Luego de aquella dolorosa demostración para Steve, Sandy y Ferdinand le comunican a Mía que esperarán fuera hasta la salida de Steve de las instalaciones de Moore Building.Así que, en cuanto ambos cruzan la puerta y la cierran, Steve se gira a su madre y allí se desata una discusión sin precedentes.—¡No lo puedo creer, madre! ¡¡Contrataste a una verdadera maleante para mi seguridad!!—De hecho, sus antecedentes son impecables. Es una chica correcta. ¿Acaso crees que no la investigué antes de que llegase? Su padre me advirtió que sería ella quien vendría, que me haya hecho la desentendida es totalmente otra cosa.«Es la hija perfecta de los Knox. Excelentes notas, atlética, con varios logros en su carrera y el entrenamiento que ha recibido es digno de los mejores, ¡es casi como si tu tío es Steven, lo hubiese hecho!—¡¡Pero mi tío Steven eras mercenario! ¡¿Te das cuenta de la mujer que has puesto a mi lado para que pueda cuidarme?! ¡Será un milagro si es algo vivo de ella!—¡Bueno, s
Si Ferdinand por un momento pensó que Steve se tardaría en ponerlos a prueba, Sandy desde que su padre le dio los detalles se preparó para este momento.Steve sólo lleva dos cervezas, ha encuerado con la vista a todas las mujeres del lugar (menos a ella) y se nota que se muere de ganas por salir a bailar.—¿Puedo ir a bailar, mami? —pregunta con sorna y batiendo las pestañas, Sandy lo mira entornando los ojos y Ferdinand sabe que lo quiere matar lenta y dolorosamente.—Señor Moore, no necesita mi permiso, el lugar está asegurado, no hay prensa que vaya a grabarlo… aunque no es que puedan tener algo que sacar mañana en la prensa.—Si estoy seguro, entonces me voy a bailar, no me esperes despierta, mamá —Sandy se lanza para matarlo justo cuando sale de allí, pero Ferdinand la detiene.—Oye, que no te ha dado motivos para que lo lastimes.—Sólo ruego que me los dé pronto, llamarme mamá… ¡No soy una vieja chancluda!—Tu mamá tampoco y es mamá —le dice él y Sandy lo mira feo.—Eso es porqu
Los dos se mantienen así, hasta que Sandy recuerda que está peleando con un hombre desnudo.—Vístase —le dice sin dejar de mirarlo a los ojos—, yo me encargo de las señoritas y la policía.—¿Policía? ¡¿Se da cuenta del escándalo que se armará?!—Nadie dirá que usted está involucrado, si eso pasara estaría haciendo muy mal mi trabajo… lo único que sabrá la policía es que sólo soy una ciudadana reportando un delito y realizando una detención espontánea.—Pero… —intenta debatirla Steve, pero ella le pone esa expresión fiera antes de interrumpirlo.—No me provoque, señor Moore. Porque me dijeron que era un hombre responsable, a pesar de sus escándalos. Pero nunca me imaginé que hasta en eso se equivocaron.Sandy sale de allí con las mujeres y deja a Steve con una sensación extraña. Y ese rostro de decepción le duele, le pega duro en una parte de su ser… sobre todo porque esa misma expresión puede visualizarla en el rostro de su madre.—Que bajo has caído, Steve… —se dice a sí mismo cuando
Decir que Steve se siente cómodo con dos personas que lo siguen a todos lados, es una cruel mentira, pero se lo ganó por suripanto y eso lo reconoce, pero sólo en su interior, porque hacerlo en voz alta sería admitir que ha sido irresponsable.¡Y eso jamás!El único lugar donde se puede mover libremente es en la oficina, ya que ellos sólo se limitan a quedarse cerca del ascensor sentados y nada más.Ya tiene una semana así, el fin de semana que acaba de pasar fue el más aburrido de su vida hasta ahora y lo único que quiere es deshacerse de ellos. Pero sabe que no es sencillo doblegar a la fiera que es Sandy.Sale de su oficina con rumbo al baño, ya que el suyo tiene un desperfecto con la llave del lavabo y el encargado lo arreglará más tarde. Camina algo distraído, pero antes de llegar a su destino, oye a Sandy hablar por teléfono.—No… Sabes que no me gusta este tipo de trabajos, por eso lo estoy haciendo bien. Sí, hasta ahora sólo un episodio, pero lo pudimos controlar a tiempo. Sab
