Capítulo 25

La mañana siguiente llega más rápido de lo que esperaba, pero tristemente no con la recapacitación de la niña mimada, por lo que, cuando me voy a la universidad, no me es posible estar del todo contenta, porque solo podré librarme de uno de los parásitos que tengo encima ahora, no de dos como yo deseaba. A veces me dan ganas de agarrar a esa tonta y sacudirla hasta que, quizás, se le abra la cabeza y el aire fresco haga que piense mejor las cosas y con más coherencia. 

Aún no puedo creer que realmente haya decidido creer que solo su amiga tiene la culpa, como si se pudiera realmente ignorar el hecho de que él también participó y que, como bien le intenté hacer ver, él evidentemente no se negó en lo más mínimo. La verdad empiezo a debatirme entre si realmente es estúpida, o si solo está loca y ciega. Quizás es un poco de ambas...

Como dice el dicho, no hay peor ciego que el que no quiere ver y, evidentemente ella no quiere hacerlo. El amor nos vuelve ciegos... y

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo