ANASTASIAUN AÑO ATRÁSMe preparo para por fin volverlo a ver, desde que llegué con Luca y Martín a los Estados Unidos, solo porque al parecer Bea está dispuesta a encontrar al culpable del accidente de la que considera su madre, no he dejado de pensar en él. Se supone que esta noche iré con Lizabetha, a un centro nocturno, ella quiere conocer a chicos nuevos y yo, solo necesito escapar de la presión constante que siento con el asunto de mis padres, y de la nueva petición que tienen para mí, la de tener hijos con Luca. No es que no considere tenerlos, el punto es que no con él, si algún día voy a tener hijos, quiero que sea con quien amo o elijo estar a su lado, a Luca lo quiero, pero es más mi hermano mayor que mi marido. —Guau, sí que eres hermosa. La voz de Lizabetha me saca de mi ensimismamiento, volteo y ella ya está lista, como siempre. —Tú no te quedas atrás —le sonrío. Sonríe pero luego su expresión cambia fugazmente. —¿De verdad te gusta Jared Hill? Apenas y lo conoce
SINOPSISLos secretos siempre son la soga a tu cuello, la cadena que tira de ti, ella lo sabía, le advertí que se alejara de mi, no quiso, y ahora va a sufrir las consecuencias, porque yo no soy un príncipe, no soy el bueno en la historia, y tampoco es mi princesa. Es rompible, manipulable, y voy a hacer todo lo necesario por hacerla caer en mi infierno, quiere la fruta prohibida, pero lo único que va a obtener de mí, es veneno. ••• Luca Massimo es un millonario empresario, durante años ha tenido que fingir lo que no es, para mantener a la única persona que ama, a salvo. Pero su vida da un giro de 180° cuando se ve obligado a aceptar el matrimonio con la hija del Boss de la mafia Rusa, para evitar la guerra entre dos organizaciones que terminaría por matar a miles de inocentes. El problema es que esa chica, es la misma que desvirgó por accidente hace dos años, no es mujer para él, ella es demasiado inocente, tierna y delicada, pero cuando la amenaza recae en Anastasia, no tiene op
NICOLA Vista del emblemático edificio La Torre Willis de Chicago desde la ventana, Company Empire es mi mundo, todo lo que necesito es expandir mi imperio más, no tengo límites cuando se trata de aplastar al enemigo. Muevo el cuello con estrés. Ser el cerebro de una compañía como la de mi familia, no es cosa fácil, mucho menos cuando todo el peso cae sobre mis hombros, pese a que las cosas han mejorado, aflojar no es digno de mí. Por ello, contratar a una nueva ejecutiva del arte, es una de mis actuales prioridades, no puede ser cualquiera, debe tener ciertas habilidades que demuestren que es lo capaz y digna de trabajar con nosotros, delante de mí, mi secretaria, anotando en su tableta cada una de las instrucciones que le he solicitado. La oferta de trabajo, y el que sea la contratación inmediata, tienen que llevarse a cabo. —Debemos relacionarnos con algún cazatalentos —exijo con el ceño fruncido. —Bueno, he escuchado sobre alguien, tal vez podría encajar con su petición
NICOLA —Ana, dime más sobre esa.. Sra. B. —le mandé a mi secretaria después de que se marche Milenka. —Bueno, solo se sabe que, hace seis años, un misterioso mecenas comprara sus primeras obras con mucho dinero, se hizo famosa, tiene talento, pasó de ser una don nadie a la famosa artista que es ahora —comenta—. De hecho, el trabajo del famoso pintor Martín Lovato, viene de su galería. Me quedo callado y sopeso la opción, debe tratarse de una nueva rica, como solemos llamarles a las personas que apenas van comenzando a amasar una fortuna. Debería de interesarse en el puesto de trabajo. —¿Qué más se sabe de ella? —No hay mucha información sobre la Sra. B. Mucho de los datos personales no están disponibles. —Pero es una mujer con talento, debe serlo para que alguien de la altura de Martín Lovato, trabaje con ella —ladeo una sonrisa de media luna—. La necesitamos. Pon la oferta de trabajo como te ordene, referente a la Sra. B, ella será nuestra, cueste lo que me cueste. —Como