Durante el trayecto, todos permanecen en silencio, pero de todos ellos, sólo Steve permanece algo incómodo, y es que sus padres no han dejado de besarse y tomarse las manos en todo el camino hacia el restaurante.—¡Se supone que ya aprendí la lección, ¿no?! —los reprende como si fueran dos adolescentes calenturientos que no pueden dejar de tocarse y besarse.—Sí, es verdad —le responde su madre—, fuiste un verdadero caballero al pedirle disculpas a la señorita Knox, pero eso no quiere decir que nosotros vamos a dejar de demostrarnos que nos amamos cada vez que tenemos oportunidad.Steve, sólo rueda los ojos y puede ver en el retrovisor la diversión que hay en el rostro de Sandy, quien va de copiloto. Decide mirar por la ventana porque eso en verdad lo está enloqueciendo.—La próxima vez me voy en mi propio auto —susurra molesto.Cuando llegan al restaurante, los reciben cordialmente y los llevan a una mesa apartada. Sandy le hace un gesto a Ferdinand para que ellos se puedan apostar e
Tras regresar del almuerzo, Steve se encierra en su oficina a trabajar, está entretenido con el diseño de un nuevo centro comercial para una de las ciudades del este y eso en verdad le apasiona.Luego de las fiestas y las mujeres, algo que en realidad apasiona a Steve es el diseño de hermosas creaciones arquitectónicas, con detalles de modernismo y también estilos clásicos. Le gusta que los edificios puedan fundirse dentro de las ciudades y también acomodarse a las necesidades de las personas y los usuarios finales.Mira con orgullo su diseño y lo proyecta en un monitor que mantiene allí en la oficina de ochenta pulgadas. Allí comienza a afinar los detalles, revisando cada una de las aristas y los diferentes niveles, además de revisar que las medidas de los elementos constructivos sean los adecuados.Mientras él está en aquella, revisión exhaustiva de su proyecto, verificando que todo se ajuste a la normativa vigente y que nada se le escape, recibe una llamada de uno de sus amigos de
Una vez que llegan al lugar, el dueño del local está haciendo de anfitrión y los va recibiendo con emoción, nunca tuvo un evento de ese tipo y se nota que todos los asistentes van dispuestos a gastar mucho dinero.Saluda a Steve con un fuerte abrazo y le agradece por algo que Sandy no ha alcanzado a oír, porque la música está bastante fuerte dentro y porque está pendiente de todos los rostros que van entrando al lugar.—Equipo dos —susurra al intercomunicador que mantiene siempre en su oído.—Aquí líder de equipo dos, te copio abeja reina.—Necesito dos infiltrados en esta maldita fiesta, apliquen reconocimiento facial a la mayor cantidad de los asistentes, y voy a necesitar que se incluyan en la fiesta como si fueran parte de esta estupidez, no beban demasiado para no llamar la atención. Necesito recabar la información de toda esta gente.—Copiado, deja reina, nos vemos adentro. ¿Me aceptarás un baile esta vez?—En honor al trabajo que debemos hacer, esta vez sí.Sandy puede notar có
Steve es una mole de un metro noventa y uno, de noventa kilos, con músculos bien definidos, bastante entrenamiento y una dieta basada en proteínas. Tiene buen cuerpo y buena condición física, podría resistir todo, pero hay algo que Steve no hace y es practicar deportes combativos.Por eso, cuando frente a él se para un tipo unos cinco centímetros más bajo que él, pero con diez kilos más de peso y unos músculos demasiado grandes, sabes que está en serios problemas. A pesar de eso, su expresión calmada no cambia para nada y sigue calentando en el mismo lugar, saltando de un pie a otro.Sandy está inmóvil en el mismo lugar, casi sin respirar, mirando fijamente al tonto de su jefe cómo está a punto de ser partido por la mitad por aquella persona que está frente a él.—Sin golpes bajos ni muy duros a la cabeza —les advierte el presentador y los dos asienten.El hombre se separa de ellos y les deja el camino libre, cuenta hasta cinco y les da el pie para que comience la pelea. El primero en