Capítulo 41

Mi mirada se clava en él al ver la amargura con la que acaba de hablar, casi me siento identificada. Mas todo se va al carajo, cuando él empieza a reírse de la nada, dejándome completamente confundida.

-Deberías ver tu rostro, realmente te la creíste.

-Eres un idiota, ¿lo sabías?

-Está bien, está bien, lo siento, no fue mi intención molestarte. La verdad es que mis padres se fueron a Italia, a una villa familiar al retirarse. Mi padre era el dueño y fundador de una empresa de software de defensa, y la llevó solo a la cima en menos de diez años. Fue tal su "compromiso" con su trabajo, que el estrés le causó un ACV y el médico le ordenó que se retirara para que pudiera recuperarse. Mi madre era ama de casa y, como mi padre, estando aquí, no era capaz de dejar el trabajo del todo, ella tomó la decisión de llevárselo a su país natal para alejarlo de todo y dejó a mi tío a cargo, que era su socio. Él solo se encargaba de la parte gerencial, mi padre era el que diseñaba, y ahora soy yo qui
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