Damon —No sé por qué estás aquí, después de todo. No entiendo por qué sigues conmigo después de lo que te hice sentir anoche. Te vi muy herido, Damon. No puedo borrar esa imagen de mi mente. Cuando cierro los ojos, solo veo tus ojos llenos de lágrimas. Te veo triste y herido y no puedo dejar de sentirme culpable por eso. —A mí me pasa lo mismo que a ti, Katherine, porque cuando cierro los ojos, recuerdo cómo te grité y te eché del auto en medio de una tormenta. Sé que solo tuviste que dar dos pasos para entrar a tu casa, pero recordar tu triste rostro bajo la lluvia, mientras las lágrimas caían por tus mejillas, es algo que me duele mucho. Yo tampoco puedo dejar de sentirme culpable. Te traté mal, y eso por eso que estoy aquí hoy. Para pedirte perdón, Katherine. ¿Me perdonas? Era muy cierto lo que yo le dije. Fui totalmente sincero con ella. Durante toda la noche no pude dormir en ningún momento, pues me perseguían los fantasmas de anoche. Mis palabras resonaban en mi mente una y
Damon Tal vez era muy precipitado el hecho de que pedirle a Katherine que me dé un beso, pero al menos no se lo robé, como tenía ganas de hacer. Porque sí, mi mente, mi corazón, el deseo latente que sentía por ella me pedían a gritos que simplemente la besarla sin preguntarle nada, pero yo era un caballero y simplemente no podía invadir así su espacio personal otra vez. Anoche tuvimos muchos inconvenientes después de que yo le robara un beso, porque Katherine se dejó llevar y luego cambió de idea. No me hacía daño preguntar qué era lo que Katherine quería. Si ella decía que sí, yo sería el hombre más feliz del mundo por poder tener la oportunidad de besar esos deliciosos labios otra vez, pero si ella decía que no, por más triste y decepcionado que yo me sintiera, iba a comprender que fue su decisión y no iba a insistir, pues no quería presionar a Katherine. Mi hermana, quien no quería mucho a Katherine, fue quien me dijo y me hizo notar lo insistente que sido con Katherine en los últ
Damon Katherine me abrazó fuertemente y le correspondí el abrazo. Era bueno tener un momento lleno de amor. Hace más de una semana que ella y yo no teníamos un espacio tranquilo para hablar y conversar tranquilamente. La abracé y aprecié ese abrazo lo más que pude, pues no sabía cuándo tendría otra oportunidad de mostrar mi cariño abiertamente a ella. Katherine estaba muy cariñosa y esto no lo vi en ella desde hace más de una semana. Sé el lío que Katherine tenía dentro de su mente, así que yo tenía que estar preparado mentalmente por si ella llegaba a comportarse un poco fría conmigo después, pero, para ser sincero, yo cruzaba los dedos, rogándole a Dios y al Universo que Katherine recapacitara y su mente se aclarara y ella se diera cuenta de lo importante que era nuestro amor y de que podíamos luchar contra las adversidades y las maldiciones siendo una pareja. —Respecto al beso que te di hace un rato... fue un poco impulsivo de mi parte. Lo siento. —A mí me encantó —aseguré. De
Katherine Con toda franqueza, yo quería que ganara mi corazón. —Gracias por cuidarme, Damon. Lo aprecio mucho. Es importante para mí. Sé que antes te he dicho que no quería tu protección, pero sabes y yo sé que, sin protección, mi vida se volverá más descontrolada de lo que ya es y no quiero eso. No quiero que pienses que te estoy usando para que me protejas, porque no es así. Pero me siento más segura cuando hay alguien cerca de la casa. Después de lo que pasó ese día en el hospital con el demonio, es difícil poder sentirte tranquila y cómoda. Nunca sé en qué momento alguien puede aparecer y aparentar ser otra persona para hacerle daño a mi familia, a mí o al bebé. Pero con él me sentía segura. En este momento, el demonio y lo que pasó en el trance y en el hospital no me importaba. Lo único que me importaba era Damon y nuestra relación. Moría de ganas por volver a ser su novia. Moría de ganas de que él y yo habláramos de nuestro casamiento, de los anillos, de un bonito salón de fi