CHRISTIANO Miro la sangre que brota del cuerpo inerte frente a mí, llevo años dentro de una de las organizaciones más peligrosas dentro del mundo de la mafia, ser el Capo di tutti capi y desafiar a la orden junto a la Cosa Nostra, es mi trabajo favorito. Los traidores pagan con la muerte sus errores. Esa es una de las reglas que me han enseñado, naces siendo líder o mueres siendo un cobarde revolcado entre los escombros de la miseria. Llevo cincuenta y cuatro años viviendo lo mismo, dejo a mis halcones negros, asesinos estrategas, terminar de hacer el trabajo, mientras saco un puro, lo enciendo y fumo, el humo del cigarrillo relaja mi cuerpo, más no desaparece el estrés. Me dirijo a mi auto, donde me espera Dante Dioniri, mi mano derecha, mi Consigliere, quien parece no estar feliz con los resultados. —Todo listo —me dice. El auto se pone en marcha. —Parece que no estás feliz —río con malicia. —La Cosa Nostra no es un juego. —Soy el líder, lo sé. —Solo digo que deberías
BEATRIZ Me encuentro feliz, ¿por qué? No lo recuerdo realmente, pero mi sonrisa parece genuina y resplandeciente, miro en dirección al cielo, no hay nubes en el cielo, es un día soleado, voy manejando al tiempo que tarareo una canción en la radio, luego, sucede, intento frenar el auto, pero no puedo, los frenos no funcionan y el choque me obliga a cerrar los ojos. Todo pasa de forma demasiado rápido como para reaccionar o pensar en algo más. Pedazos de vidrio explotan frente a mí y cubro mi rostro, el auto da varias vueltas, lo siento, mi cuerpo golpea el asiento varias veces, siento como si mis huesos se rompieran, abro los ojos, alcanzando a ver la placa de un carro oscuro, luego un golpe frío y duro en la cabeza, me hunde en la oscuridad. Varias imágenes se proyectan en mi mente, el accidente, luego de lejos las voces de los paramédicos, todo es borroso, paso de eso al día del parto, las contracciones son horribles. Es como ser partida en dos desde adentro, pese a no tener idea
BEATRIZParece tan sorprendido como ella al verme, mantengo mi postura y abro la boca para decir algo, cuando ella interrumpe. —La señorita Belinda ha solicitado para el puesto de tu asistente personal, pero le decía que el puesto ha sido cubierto —balbucea rápidamente—. Por lo que ya no necesitamos que esté… La mirada del hombre cambia a una furiosa. —Yo me encargo, Bianca —espeta con dureza. —Hermano, ya tengo a la mujer que tiene lo que se necesita para el puesto, no es necesario que ella se quede —insiste.Sin embargo, él parece no prestar atención a lo que dice, sus ojos siguen fijos en mí, a tal punto que comienza a hacerme sentir un poco incómoda. —Nicola —le llama. —Déjanos a solas, Bianca —pide en tono neutral. —Pero… —Ahora.Rompe todo contacto visual conmigo, para lanzarle una mirada cargada de advertencias a su hermana. Ella termina asintiendo de mala gana, toma sus cosas, entre ellas, la carpeta con mi documentación, me echa un último vistazo de arriba abajo y sal
BEATRIZ La alarma del despertador suena estridente, pero de nada funciona porque me he levantado dos horas antes de lo previsto, luego de haberle llamado a Martín y a Luca para saber sobre los pedidos de la galería, y del estado de salud de Leah, quien sigue en coma. La tarde de ayer fue extraña, en especial por el señor Hill, quién no solo me miraba como un objetivo al que aplastar, sino, como si me conociera bien. Me remuevo inquieta, pero me alisto y salgo media hora antes, tengo dos objetivos claros, investigar quién dentro de Company Empire está detrás del accidente de Leah, sus razones, y fingir bien mi papel de asistente personal. Reviso mi atuendo, no es de marca, trato de ponerme accesorios normales, los tacones me resultan incómodos, pero me mantengo firme y segura. Le mando un mensaje de texto a Martín, avisando que voy de salida y que trataré de conseguir la información que sea necesaria. Al llegar a la oficina, el enorme edificio que se presenta ante mí como una