Damon Katherine y yo hicimos el amor apasionadamente. Me perdí en ella, al igual que ella se perdió en mí. No fue sexo por puro placer, fue sexo por amor. Hicimos el amor. Ella me permitió tocarla, se entregó a mí en cuerpo y alma. Me enamoré de ella una vez más, la amé una vez más y me sentí feliz una vez más. Ver su rostro lleno de placer me generaba descargas eléctricas en mi cuerpo. Escuchar sus jadeos erizaban mi piel. Nuestra burbuja de amor estaba llena de felicidad e ilusiones. Este era nuestro espacio seguro. Cuando terminamos el acto, recosté a Katherine sobre mi cuerpo. Me aferré a ella y procuré que se sintiera cómoda. Ella me abrazó con cariño y cerró sus ojos. Besé su cabeza y me perdí en el aroma suave de su cabello. Sonreí lleno de felicidad, pues al fin tenía todo lo que quería: a mi Luna y a mi hijo. Ahora podíamos retomar nuestro compromiso. Yo me quería casar con ella y no quería esperar meses para ello. Era tiempo de casarnos. Quería casarme con Katherine l
Katherine Me sentí tan mal que no pude evitar llorar. Él se encontraba en el asiento del piloto y yo en el asiento del copiloto. Ahora nuestra piel no se tocaba y nada me dolía más que eso. Alejarse de lo que no quieres alejarte es realmente duro. —No sé qué es lo que pasa, pero todo estará bien, Katherine. Lo prometo —Damon tenía esa mirada de ternura y preocupación en su rostro. Me miraba como si intentara protegerme de todo lo malo. Me dolía saber que su instinto de protección se terminaría cuando le dijera la verdad. La ilusión aún podía verse en su rostro y yo estaba a punto de matarla. —No, nada estará bien, Damon. Todo está mal. Últimamente todo está mal, Damon. —Podemos resolverlo, estoy seguro. —No, no podemos. Tú me vas a odiar. Lo siento, Damon. De verdad. No debí. Perdón. Soy una tonta. Sé que he hecho mal. Espero que me perdones, por favor. Pero entiendo si no me quieres perdonar. Soy una tonta. Perdón, perdón, perdón. Pero Damon lo negaba. —Katherine, ¿qué e
Katherine Okey, definitivamente yo la había cagado por completo. El ruido en mi mente era imposible de detener. Me sentía una tonta y la culpa no quería abandonar mi consciencia. Sé que me equivoqué, y una vez, debí de haberle hecho caso a mi mente, en vez de al deseo. Desde el primer momento supe que acostarme con él, e incluso el simple hecho de que Damon me besara, estaba mal, pero me dejé llevar y perdí la cabeza. Ahora yo estaba sufriendo las verdaderas consecuencias. Para ser sincera, el primer error que he cometido esta noche ha sido subirme al mismo auto que él. El estar sola, en el mismo auto que Damon, significaba un peligro para mí. Damon jamás me tocaría un solo cabello para hacerme daño, pero Damon tenía ese poder de seducción y esa insistencia sobre nuestro amor que a mí me volvían completamente loca. Desde hace una semana he estado luchando contra mi deseo, y lo estaba logrando muy bien, hasta que me subí al mismo auto que Damon y me dejé llevar por sus palabras. Fue
Damon Me rompí en mil pedazos después de que Katherine me dijera la verdad. Me sentí usado, triste y desilusionado. Lo que más quería era estar con Katherine, pero ahora ya no podíamos estar más juntos. Ella estaba aferrada a esa idea y no parecía tener intenciones de querer cambiar esa manera de pensar. Las reglas del mundo sobrenatural tenían a Katherine muy nerviosa y desesperada. Vi la culpa en los ojos de Katherine, pero no podía aceptar su culpa. No podía aceptar sus disculpas. No podía aceptar sus explicaciones. Simplemente no tenía ganas de escucharla. Lo único que quería hacer era gritar, golpear, matar a alguien para quitarme esta rabia. Desde que me convertí en hombre lobo, una de mis primeras lecciones del lobo que me mordió, fue que yo debía aprender a controlar la rabia. Me iba muy bien en ello antes de conocer a Katherine. Cuando la conocí a ella, todo se salió de control. Todo lo que yo conocía ya no estaba. Mi punto de vista había cambiado. Recordé sus palabras,