Katherine Me tapé los oídos porque no quería seguir escuchando lo que eso me decía. Estaba claro que esto fue una obra de brujería de alguien y que nuevamente me tenían encerrada en este infierno. Lo que más me aterraba de estar aquí era que no sabía cuándo saldría. La primera y única vez que estuve aquí antes, se sintió como estar en un infinito de tiempo, pero en ese momento yo tenía a Kayla a Damon para ayudarme, y ahora no tenía a nadie del otro lado con quien me pudiera comunicar. Estaba perdida. No estaba segura de si iba a sobrevivir después de esto. Lo único que me daba una muy pequeña esperanza es que Damon estuvo conmigo cuando me desmayé, así que confiaba en que él encontraría alguna manera de ayudarme. Sé que yo estuve muy rencorosa con Kayla después de lo que sucedió ese día en el hospital, pero hoy no me importaba nada de eso y les pedía a gritos que me ayudara, pues la necesitaba y necesitaba que sacaran de aquí de una maldita vez. Recién desperté en este lugar, pero
Damon Salí de la casa de Katherine y caminé lentamente hasta mi auto. Las calles estaban un poco desiertas, el día estaba completamente soleado, sin rastro de alguna sola nube. El día se veía perfecto para salir y pasear con Katherine y nuestro hijo. Una hermosa idea que se cruzó por mi mente fue que podíamos dar una caminata tranquila, tomar sol y visitar locales de ropa para niños. La simple idea me llenaba de emoción y ternura. Nunca pudimos concretar esa idea con Katherine, pues los conflictos nos golpearon antes de que pudiéramos hacerlo. Cuando llegué a la puerta de mi auto y la abrí, vi que Katherine salió de su casa corriendo. Me sorprendí un poco, pues lo primero que pensé fue que algo malo estaba pasando con ella, pero noté una sonrisa desbordante en su rostro que me hizo sonreír a mí. Me ilusioné, tengo que admitirlo. Katherine me gritó desde la vereda de su casa que quería intentarlo nuevamente conmigo. Dijo que ella quería ser mi novia otra vez. La emoción que me inv
Damon¿Alexa? —¿Alexa? Anoche la vi y se veía bien. No la vi mal. ¿Qué es lo que tiene? —Será mejor que la llames tú, Damon. Tengo que ver a Kayla ahora, estoy frente a su casa. Te llamaré para contarte. Cuídate. —Hazlo. Te hablaré luego. Cualquier situación que suceda, me avisas de inmediato. Cuídate. Algo me dice que todos estamos en peligro ahora. Mudarnos de ciudad no ha ayudado a liberarnos de Kyle. No sabemos qué más puede hacer. Colgué la llamada, preocupado por Katherine, y ahora preocupado por mi propia hermana. Noté que Clayton me habló en un tono serio cuando mencionó lo de Alexa, así que temí que se tratara de algo grave. Llamé a mi hermana. —¿Hola? ¿Damon? —Alexa, ¿qué ocurre contigo? Clayton me ha dicho que no te sientes bien. ¿Ha pasado algo? ¿Te sientes enferma? —Le dije que no te dijera nada. Es mi culpa por pedirle a un miembro de tu manada que no te diga nada. Es obvio que él iba a decirte, tú eres su Alfa. Él debe decirte todo —desvió el tema. —Dime q
Damon Me sentía completamente desgastado emocionalmente y físicamente. Mis emociones negativas afectaban gravemente mi cuerpo. Me sentía muy cansado todo el tiempo y en lo único en lo que podía pensar para sentirme bien era en momentos lindos que he compartido con Katherine, incluso agregué en mi mente algunas situaciones en las que me gustaría poder estar con ella, pero cuando recordaba lo que le estaba ocurriendo a Katherine, mi corazón se quebraba nuevamente y me sentía mal otra vez. No tener el control de la situación me estaba matando por dentro. Verla en esa cama otra vez y que ella no despertara de su trance comenzaba a hacerme perder la esperanza. Pasaron dos días desde que Katherine se desmayó y no volvió a despertarse. Sé que dos días no era mucho tiempo, pero para mí eran eternos. Durante estos dos días solo pude dormir unas cinco horas en total. El cansancio me estaba matando, pero la cafeína y algunas píldoras me mantenían alerta. No quería perder de vista a Katherine.