperan, a mi familia le tocaron los tamales, asi que es la razón de que pase mi noche cocinando con mi mamá y mi tía, me estoy esforzando el triple porque mañana Howl probara toda la comida mexicana que pueda.

Me levante emocionada, me bañe temprano y comencé a elegir mi ropa, son días muy calurosos asi que opte por un vestido floreado, ceñido al cuerpo y de tirantes, me quiero ver muy bonita, también me arregle el cabello, Howl siempre me ve con el cabello atado, asi que hoy lo planche, naturalmente es ondulado, pero hoy lo quiero lacio, me maquille y observe mi resultado final en el espejo con una orgullosa sonrisa.

—Violet, ya tenemos que irnos — dijo mi mamá entrando a mi cuarto— que bonita te ves, hija — sonrió.

—Gracias, mamá, quiero verme muy bien hoy — confese

—¿Y eso?

—Porque hoy vere a alguien muy importante

—No me digas que otra vez estas hablando con ese horrendo de Cesar— me dijo muy preocupada.

—Claro que no mamá, eso termino hace mucho, pero te diré a ti, estoy saliendo con alguien — le confese algo nerviosa—, lo invite porque quiere conocerlos

—¿Es de tu trabajo? — yo asentí en respuesta — me da mucho gusto mi niña, ya era hora que conocieras a alguien más ¿Cómo se llama?

—Howl — conteste—…es mi jefe…

—¿Es mayor que tú?

—Solo por un par de años.

—Seguro es alguien agradable, por algo lo elegiste.

Mi mamá sonrió antes de salir, me sentí más segura con su reacción, pensé que se enojaría por saber que estoy saliendo con mi jefe, pero creo que debe pensar que es el jefe de cocina y no el CEO de la compañía, creo que debí ser más específica, en fin, ya se lo diré más tarde.

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