Katherine Me quedé completamente dormida luego de despertarme para ir al baño a vomitar. En la madrugada me despertó una horrible sensación en el estómago que no pude soportar. Lo intenté, pero terminé corriendo al baño a vomitar. Desperté a mi madre por el ruido y ella fue muy amable de hacer un té para que yo me sintiera mejor. Mamá se quedó conmigo en mi cama hasta que me quedé dormida. El bebé ya comenzaba a darme síntomas fuertes, pero estaba segura de que ese malestar también se debía a toda la terrible situación que tuve con Damon. Mamá notó que mis ojos estaban un poco inflamados y me preguntó por qué. Tuve que decirle que el dolor en mi estómago era fuerte. Ella se preocupó y me dijo que debíamos ir al doctor para revisar que no fuera nada grave, pero ella se tranquilizó cuando notó que solo se trataba de un simple vómito, pues el dolor se detuvo al poco tiempo. Me despertó un rico aroma a tostadas. Tenía mucha hambre, estaba antojada de cualquier cosa. Me bañé rápidamen
Katherine Sé que era muy contradictorio de mi parte, pero el cariño que Damon y yo nos estábamos demostrando en este momento me provocaba muchas dudas al respecto. El amor entre nosotros estaba a la vista y era obvio que ninguno de los dos quería alejarse de nuestro romance. Mi mente sabía que lo correcto era mantenernos alejados, pero mi corazón se empeñaba en volver a meterse dentro de las decisiones. Mi corazón me pedía a gritos que lo escuchara y que le hiciera caso. Esto se sentía como si mi corazón estuviera preso en una celda, preso de su libertad. Mi mente era como el guardia de seguridad de la cárcel, o hasta un juez por momentos. Me iba a volver loca en cualquier momento, pues mi mente se encontraba cada día más confundida, y mi corazón luchaba tanto por sacar a flote mis sentimientos que mi mente se encontraba herida y cansada, sin saber realmente qué hacer. Sé bien que mi mente quería darse por vencida, apartarse del juego y dejar que mi corazón reinara mi vida, pero mi
Damon Cuando llegué a la casa de los padres de Katherine me sentí completamente expuesto. Prácticamente fui a la guerra solo. Esto era terreno desconocido para mí, pues nunca antes había tenido que pasar por eso con otras personas. El amor nunca fue algo que me interesara, no le daba importancia. Hasta que mi Luna apareció y todo ese amor que estuve guardando para alguien especial, apareció y salió de mí con toda la fuerza del mundo. Su madre me recibió con una expresión de sorpresa en el rostro, pero me sonrió amablemente y me invitó a pasar. Le dije que Katherine me mencionó que ella me invitó a desayunar, así que esa fue mi excusa para entrar en su casa. No quería involucrar a Katherine en una mentira, pero no me sentía cómodo entrando en casa de mis “suegros” sin una excusa de por medio. No me pareció una correcta idea entrar en la casa con la intención de únicamente hablar con Katherine. Además, hace no mucho tiempo tuve un encuentro muy incómodo con los padres de Katherine cu
Damon —No sé por qué estás aquí, después de todo. No entiendo por qué sigues conmigo después de lo que te hice sentir anoche. Te vi muy herido, Damon. No puedo borrar esa imagen de mi mente. Cuando cierro los ojos, solo veo tus ojos llenos de lágrimas. Te veo triste y herido y no puedo dejar de sentirme culpable por eso. —A mí me pasa lo mismo que a ti, Katherine, porque cuando cierro los ojos, recuerdo cómo te grité y te eché del auto en medio de una tormenta. Sé que solo tuviste que dar dos pasos para entrar a tu casa, pero recordar tu triste rostro bajo la lluvia, mientras las lágrimas caían por tus mejillas, es algo que me duele mucho. Yo tampoco puedo dejar de sentirme culpable. Te traté mal, y eso por eso que estoy aquí hoy. Para pedirte perdón, Katherine. ¿Me perdonas? Era muy cierto lo que yo le dije. Fui totalmente sincero con ella. Durante toda la noche no pude dormir en ningún momento, pues me perseguían los fantasmas de anoche. Mis palabras resonaban en mi mente una y